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Área Cultura
Sede Equador
Tipo Formação

Así fue el conversatorio sobre importancia de la mediación lectora en la construcción de políticas públicas de lectura

Así fue el conversatorio sobre importancia de la mediación lectora en la construcción de políticas públicas de lectura

Esta mañana, varios expertos reflexionaron sobre la importancia de la mediación lectora en la construcción de políticas públicas de lectura.

Durante el primer eje temático se compartieron ideas en torno a la importancia de la mediación lectora, no sólo para el desarrollo de competencias educativas, sino también para el desarrollo de la conciencia ciudadana.

La primera intervención la realizó Patricia Torres, coordinadora de cursos para la formación de mediadores en Iberlectura, señalando que trabajar con la promoción de la lectura y la mediación es incorporarla a la vida cotidiana y también utilizarla como herramienta de participación democrática.

“Entiendo a la mediación de lectura como un arte y como un trabajo de intervención socio cultural, que busca impulsar la reflexión, la transformación y construcción de prácticas lectoras, para generar cambio en las personas, sus contextos e interacciones. Buscamos fortalecer a los lectores entendiéndolos como actores sociales”, dijo.

Sergio Andricaín, escritor, periodista, crítico, investigador literario y editor cubano, comentó que todas aquellas acciones encaminadas a que los libros se acerquen a los destinatarios son mediación lectora.

“En el acto de la mediación hay tres elementos fundamentales, el libro, quienes lo crean y quienes van a leerlo, este acto permite que los libros lleguen al lector, porque un libro no existe en tanto no es leído. Todo lo que contribuye a que los libros sean conocidos por sus potenciales destinatarios es un acto de mediación”, destacó.

 En torno al segundo eje del conversatorio se planteó la pregunta ¿Qué elementos contribuyen a que una política pública de lectura se pueda considerar exitosa?

En este espacio, María Eugenio Lasso, doctora en Literatura, indicó que es un derecho como ciudadano recibir un libro, una herramienta esencial para adquirir la cultura escrita. Además, también recalcó la importancia de que solo la política pública puede ejercer una acción social sostenida a largo alcance y poseer mecanismos de movilización a gran escala.

A la política pública le corresponde lograr que la población establezca relaciones duraderas con los libros, es fundamental el desarrollo de una conciencia colectiva sobre la importancia de la lectura. Todos estos aspectos permiten que la lectura se convierta en un hecho cotidiano en la sociedad”.

Por su parte, la poeta, narradora y gestora cultural Liset Lantigua mencionó: “Una política de lectura bien encaminada debería partir de la generación de espacios de reflexión, en torno a la promoción de la lectura y el acceso democrático al libro, sin estos pasos solo existirán acciones efímeras”.

También indicó que en el contexto ecuatoriano hacen falta bibliotecas que puedan prestar sus libros. “El corazón de la lectura es la biblioteca”, comentó.

Para culminar el conversatorio en el eje tres, la discusión giró en torno al por qué la mediación lectora es importante para la implementación de cualquier política pública de lectura.

En esta parte del conversatorio Tanya Benítez, magíster en Literatura Hispanoamericana y Comunicadora Social, indicó que los libros no son de fácil acceso y es ahí donde se necesitan mediadores, docentes y bibliotecarios capacitados.

“Una política pública sin mediadores es solamente construir cientos de bibliotecas esperando a que el público ingrese de manera voluntaria, algo complicado en el contexto ecuatoriano, porque en el imaginario de varias personas se cree que las bibliotecas son espacios cerrados o que no les pertenecen, y es ahí donde el mediador juega un papel importante, pues son ellos quienes hacen de estos lugares accesibles”, finalizó.

Los panelistas coincidieron en que los procesos de mediación se dan desde la primera infancia hasta la vejez. Además, se recalcaron aspectos relevantes como: una política pública que pueda contar con presupuesto establecido para la adquisición de libros y sobre todo para el préstamo de estos, accesibilidad del libro con relación a los mediadores, formación de mediadores de lectura y acompañamiento en sus procesos de aprendizaje.

 

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