La Inteligencia Artificial como motor imparable en la ciencia, la innovación y la transformación tecnológica
La nueva tecnología que se está imponiendo en el mundo, podrá cambiar la manera de estudiar, vivir y trabajar en un abrir y cerrar de ojos.
Por: Camilo Carrascal, director Centro de Innovación y Transformación Digital OEI
Desde la información hasta el Big Data, la Inteligencia Artificial es el epítome de la convergencia entre la humanidad y la máquina, una simbiosis que promete transformar no solo la forma en que vivimos y trabajamos, sino también la forma en que pensamos y creamos.
Un testimonio del poder de la IA es su inmensa versatilidad y capacidad para adaptarse a una amplia gama de aplicaciones, tanto en la educación como en el tejido empresarial; pero quizás donde su impacto es más evidente es en el ámbito de la ciencia, la innovación y la tecnología. Actualmente la IA ha demostrado ser una herramienta indispensable para superar las barreras que alguna vez se consideraron insuperables, ofreciendo soluciones ingeniosas y eficientes para los problemas más complejos que enfrenta nuestra sociedad.
En la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, Ciencia y Cultura (OEI), avanzamos en la implementación de nuevos modelos pedagógicos híbridos y flexibles de digitalización. Uno de los proyectos más destacados es el de “Inteligencia Artificial en la Educación”, el cual promueve el uso de esta herramienta en la educación iberoamericana para mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. El proyecto focaliza el desarrollo de competencias digitales de Inteligencia Artificial en los estudiantes y en los procesos de formación de los docentes para que puedan incorporarlas en sus prácticas educativas.
Uno de los aspectos más emocionantes de la IA es su capacidad para estimular y acelerar la innovación en una amplia variedad de campos; por ejemplo, el progreso científico que cada vez absorbe al mundo. Desde el Centro de Innovación y Transformación Digital de la OEI, impulsamos el desarrollo social y productivo hacia una Colombia científica. Con la llegada de la IA buscamos fortalecer la generación del conocimiento, desarrollo tecnológico e intercambio de información que permita comprender el lenguaje subyacente de los datos.
Es así como la evolución en la ciencia ha permitido a los investigadores y profesionales de diversas disciplinas superar las limitaciones de sus propias capacidades cognitivas y humanas, permitiendo un aprendizaje más profundo y una comprensión más amplia de los fenómenos naturales y sociales.
Un ejemplo destacado es el proyecto AlphaFold de DeepMind, que en 2020 logró resolver el problema del plegamiento de proteínas, un desafío que había eludido a los científicos durante décadas. Este avance permitirá comprender mejor las funciones y estructuras de las proteínas, lo que podría conducir a nuevos medicamentos y terapias más efectivas.
También ha permitido una mayor eficiencia en la investigación científica a través de la automatización de procesos. Según un estudio de 2021 de la revista Nature, la IA puede reducir el tiempo necesario para realizar investigaciones en un 50% en promedio. Esto se debe en gran parte a la capacidad de la IA para analizar grandes conjuntos de datos y encontrar patrones y conexiones que de otro modo podrían pasar desapercibidos.
El buen uso de la IA está cambiando la forma en que los científicos colaboran y comparten información. En 2019, investigadores de la Universidad de Stanford desarrollaron una plataforma basada en IA llamada ScienceIE, que facilita la identificación de investigaciones relevantes y la conexión de expertos en diferentes campos. Desde su implementación, ScienceIE ha incrementado la colaboración interdisciplinaria en un 30%, lo que ha llevado a un aumento en la innovación y el descubrimiento científico.
Como datos curiosos, según el World Intellectual Property Organization (WIPO), en 2021 se registraron más de 340.000 patentes relacionadas con IA en todo el mundo, lo que representa un aumento del 400% en comparación con 2011.Se estima que el mercado global de IA alcanzará los $190 mil millones de dólares para 2025, con una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del 36.6% desde 2020.
Al permitir a los científicos y emprendedores trabajar de manera más eficiente y efectiva, la IA está desbloqueando un potencial sin explotar y sentando las bases para una nueva ola de descubrimientos y avances tecnológicos que cambiarán el mundo tal como lo conocemos.
En última instancia, la inteligencia artificial aplicada a la ciencia, innovación y tecnología representa una oportunidad única para superar los límites de nuestro conocimiento y lograr un progreso sin precedentes en beneficio de la humanidad.
Sin embargo, es esencial que abordemos los desafíos éticos y sociales que plantea, y que trabajemos juntos para garantizar un futuro en el que la IA sea una fuerza impulsora de bienestar, equidad y prosperidad para todos. Con la combinación adecuada de creatividad, ingenio y compromiso ético, podemos estar seguros de que la inteligencia artificial desempeñará un papel central en la configuración de un futuro más brillante y sostenible.
“Durante este camino, la OEI está comprometida con fomentar el desarrollo de la Inteligencia Artificial en pro de mejorar la calidad de vida de las personas en Colombia y toda la región de Iberoamérica, al tiempo que promueve el uso ético y responsable de esta tecnología en la sociedad” expresó Mariella Barragán Beltrán, directora de la OEI Colombia.