El Secretario General de la OEI, en visita institucional a la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla

A continuación, Jabonero ha mantenido una reunión de trabajo con el Equipo de Gobierno de la universidad hispalense, a la que ha sucedido una firma de un convenio específico de colaboración interinstitucional entre la OEI y la UPO. El objetivo de este acuerdo es seguir sumado sinergias para el desarrollo de un espacio de cooperación entre los sistemas de Educación Superior y de Ciencia, Tecnología e Innovación de los países iberoamericanos de acuerdo con la estrategia Universidad Iberoamérica 2030 de la OEI, vinculada al fomento de acciones innovadoras y de emprendimiento que contribuyan al desarrollo social y económico de Iberoamérica.

Dado que tanto la OEI como la UPO consideran la internacionalización de la educación superior como una prioridad en el desarrollo de las políticas educativas de última generación, ambas entidades se han comprometido a facilitar la inclusión de todas las universidades pertenecientes al sistema universitario de Andalucía en el Programa de Intercambio y Movilidad Académica y en el Programa Paulo Freire+.

La Universidad Pablo de Olavide y la OEI mantienen un acuerdo general de colaboración desde mayo de 2016 para impulsar actividades formativas de tipo económico, científico, técnico y de investigación en materias de interés común. El 24 de noviembre de 2020 suscribieron un convenio específico para colaborar en los ámbitos de la movilidad y de la ciencia a través de los citados programas, así como del Observatorio de Ciencia, Tecnología y Sociedad de la OEI.

Ya por la tarde, el Secretario General de la OEI ha impartido en la Universidad la conferencia Educación superior, innovación y ciencia: una prioridad para la nueva cooperación iberoamericana.

En el transcurso de su ponencia ha presentado la estrategia Universidad Iberoamérica 2030, una ambiciosa estrategia cuyo objetivo fundamental es construir un espacio compartido de educación superior e investigación que contribuya al progreso, bienestar y desarrollo sostenible de Iberoamérica, así como al cumplimiento de la Agenda 2030.

La estrategia se basa en varias evidencias: el 59% de los investigadores de la región trabajan en las universidades y en la última década su número ha crecido un 40%; en embargo, en 2018 los países iberoamericanos realizaron una inversión de apenas el 0,74% del PIB en I+D.

Universidad Iberoamérica 2030, en palabras del Secretario General de la OEI, persigue, entre otros, estos objetivos:

• apoyar la carrera investigadora de los docentes universitarios a través del programa de becas de doctorado Paulo Freire +;
• perseguir que la ciencia y la investigación sean sectores estratégicos en la región, con programas como FORCYT, para el Fortalecimiento de los sistemas de Ciencia y Tecnología, financiado por la Unión Europea;
• producir conocimiento científico desde, por y para la región, como la Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad, cuyo último número está dedicado al periodismo y la divulgación científica en la era de la desinformación.

Para concluir su intervención, Mariano Jabonero ha expuesto: “La pandemia ha demostrado que los desafíos futuros son muchos e inciertos. Y que la ciencia es la que nos puede aportar remedios. Así que es responsabilidad de todos contribuir a seguir fortaleciendo los sistemas de ciencia y tecnología iberoamericanos, como garantía de prosperidad y bienestar actual y futuro”.