Gobiernos de América Latina y el Caribe, junto a la cooperación internacional, urgen aumentar la inversión en educación
República Dominicana, Chile y organismos multilaterales reunidos en Nueva York destacan la educación como una inversión catalizadora para el futuro sostenible de la región.
En el marco del 79º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y de la Cumbre del Futuro, los gobiernos de la República Dominicana y Chile, junto a organismos multilaterales, hacen un llamado urgente para aumentar el financiamiento dedicado a la educación en América Latina y el Caribe.
El llamado a la acción, apoyado por Unicef, Unesco, Cepal, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), y la Fundación Varkey, exhorta a invertir ahora para que los países alcancen el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 que busca garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad.
“La educación es el motor del desarrollo y la clave para transformar nuestras sociedades; por eso, en la República Dominicana estamos decididos a convertir las escuelas en el centro del desarrollo y de las políticas públicas, donde se forja el futuro de nuestra nación”, dijo Luis Rodolfo Abinader Corona, presidente de la Républica Dominicana. “Invitamos a todos los sectores de la sociedad a sumarse a este esfuerzo. Es un compromiso que debemos asumir juntos para asegurar que la educación sea, en esencia, el pilar del desarrollo equitativo y sostenible de nuestra región”.
Por su parte, Nicolás Cataldo, ministro de Educación de Chile, expresó “Como copresidentes del Comité Directivo de Alto Nivel del ODS 4, nos parece fundamental participar e impulsar instancias como estas para amplificar las decisiones tomadas a nivel global y regional en materia educativa. Reflexionar sobre las condiciones habilitantes para los procesos educativos, y, sobre todo, el financiamiento sostenible, es crucial para pasar del compromiso a la acción y, con ello, materializar el cumplimiento de las metas del ODS 4”.
En América Latina y el Caribe, el 75 % de estudiantes en la región no logran las competencias básicas en matemáticas y el 50 % en lectura. El limitado cumplimiento del derecho a la educación en la región se ha profundizado en los últimos años debido a las crisis prolongadas, el impacto de múltiples emergencias, incluyendo la pandemia de COVID-19, y las desigualdades persistentes.
“Si ustedes quieren éxito económico, si ustedes quieren puestos de trabajo, crecimiento e inversiones, deben garantizar que el sistema educativo realmente funcione. No hay otra manera en este momento”, dijo el economista Jeffrey Sachs.
Aunque los países han hecho notables esfuerzos para alcanzar el mínimo de financiamiento acordado en educación, al menos el 4 % del PIB y el 15 % del gasto público total, la sostenibilidad del financiamiento sigue siendo un desafío y la región se queda atrás. Hoy, en promedio, los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) invierten por estudiante cerca de cinco veces más que el promedio de América Latina y el Caribe.
Es por ello que, República Dominicana y Chile, junto a la coalición de organismos multilaterales, instan a todos los gobiernos de la región, a la cooperación internacional, a la sociedad civil y al sector privado a asegurar las condiciones habilitantes y el financiamiento adecuado y sostenible en la educación, con equidad y eficiencia. En particular:
- Aumentar la inversión pública en la educación, priorizando la asignación de recursos en áreas donde la evidencia muestra mayores retornos y para estudiantes en situación de mayor vulnerabilidad.
- Potenciar las estrategias de financiamiento sostenible para la educación, aumentando la movilización de recursos para la educación a través de instrumentos como las políticas fiscales progresivas. Además, complementar estos esfuerzos con medidas innovadoras como el fondo multiplicador del Global Partnership for Education (GPE), los canjes de deuda, el financiamiento mixto, entre otras.
- Incrementar la proporción de ayuda oficial al desarrollo destinada a la educación, fomentando inversiones a largo plazo en los sistemas de educación pública.
- Fortalecer los sistemas de gestión e información que permitan planificar las inversiones y monitorear el impacto de la financiación en la educación, asegurando que sea suficiente, equitativa, eficaz, eficiente y transparente.
OEI comprometida con la educación
Durante el panel, Mariano Jabonero, secretario general de la OEI, resaltó los compromisos que defiende y asume la organización para lograr un financiamiento sostenible de la educación. En su intervención, destacó que “se deben diversificar las fuentes para financiar la educación. La educación no es solamente un espacio de negocio, es un espacio de inversión también”.
“Hablamos de más y mejor educación. La jornada extendida ha demostrado ser muy eficaz para el rendimiento educativo de muchos países. Junto con eso, también debemos apoyar el liderazgo”.
Asimismo, Jabonero señaldó que la OEI le ha apostado fuertemente por la transformación digital; “todo el mundo coincide que es una apuesta fundamental, un eje troncal para superar las reformas estéticas y abordar una mejoría profunda y sostenible”, apuntó. Por último, señaló que “el próximo 6 de noviembre, el Consejo Directivo de la OEI propondrá un plan bienal de trabajo robusto en relación con la transformación digital en torno a la educación”.