Segundo taller de radio en Tecnópolis
La Organización de Estados Iberoamericanos oficina Argentina (OEI), en cooperación con el Ministerio de Cultura de la Nación, ofrece semanalmente talleres virtuales de arte y creatividad para acompañar a pacientes afectados por el Covid-19 durante su período de internación en Tecnópolis –polo de ciencia, tecnología, industria y arte gestionado por el área de Cultura de la Provincia de Buenos Aires y temporalmente reciclado a centro de aislamiento de pacientes leves–.
Mediante la iniciativa de Cultura e IBERLectura de la OEI, junto con el área de Contenido y Producción de Tecnópolis, los participantes pueden desarrollar habilidades, reflexionar, elaborar y compartir emociones y experiencias vividas. Y así, contrarrestar vivencias de tensión, soledad y enfermedad, con recreación, creatividad y construcción colectiva.
El domingo 16 de agosto se llevó a cabo el segundo encuentro del Taller de Radio a cargo de Cultura de la OEI Argentina y gracias a la valiosa colaboración de los voluntarios del Parque Sanitario –Miguel, Leo y Dolores–. En el mismo, se trabajó el móvil radial y cómo, en términos de la tallerista: “el movilero va al lugar de los hechos y permite que los oyentes imaginen lo que se está viviendo en el lugar de la noticia”.
En el marco del taller, se abordaron las distintas partes que hacen un móvil radial: la descripción y la entrevista a personas que se encuentren en el lugar. Se realizaron actividades vinculadas a la descripción. En un primer momento, con una rueda de la fortuna de imágenes, se les pidió a los participantes que describieran las fotografías que iban apareciendo en pantalla. Luego, se construyeron las preguntas para el entrevistado/a.
Además, los asistentes elaboraron una producción propia vía audio de Whatsapp que fue enviada al grupo creado especialmente para este taller. Para ello, decidieron entrevistar a otro participante del taller, escritor y poeta. En el mismo comentaron que: “estamos acá en Tecnópolis por el tema del virus pero estamos todos bien. Estamos todos felices. Nos están cuidando re bien”. Por su parte, uno de ellos expresó que “a los 23 años empecé a escribir sobre terror, fantasía y poesía”. Agregó que “escribir me despeja de lo monótono, me lleva a otro mundo. Es como que estoy en otro lado” y “si me llega a pasar algo tengo libros escritos con un pedazo de lo que soy”. En el cierre de la clase, una destinataria que estaba finalizando su estadía en el predio sanitario concluyó emocionada: “Quería darles las gracias por la amabilidad y por las actividades”.