De Barbieri: “Tenemos que trabajar con los chiquilines su proyecto de vida”
Primer Espacio de Mediación Profesional del año.
La conferencia titulada “Educar sin culpa en tiempos de pandemia, del miedo a la esperanza. Resiliencia y Proyecto de vida”, a cargo del psicólogo Alejandro De Barbieri, reunió a alrededor de 250 docentes noveles. El especialista realizó un llamado a conectar con los estudiantes y entrar al aula “con el corazón en la mano”.
El primer Espacio de Mediación Profesional del año fue organizado por Noveles Uruguay del Consejo de Formación en Educación, con el apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos. En esta oportunidad, el psicólogo Alejando De Barbieri se dirigió a estudiantes avanzados y a noveles educadores.
“Estoy dando una charla delante de ustedes porque en 2010 entro al consultorio, y me estaba esperando mi ex novia y actual señora -que también es psicóloga. Yo atendía de 30 a 40 pacientes por semana, y Marcela me dijo: -Vos no podés seguir viviendo más así. Lo segundo que me dijo fue: ¿por qué no te sentás a escribir, Ale? Tu sueño siempre fue escribir”, relató De Barbieri.
El psicólogo apeló a intentar mitigar la ansiedad y los malos momentos mientras se dicta clase. “La escuela es el lugar de recuperación de los sueños, somos cómplices y compinches para que estos gurises puedan volver a recuperar sus sueños”.
De Barbieri reflexionó acerca de la situación de desprotección en la que se encuentran muchos niños, niñas y adolescentes, en una sociedad con altas tasas de suicidio. “Tenemos que trabajar con los chiquilines su proyecto de vida, recuperar el entusiasmo y las ganas de vivir. Recuperar la pasión como dice Julián Marías”.
“Ese alumno tuyo, no sabe el raye que vos tenés, ¡así que por favor disimulen! ¿Me siguen la ironía por dónde va? ¡Precisamos contagiarles las ganas de vivir y de crecer! Hay que formarse y dar los cursos con el corazón en la mano porque estos pibes están sufriendo mucho”, señaló.
Ante un problema o malestar durante la jornada laboral, De Barbieri recomendó respirar profundamente tres veces. “Me puedo enojar, pero no descontrolar”.
“Es preciso crecer en compasión, no juzgar a esa mamá o a ese papá que no puede autorregular sus emociones, por eso precisa encontrarse con un maestro autorregulado”.
Para el especialista, es fundamental trabajar con los padres, ya que cuando no se trabaja con ellos, “todo va en desmedro de los maestros que terminan haciendo de madre y de padre en cada clase. Hay que salir del cansancio, porque si el profe está cansado o con burn out, le termina poniendo la nota que el padre o la madre quiere. Me sale inconscientemente poner un 6, para no tener que atender a la madre en la puerta de la escuela”.
Por último, compartió algunas máximas con los docentes:
“Vivir como ser humano, abrazar nuestra fragilidad”.
“Paciencia, esperanza y templanza”.
“La paciencia da tiempo a que aparezca el amor”.
“Si no se educa a los padres, no se puede educar al chico. Tenemos que hacer talleres para los padres todo el año”.
“La pandemia puso la lupa sobre problemas que ya teníamos antes”.
“Sí, tenemos profes que se entregaron. Me condiciona pero no me determina. Trabajar desde la esperanza no desde la condena de antemano”.
Trayectoria profesional
Alejandro De Barbieri nació en Lascano, Rocha un 20 de setiembre de 1971. Es Psicólogo clínico, egresado de la Universidad Católica del Uruguay en 1994.
Culminó su especialización como logoterapeuta, egresando de la Fundación Argentina de Logoterapia Viktor E. Frankl en 1996. Ese mismo año concurrió al último congreso en Viena al que asistió Viktor Frankl, donde charló con el y trajo la misión de desarrollar la Logoterapia en Uruguay en los campos educacional, clínico y laboral.
Desde el año 2000 es codirector del Centro de Logoterapia y Análisis Existencial (Celae) centro que coordina conjuntamente con la Psicóloga Marcela Arocena.
Ha dictado cursos y conferencias en Uruguay, Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, México, Perú, Chile, Guatemala, Colombia, España, Italia y Austria.
Cabe mencionar que se entregará constancia de participación.