Sin miedo al fracaso
En el Perú, uno de cada tres estudiantes de carreras científicas es mujer. El empoderamiento ayuda a cerrar la brecha,
Diario EL PAÍS, Edición América. 23 de enero de 2019
En el Perú, uno de cada tres estudiantes de carreras científicas es mujer. El empoderamiento ayuda a cerrar la brecha, pero no es suficiente.
Me emocionó que una estudiante me confesara que la había convencido de estudiar biología”, señala Norma Salinas, ganadora del Premio L’Oreal/UNESCO Por las mujeres en ciencia. Le sucedió al final de una charla en un colegio secundario de Jicamarca, al extremo este de Lima (Perú).
La discriminación laboral de género es un problema que persiste en nuestros países y se traduce en menores posibilidades de empleo, ingresos y, en general, posibilidades de desarrollo profesional. En el campo de las carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM), la brecha es aún mayor, pues son considerados terrenos tradicionalmente masculinos. Ello genera el tristemente célebre techo de cristal o el efecto que se conoce como tubería con fugas, en la cual las mujeres que optan por estas carreras van abandonándolas en distintas etapas de su trayectoria.
En Perú, de cada tres estudiantes de carreras de CTIM solo una es mujer. Y aunque este promedio está por encima del iberoamericano (20%), es ciertamente bajo. En algunas carreras, precisamente las más ligadas directamente a las transformaciones digitales (como ingeniería de sistemas) o las más vinculadas al crecimiento económico del país (como ingeniería de minas), la proporción puede llegar a ser de seis a uno. Esta segmentación por género se replica de modo similar en la región, que encuentra una concentración de mujeres en áreas de ciencias naturales, agricultura y veterinaria, y menor en ingeniería y cómputo.
Pero, ¿dónde y cuándo comienza la vocación CTIM? El descubrimiento de estas vocaciones se gesta y desarrolla en dos espacios primordiales y uno complementario: la escuela, el hogar y los medios de comunicación. Con relación a la escuela, los últimos resultados de la prueba PISA, mostraron el aún incipiente logro de los estudiantes peruanos en ciencias y matemáticas, pero destacaron la continua reducción de las diferencias entre varones y mujeres.
A su vez, los entornos familiares y escolares son una fuente significativa de imágenes y modelos de roles para las jóvenes, y pueden ser cruciales en fomentar (o desalentar) su interés por las ciencias. Y, de modo similar, son cada vez más relevantes los modelos que se obtienen a través de los medios de comunicación. Al respecto, un reciente reporte del Instituto Geena Davis, evidenció que los medios audiovisuales (televisión, cable, cine y streaming) duplicaban la presencia de personajes científicos masculinos antes que los femeninos.
Actualmente, la oficina de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) en Perú viene apoyando dos proyectos que buscan promover y visibilizar la participación de las mujeres en carreras CTIM. El primero, junto con el Consorcio de Investigación Económico y Social y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, busca promover la divulgación de conocimiento sobre este tema y articular su incidencia en la política pública. El segundo, en alianza con la Asociación En Órbita y la Embajada Británica en el Perú, viene acercando a profesionales de carreras CTIM a las escuelas para que, a través de la narración de sus propias historias, sensibilicen a las estudiantes de últimos grados de secundaria a seguir estas especialidades.
Aunque se espera que iniciativas como estas ayuden a sensibilizar, posicionar y promover una mayor participación de las mujeres en carreras científicas y técnicas, el esfuerzo que se requiere es aún mayor. Dado que, la escuela, pero sobre todo los ambientes laborales son aún hostiles a la presencia femenina.
Jorge E. Arrunátegui es representante permanente y director de la Oficina de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) en Perú.