OEI México y UABJO celebran el tercer conversatorio del Ciclo “Educación Indígena y los Derechos Humanos en el contexto de la pandemia del COVID-19”
El 20 de julio de 2020 se llevó a cabo el Tercer conversatorio de la serie organizada por la Universidad
El 20 de julio de 2020 se llevó a cabo el Tercer conversatorio de la serie organizada por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca y la Oficina en México de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).
Con el tema “Derechos Humanos de comunidades indígenas y proceso educativo en el marco de la contingencia del COVID”, la Lic. Yarib Hernández, titular de la Oficina de la Defensoría de los Derechos Humanos de la UABJO dio la bienvenida a todos los asistentes, haciendo una breve reseña de los anteriores conversatorios.
El tercer conversatorio contó con la participación de tres expertos sobre derechos humanos: la Dra. Virginia Guadalupe Reyes de la Cruz, Secretaria de Vinculación Internacional de la Red de Formadores de Educación Intercultural para América Latina (FEIAL) y profesora de tiempo completo en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca; la Dra. Nashieli Ramírez Hernández, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México; y el Dr. Jaime García Leyva, Profesor Investigador en el Centro de Investigación de Enfermedades Tropicales (CIET) de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).
La reflexión se centró en las condiciones particulares de las poblaciones indígenas y el ejercicio de los Derechos Humanos en el contexto del COVID-19 a partir de dos preguntas detonadoras: ¿Cómo describirían, desde sus distintos ámbitos de responsabilidad, las condiciones particulares en las que se han visto afectados los derechos humanos de las poblaciones indígenas durante la contingencia por el COVID-19? Y ¿Cuáles consideran que fueron los principales derechos de los pueblos y comunidades indígenas que se vieron afectados por esta contingencia y las medidas adoptadas para hacerle frente?
En una primera ronda de reflexión, la Dra. Virginia Reyes destacó los principales retos que han significado la amenaza del COVID-19 y las acciones emprendidas para hacerle frente, sosteniendo que el impacto sobre pueblos y comunidades indígenas ha sido grande y sus efectos pueden verse en distintos niveles por lo que, sostuvo, es conveniente tener en mente cuál es la vulnerabilidad a la que nos enfrentamos y con qué capacidades contamos para hacerle frente ya que esta evaluación permitirá analizar el riesgo.
La Dra. Reyes señaló la importancia de revisar las vulnerabilidades a las que nos enfrentamos en tres grandes dimensiones: la dimensión demográfica, es decir, la distribución por edad de la población indígena y las co-morbilidades a las que está sujeta; la dimensión socioeconómica, porque las actividades económicas y las condiciones en las que se desarrollan tienen también consecuencias relevantes para la población indígena; y las diferencias en niveles de bienestar, pues en muchos casos existen problemas en la vivienda como el hacinamiento, lo que implicaría un problema para apartar a los enfermos.
Sostuvo que existe desconocimiento y menosprecio de las ventajas y conocimientos que los propios pueblos tienen para hacer frente a las condiciones actuales.
La Dra. Nashieli Ramírez proporcionó algunos datos sobre la población indígena que, representa casi el 6% de la población mundial, mientras que en México se trata de un 10% de la población nacional. Añadió que, en la Ciudad de México, el 8.8% de los habitantes se autoadscriben como indígenas.
En este contexto, mencionó que la pandemia ha afectado los derechos de todos de tal forma que la brecha de desigualdad que existía antes de la pandemia y que ya afectaba todos los derechos: a la salud, a la alimentación, a la movilidad, se ha recrudecido.
El Dr. Jaime García ejemplificó la problemática con lo que sucede en la región de la montaña del estado de Guerrero, donde hay un escenario muy complejo por la pandemia, en un contexto de muy bajos índices de desarrollo humano y que muestra con claridad una brecha muy amplia de desigualdad que impera en las regiones indígenas que también se debe a la ruptura de la organización social comunitaria.
Manifestó que la pandemia obliga a repensar las condiciones que tenemos para enfrentarla, tanto en lo que se refiere a la mejora de los servicios a los que la población tiene derecho, como en las estrategias que pueden emplearse. En este sentido señaló que es imperativo reconocer sus prácticas culturales y su organización comunitaria, así como sus prácticas médicas y su herbolaria.
En un segundo momento de reflexión, la Dra. Reyes subrayó la necesidad de revisar con qué capacidades contamos. Por ejemplo, en el ámbito educativo no se tenía un modelo que incorporara la organización de los saberes comunitarios y los conocimientos de los pueblos porque no se había considerado desde un enfoque de derechos, que es el que puede ayudar a resolver la problemática.
Las comunidades indígenas son resilientes y esto debe aprovecharse para fortalecerlas. Por eso, hoy es necesario avanzar hacia una ruptura epistemológica que coloque en el centro al otro y este debe ser el centro de un nuevo modelo educativo, dijo.
Finalmente, la Dra. Reyes subrayó la necesidad de involucrarnos para fortalecer a los pueblos indígenas en su lucha por la plena vigencia de los derechos humanos.
La Dra. Ramírez subrayó que todas las medidas que se adopten para hacer frente a la pandemia deben ser con las comunidades apuntando que “es necesario partir de la capacidad de resiliencia de las comunidades y fortalecer sus capacidades”. Para ello, señaló la importancia de recuperar sus saberes y sus prácticas, así como avanzar al rescate de lo comunitario que es lo que da fuerza. Para esto, subrayó, la Organización de las Naciones Unidas y sus agencias especializadas han publicado una serie de notas de orientación y lineamientos que son importantes de observar.
En lo que se refiere al derecho a la educación, no debe olvidarse que una lucha central es avanzar hacia la integralidad de los derechos pero que, con las medidas de distanciamiento social y aislamiento, se ha visto afectado su ejercicio pleno. Por lo tanto, sostuvo la importancia de avanzar hacia el ejercicio pleno de los derechos, atendiendo a la transversalización, pero sin olvidar que el derecho a la educación es el que abre y hace posible el ejercicio de otros derechos.
Finalmente, señaló la relevancia de asegurar la no invisibilización de los pueblos indígenas en el sentido de que el mayor costo de la pandemia no lo carguen los que menos tienen.
El Dr. García instó a repensar los procesos y la organización comunitaria, porque ello requiere tener en mente que se trata de sujetos políticos con resistencia, con resiliencia y con capacidad política, que tienen preocupaciones, demandas y propuestas. Por lo tanto, para hacer frente al tema de la pandemia deben tenerse en consideración cuatro ejes fundamentales:
- Alimentación que implica atender las necesidades alimenticias y de producción agropecuaria propias;
- Salud, que considera el acceso a servicios, infraestructura y personal capacitado para garantizar este derecho, pero también la atención a la medicina propia y los saberes médicos tradicionales.
- Educación, que considera el tipo de educación y los modelos educativos que coexisten, tanto en términos de servicios e infraestructura, como de recuperación de saberes y conocimientos.
- Ambiental y recursos naturales que considera el respeto y el control de los pueblos indígenas frente a los actores externos.
En todas estas cuestiones es necesario actuar desde nuestros contextos y desde lo colectivo, la articulación de lo propio y lo externo, así como la consideración de los contenidos étnicos, propios y comunitarios. Para ello es necesario reconstruirnos para seguir siendo lo que hemos sido históricamente: pueblos indígenas, pueblos originarios con un rostro, una identidad y una posibilidad de futuro, sostuvo.
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