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Lenguas maternas: un reto para la ciudadanía global

El Día de la Lengua Materna trata de señalar no solo un derecho fundamental, sino también reivindicar las lenguas que desaparecen.

El Día Internacional de la Lengua Materna se celebra cada 21 de febrero, en referencia a lo que sucedió este día en el año 1952, cuando un grupo de estudiantes y activistas en Bengala Oriental, actual Bangladesh, se enfrentaron a los militares paquistaníes durante una manifestación. En ella, exigían el reconocimiento del bengalí como lengua oficial del Estado. La fecha se conoció entonces como el ‘Día de los Mártires de la Lengua’ y esta lucha contribuyó en gran medida a la creación del Estado soberano de Bangladesh, que se separó de Paquistán en 1971. 

Sin embargo, el bengalí tenía una larga tradición literaria e incluso un Premio Nobel, que se le otorgó a Rabindranath Tagore en 1913 —el primer escritor asiático a recibir esta distinción— por la aportación de sus trabajos al reconocimiento del bengalí. Actualmente es la lengua oficial de Bangladesh, con cerca de 265 millones de hablantes. Además, se ha convertido en un símbolo del derecho a la lengua materna como parte de los derechos humanos. 

El Día de la Lengua Materna trata de señalar no solo un derecho fundamental, sino también reivindicar las lenguas que desaparecen. La plataforma más prestigiosa de estadísticas de las lenguas, Ethnologue (2019), apunta la existencia de 7.111 lenguas habladas en el mundo, de las cuales 2.895 son habladas por menos de 1.000 personas: están en peligro de extinción. Además, cada dos semanas desaparece una lengua y con ella se pierde una parte de conocimiento ancestral, del patrimonio cultural e intelectual y un fragmento de la diversidad humana. 

En 21 de febrero de 2018, Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO: “Una lengua es mucho más que un medio de comunicación: es una condición propia de la Humanidad. En ella se asientan nuestros valores, nuestras creencias, nuestra identidad. Gracias a ella, transmitimos nuestras experiencias, tradiciones y nuestros conocimientos. La diversidad de las lenguas refleja la riqueza irreductible de nuestros imaginarios y nuestros modos de vida.” 

La lengua materna es la primera lengua que aprende una persona. Se adquiere de forma natural sin intervención pedagógica. Por lo tanto, es una forma de interpretar la realidad, un bien y patrimonio cultural que define la identidad, la integración social, la comunicación. 

Los Objetivos para el Desarrollo Sostenible que integran la Agenda 2030 no solo se limitan a reclamar la necesidad de preservar el planeta, sino también aquello que nos caracteriza como Humanidad. Así como vemos avanzar el cambio climático, las tendencias de estandarización conllevan apagar los rasgos distintivos de las culturas y la tentación del monolingüismo. Somos sensibles a la desaparición del patrimonio y, por ello, a la necesidad de su preservación, pero salvaguardar las lenguas en peligro de extinción parece poco relevante hasta que esas pérdidas están cerca de nosotros. Actualmente, el 40% de la población del planeta no accede a una educación en una lengua distinta a la materna. 

Por ello, el Objetivo de Desarrollo Sostenible dedicado a la Educación (ODS4reivindica la diversidad lingüística y el plurilingüismo como parte integrante de una educación inclusiva y de calidad. Cada vez más somos conscientes de la importancia de una enseñanza plurilingüe que incluya la lengua materna, sobre todo para los niños en la educación preescolar. 

Sabemos que, hoy en día, los contextos educativos son muy variados y la movilidad es un reto añadido para los países de acogida que tienen que desarrollar estrategias de educación plurilingüe. 

La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) actúa hace 70 años en una vasta región que se caracteriza por la convivencia entre lenguas originarias muy diversas. La Carta Cultural Iberoamericana, aprobada en 2006 por los 23 Estados-miembros que integran la organización destaca la importancia de reforzar el conocimiento y el valor de la diversidad cultural iberoamericana en los sistemas educativos, garantizando que se incorporen en los planes de estudios las lenguas de las comunidades indígenas, sus valores y saberes como pleno reconocimiento social, cultural y normativo. Cada vez más la región adquiere la conciencia de que su futuro pasa por una educación intercultural que permita la igualdad entre todos y el respeto a la diversidad lingüística existente en la región, y que también desarrolle la creatividad y una visión poliédrica del mundo, competencias clave para este siglo XXI. 

El Día Internacional de la Lengua Materna 2020 tiene como tema “Lenguas sin fronteras” y está dedicado al diálogo pacífico y al desarrollo de sociedades inclusivas. Se trata de que consideremos el plurilingüismo y la comprensión intercultural como un modo de construcción de la ciudadanía global para afrontar los desafíos mundiales. Este es nuestro mayor reto. 

Ivana Siqueira

Directora General del Programa Iberoamericano de Difusión de la Lengua Portuguesa de la OEI

Ana Paula Laborinho

Directora de la Oficina de la OEI en Portugal