Fábrica de Murales, Educación y Arte para el desarrollo sostenible y la construcción de ciudadanía

En junio pasado concluyó la implementación del proyecto Fábrica de Murales, una iniciativa para la creación de murales con residuos en escuelas públicas del país, motorizada de manera conjunta entre la Cámara Americana de Comercio (AMCHAMRD) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). El proyecto “Fábrica de murales” buscó potencializar el aprendizaje y la experiencia del arte en 31 centros educativos públicos en 8 comunidades: Los Mina, Villa Mella, San Cristóbal, Boca Chica, Cotuí, Villa Altagracia, Barahona y Constanza. Su puesta en marcha representó una dinamización educativa, artística y creativa en los centros educativos involucrados y sus comunidades, así como un espacio reflexivo en torno al desarrollo sostenible y cuidado del medio ambiente.

En una primera fase del proyecto se desarrolló todo un proceso de organización, que inició con un levantamiento de información en las comunidades, se realizaron talleres de Valores, Arte y Ciudadanía; encuentros educativos y de sensibilización con estudiantes y familias, generando un espacio para el diálogo reflexivo sobre valores, ciudadanía activa y desarrollo sostenible. Luego, en cada escuela, se realizó de manera colectiva el esbozo del mural, seleccionando según los intereses, gustos e inquietudes de las personas involucradas, y a partir de la propuesta de pautas, imágenes y temáticas que incluían personalidades destacadas de la comunidad, bellezas naturales o problemáticas sociales.

La segunda fase implicó la realización propiamente dicha de los murales, iniciando con la recolección, almacenamiento, limpieza y clasificación de los desechos, es decir la búsqueda de los materiales a utilizar, momento en el que se involucró la comunidad dando lugar a un proceso de integración intergeneracional, participación y compromiso.

31 murales fueron elaborados en las fachadas de las escuelas, con la colaboración de diversos actores, siendo los protagonistas más de 600 estudiantes que participaron directamente en su realización, sus familias y los docentes de los centros educativos involucrados, junto a la integración de artistas locales y voluntarios de la comunidad, coordinados por el arquitecto y muralista Marcelo Ferder, que llevó adelante la ejecución del proyecto por parte de OEI.

Cada mural tiene el sello distintivo de la identidad de cada comunidad, pero siempre vinculado al fomento de valores, sana convivencia y desarrollo sostenible. Asimismo, además del aporte a la estética de la escuela y al paisaje de la comunidad, queda la demostración de la sensibilidad y el talento artístico de los niños, y el reconocimiento por parte de docentes y directivos de la educación artística como estrategia de educación en valores.