Exposición virtual «Hábitat» de Sebastián Molinas
El Espacio Cultural invitó a conocer el trabajo de Sebastián Molinas a través de «Hábitat» el 22 de septiembre a las 18hs en un encuentro con el artista.
En las actuales circunstancias de aislamiento social, preventivo y obligatorio, la edición 2020 de nuestra exhibición en el espacio cultural OEI se realizará en formato online. En esta oportunidad, el tercer artista seleccionado contó su recorrido artístico hasta llegar a la obra que presentó en OEI Argentina y mostró parte de «Hábitat».
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Hábitat
Por Sebastián Molinas
La muestra está compuesta por objetos escultóricos, dibujos, instalaciones, fotomontajes y videos que reflejan el transitar cotidiano de los que el sistema va dejando de lado. Por medio del empleo de materiales de descarte (cartón corrugado) el espectador comienza a ingresar en un universo en el cual los contrastes entre progreso y desesperanza se vuelven evidentes, un universo en el que se “espía por la ventana”, un lugar al que no queremos entrar, pero a la vez nos conmueve y llena de curiosidad, nos enfrenta a nuestras emociones más profundas y nos obliga a reflexionar sobre nuestra sociedad y nuestro papel en ella.
La palabra Hábitat cobra diferentes significaciones según sea usada en un ámbito o en otro (en biología es el espacio que habitan los animales, pero en arquitectura y urbanismo un hábitat humano puede ser la ciudad más cosmopolita) y esta ambigüedad es de la que se nutren las piezas expuestas, ya que por un lado son hogar de miles de personas, pero a la vez no siempre son el lugar adecuado para vivir.
La utilización del cartón corrugado tiene una clara connotación social y política, ya que en el año 2001 la actividad de los cartoneros creció sustancialmente debido a la gran crisis económica que debió atravesar el país. Este hecho (junto con el tren blanco, e trueque) provoco que muchas personas con un oficio se vieran forzada a “cartonera” a raíz de las escasas oportunidades de conseguir trabajo, así “la basura de unos se convirtió en el tesoro de otros”. En ese hecho radica la postura del progreso que se evidencia en la pulcritud y asepsia de la construcción, no se trata de indigentes ni de vagos, se trata de trabajadores que quedaron fuera de los diferentes sistemas.
La ciudad en la que vivimos es vertiginosa, violenta, está colapsada, concentra casi el 40% de la población de todo el país, eso hace que el tiempo para disfrutar de ella sea cada vez menor, cada vez menos tiempo para compartir con nuestras familias y amigos, menos tiempo de ocio, menos tiempo para sentarnos a reflexionar sobre la dirección en la que vamos, y menos aún en quienes carecen de la libertad de optar. Estos se vuelven invisibles a nuestra mirada, a nuestra contemplación, y es por ello que surge la pregunta: las casas y las ciudades de cartón, ¿están vacías o están habitadas de gente invisible?