Alumnos de tercer año del Liceo N° 11 de El Cerro obtuvieron el primer lugar en el Premio “Óscar Arnulfo Romero”
El Liceo N° 11 del barrio El Cerro de Montevideo obtuvo el primer lugar en Premio de DDHH de OEI.
Estudiantes de tercer año del Liceo N° 11 del barrio El Cerro de Montevideo obtuvieron el primer lugar en la segunda edición del Premio Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos “Óscar Arnulfo Romero” de la OEI y la Fundación SM, con su proyecto “Del dicho al hecho, los derechos”. El segundo puesto en la categoría organizaciones de la sociedad civil fue otorgado al programa “Yoga y Valores en Cárceles”.
Los ganadores viajarán a un Seminario de Derechos Humanos en Bogotá, Colombia, a fines de noviembre, donde participarán de la segunda fase del Premio con los ganadores de los demás países iberoamericanos. El premiado recibirá 5.000 dólares para continuar con el proyecto.
En el marco de la premiación, realizada en la sede de la Presidencia de la República, el Director de la OEI-Mercosur en Uruguay, Ignacio Hernaiz, felicitó a los centros educativos y organizaciones que presentaron sus proyectos. “Nos gustaría que todos sientan el reconocimiento por su trabajo, dedicación, ideas y por su compromiso con la democracia y los derechos humanos”.
“El hablar de Monseñor Romero y haber puesto su nombre a este premio tiene que ver con la reivindicación de una figura que vivió y murió por la defensa de los derechos humanos, de la justicia y la libertad”, valoró.
Hernaiz dedicó un saludo del Secretario General de la OEI, Paulo Speller, “que impulsa esta iniciativa en toda Iberoamérica, junto al Instituto Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos”.
Por último, indicó que cada docente que trabaja “con compromiso y con amor y que motiva a sus estudiantes, defendiendo la transmisión de valores, es un embajador de Monseñor Romero en nuestro continente”.
Por su parte, Juan Raúl Ferreira dedicó unas palabras a la memoria de Arnulfo Romero a quien conoció personalmente. “Conocí a Monseñor Romero el día que le entregaban –en el marco de una austeridad tremenda- un premio. Y hoy estoy en mi país, en la sede de la Presidencia de la República, viendo cómo se premia a la gente que educa en derechos humanos. Es indescriptible todo lo que esto me remueve en lo personal. Fue de las personas que más quise, y sigue siendo de las personas que más quiero en esta vida”.
Ferreira recordó que a Romero no le gustaban los homenajes, ya que no quería separarse de su pueblo y evitaba viajar por esta razón. “No quería dejar El Salvador aunque sabía que ese mismo era su destino de muerte. Hablaba de su muerte con mucha naturalidad, contaba el miedo que sentía a morir en una forma violenta. Decía –me da miedo pensar que mi muerte sea violenta”.
Por su parte, el Secretario de Derechos Humanos de la Presidencia de la República, Nelson Villarreal, felicitó a todos los participantes. “Es importante ligar dos cosas que parecen muy distintas: por un lado, un relato muy sensible que Ferreira nos hizo de Romero, que antepuso la dignidad por encima de los intereses; y, por otro lado, esto es posible cuando hay políticas públicas que nos dicen que todos somos iguales. Cuando aceptamos que la democracia son los derechos humanos y viceversa”.
La Directora de Derechos Humanos del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública, Verónica Massa, destacó que sintió una doble emoción, ya que por un lado integró el jurado que le permitió conocer las experiencias que se presentaron, y “desde la Dirección de Derechos Humanos es un placer ver cuántas experiencias se realizan para vivenciar los derechos humanos y que no queden en una construcción teórica nada más, porque la verdadera finalidad de los centros educativos es ser constructores de experiencias de derechos humanos y de inclusión de la más alta diversidad y de un lugar para todos”.
El Consejero de Educación Secundaria, Profesor Javier Landoni, expresó que cuando se ve el trabajo realizado por los profesores uruguayos “debemos decir fuerte que esta es la educación pública uruguaya trabajando e incluyendo a más y más jóvenes para que vengan a los centros educativos, aprendan y se queden. Espacios educativos donde no solo se conozcan los derechos que tenemos, construyendo además una forma distinta para vivirlos todos los días”.
“Aquí vimos reflejada la inclusión de jóvenes con diversas características, en la que reside la riqueza de la educación pública uruguaya. Jóvenes y no tan jóvenes, privados de libertad, donde también la educación pública y sus profesores llegan todos los días a esos lugares a trabajar y a convencer a esas personas de que otra vida es posible”, reflexionó.
El encuentro contó además con la presencia de autoridades del Ministerio de Educación y Cultura y de la Administración Nacional de Educación Pública, así como de organismos de derechos humanos. También estuvieron presentes Belela Herrera, la Embajadora de El Salvador y Paraguay, Idalia Gertrudis Menjivar; y el Embajador de Costa Rica, Arnoldo Herrera
Durante la premiación, alumnos de tercer año del Liceo N° 11 de El Cerro cantaron –y nos hicieron cantar- una canción de su autoría, en el marco del proyecto ganador de derechos humanos que desarrollaron en su liceo.
Privados de libertad de Punta de Rieles compartieron su experiencia con el Programa Yoga y Valores en Cárceles, que calificaron como una herramienta que les permitió transformar sus vidas.
Primer premio: Liceo N° 11 del Cerro con su proyecto “Del dicho al hecho, los derechos”
Para este proyecto se utilizaron diferentes metodologías de trabajo que van desde el trabajo en el aula entre los docentes y los estudiantes hasta la modalidad de taller, con la participación de un grupo de cantantes de rap. Estas instancias de trabajo dieron a los alumnos la posibilidad de acercarse a los contenidos, interactuar con otros, compartir ideas, experiencias o sensaciones, teniendo en cuenta las múltiples modalidades de aprendizaje presentes en los estudiantes.
Segundo premio: “Programa Yoga y Valores en Cárceles”
Este programa se dedica a facilitar herramientas de crecimiento personal y de transformación de la conciencia a poblaciones privadas de libertad y funcionarios de los centros penitenciarios, promoviendo actividades incluyentes, de convivencia para todos los actores involucrados en la vida de un reclusorio. Asimismo, enseña y cultiva valores inherentes a la vida, que van de la mano con los derechos humanos y las buenas prácticas de convivencia.
Mención de honor: Liceo N°32 Guayabo con su proyecto “Creación de recursos digitales para mejorar la convivencia”.
Proyecto de creación de recursos digitales para mejorar la convivencia y promover la alfabetización digital en estudiantes sordos, hipoacúsicos y oyentes. El proyecto se gestó y desarrolló en un liceo cuya población está conformada por estudiantes sordos, hipoacúsicos y oyentes.
Mención de honor: Escuela de Comunicación Social con su Campaña “Violencia en el noviazgo”.
La experiencia tuvo como objetivo fundamental problematizar aspectos de las relaciones de poder, control y violencia que se desarrollan en nuestra sociedad.
Mención de honor: CECAP de Rivera con su proyecto para personas con discapacidad: “La solidaridad en bicicleta”.
El desafío fue construir una bicicleta con tres ruedas y material 90% reciclado, para ser utilizada por una joven del entorno de la institución con un fin solidario, más allá de lo científico. Los estudiantes lograron que la destinataria pudiera por primera vez andar en una bicicleta adaptada a sus necesidades.
Fotos: Martín Illescas para OEI
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