Los expertos de la conferencia «Tecnologías, profesores y los retos de la calidad y la equidad» subrayan la necesidad de centrarse en la calidad de la enseñanza y la pedagogía digital
Alrededor de 30 personas, entre dirigentes de entidades públicas y privadas del sector Educativo, técnicos y académicos, asistieron en Portugal a la conferencia organizada por el Consejo Nacional de Educación (CNE) y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), que contó con la participación de dos expertos en el campo de la Educación y las Tecnologías.
La sesión fue inaugurada por el Presidente de la CNE, Domingos Fernandes, por el director de la Escuela Superior de Educación Paula Frassinetti (ESEPF), José Luís Gonçalves, y por la directora de la oficina de la OEI en Portugal, Ana Paula Laborinho. Los tres destacaron la importancia de un enfoque centrado en los recursos humanos y en su calidad, subrayando la importancia de la interacción humana en el aprendizaje, sin que lo digital lo sustituya, sino que lo complemente.
Mary Burns, profesora invitada del ESEPF, presentó una ponencia sobre cómo la tecnología puede repercutir en una educación de calidad. Señaló que hay tres ámbitos en los que la tecnología tiene un uso concreto: el aprendizaje en un contexto de aula; proporcionar educación, por ejemplo, permitiendo clases en línea; apoyar la enseñanza y el aprendizaje. «Es en esta última aplicación», dijo Mary, «donde la tecnología tiene más impacto y es generalmente la más aceptada».
Abogó, por otro lado, por un cambio de paradigma, pasando de una excesiva atención a la tecnología a una necesaria atención a la calidad. Para ello, identificó cuatro áreas de trabajo: definición de estándares de calidad; diseño; preparación y seguimiento; evaluación y revisión. En la opinión de la investigadora, los recursos tecnológicos pueden ser muy útiles para los alumnos con mayores dificultades de aprendizaje e incluso pueden generar un mayor rendimiento.
António Moreira, profesor de la Universidade Aberta, analizó los retos de una enseñanza y una educación digital de calidad empezando por decir que hay que centrarse en el ecosistema, que difiere de la infraestructura tecnológica y de la propia tecnología, que es una herramienta. En este sentido, la innovación pedagógica y la transformación digital son puntos esenciales en la creación de ecosistemas adecuados para una educación digital de calidad. Defendió que la formación del profesorado debe incluir una dimensión de pedagogía digital, tecnológica y organizativa. Invertir sólo en una dimensión técnica e instrumental de la formación y actuación del profesorado es limitante.
El investigador afirmó que es urgente pensar en lo digital como un hábitat que ocupamos y que la educación no debe ser «online» sino «onlife», basada en pedagogías reaccionarias y en una ética del control humano sobre la tecnología, tanto a nivel colectivo como individual.
La consejera Fernanda Candeias presentó las conclusiones, destacando la complementariedad y coherencia entre las intervenciones. Identificó como palabras clave: tecnología, pedagogía, equidad, innovación, evaluación y la idea transversal de «el ser humano». A este respecto, recordó los compromisos internacionales, a saber, la Declaración de Incheon y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Recordando una máxima presentada por Mary Burns en otra ocasión, concluyó diciendo que la intervención en la educación debe basarse en los estudiantes, que tienen apetencia para la tecnología, pero no son competentes para crear por sí mismos el conocimiento, y así: «mantengan las cosas simples; diviértanse y confíen en sus estudiantes.»