«Reflexiones en red» destaca la importancia de la salud mental y el cuidado emocional en la primera infancia

Este martes, 10 de octubre, en el marco del Día Internacional de la Salud Mental, se llevó a cabo una nueva edición de ‘Reflexiones en red’, la iniciativa impulsada por la Red Iberoamericana para las Administraciones Públicas de Primera Infancia, que auspicia la OEI, y que desde 2021 realiza encuentros virtuales para intercambiar experiencias sobre temáticas relevantes en el ámbito de la primera infancia.

En esta ocasión, expertos en psicología y neurología infantil, junto con la experiencia del Programa Educación Responsable de la Fundación Botín, así como Socios en Salud en Perú, compartieron experiencias y buenas prácticas en materia de salud mental, en especial, con la vista puesta hacia los más pequeños.

Durante el encuentro, José Antonio Luengo, presidente del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, señaló que la salud mental es un reto incuestionable e imprescindible que ha aparecido en la agenda pública y política, especialmente a partir de la pandemia. Destacó que aproximadamente el 50 % de las enfermedades mentales han emergido antes de los 15 años y, por tanto, “todo lo que hagamos hasta ese momento redunda en la reducción de los problemas de salud mental y en definitiva, reducirá los costes, a través de la prevención, en la que la escuela juega un papel fundamental”.

Por su parte, Adriana Yépez, directora del área de Educación de la Fundación Botín, expuso cómo desde el Programa Educación Responsable se aborda la prevención desde el entorno escolar, dada precisamente la importancia de la prevención. Educación Responsable trabaja desde las escuelas el desarrollo emocional, cognitivo y social, lo que mejora la calidad educativa, la convivencia y el clima escolar a través de una comunicación positiva, y de herramientas como el arte, la literatura, la música y los videojuegos. Está compuesto por más de 800 colegios en España, Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, México, Chile y Uruguay.

El doctor Antonio Rizzoli, neurólogo especialista en Neurodesarrollo en el Hospital Infantil de México Federico Gómez de Ciudad de México, subrayó la importancia de ser conscientes de que “cada vez más exponemos a los más pequeños a mayores niveles de estrés y ansiedad, por lo que puede resultar de utilidad emplear la tecnología para establecer vínculos sanadores con las primeras figuras de apego, así como con otros familiares como los abuelos”. “El nivel de exigencia en primera infancia es cada vez mayor, así como las expectativas que tenemos como padres y madres”, aseguró.

Por parte de Socios en Salud Perú, Carmen Contreras, que actualmente coordina diversas investigaciones y programas, compartió la Estrategia Pensamiento Saludable, que llevan a cabo en Lima y otros territorios de difícil acceso en Perú, y que consiste en un entrenamiento cognitivo-conductual para madres y bebés sanos con mujeres en periodo de gestación con problemas de salud mental. De esta experiencia, señaló que cerca del 90 % de las mujeres que han participado del programa han conseguido reducir la depresión. La iniciativa se desarrolla también a través de la plataforma Tuvoti y se ha convertido ya en una estrategia a nivel nacional, validada por el Ministerio de Salud de Perú.

La salud mental en la infancia iberoamericana

El informe de Unicef sobre el Estado Mundial de la Infancia de 2021 “En mi mente estado mundial de la infancia 2021. Promover, proteger y cuidar la salud mental de la infancia” indica que el 13 % de los niños y adolescentes de entre 10 y 19 años padece un trastorno mental diagnosticado. El informe apunta además que el suicidio es la cuarta causa principal de muerte entre adolescentes de 15 a 19 años. Además, en los países iberoamericanos, la ansiedad, la depresión, las ideaciones suicidas, las autolesiones, los trastornos de alimentación, el abuso de las tecnologías y el consumo precoz de pornografía alcanzaron cifras récord durante la pandemia. El informe también destaca que esos índices crecientes no tienen una respuesta de los gobiernos que apenas dedican un 2 % de los recursos de sanidad para proteger la salud mental en niños.

El entorno escolar, por tanto, desempeña un papel protector fundamental para los menores, ya que en ella se adquieren habilidades socioemocionales vitales esenciales para su desarrollo posterior. Así, el cuidado emocional debe considerarse no solo para los niños y niñas, con especial énfasis en la primera infancia como etapa fundamental, sino también para sus familias, dotándoles de las herramientas adecuadas para favorecer una sana salud mental desde edades tempranas.