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La evaluación educativa: El principal eje de la semana de la evaluación

La evaluación educativa: El principal eje de la semana de la evaluación
Publicado el 8 Jun. 2020

El año 2015 fue declarado año internacional de la evaluación y uno de los resultados de tantos acontecimientos celebrados ese año, fue instalar la primera semana de junio como la Semana Internacional de la Evaluación.

Es por ese motivo que durante la semana del 1 al 5 de junio  de 2020 se realizaron una batería de actividades relacionadas con la temática EVALUACIÓN. En ese marco y a modo de cierre, hacemos un repaso con 3 expertos sobre lo qué es la evaluación, comó fue afectada por la pandemia. Los debates, las oportunidades y desafíos que se dan al interior de la comunidad educativa. 

En el ámbito de las organizaciones y, de manera especial, en el de la educación, «la evaluación es una herramienta de incuestionable valor”. Tener una idea de cuánto o en qué medida hemos alcanzado los propósitos, se constituye en una necesidad importante para reafirmar o re encausar acciones. Nos dice Julio Leonardo Valeiron Urena, Director del Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa.

En la evaluación educativa, si bien se despliegan una enorme variedad de espacios y objetos de evaluación. Podemos identificar al menos dos grandes áreas que actualmente concentran la mirada atenta de decisores, especialistas y actores del sistema educativo: a. la evaluación de los aprendizajes y b. la evaluación de políticas, planes, programas y proyectos educativos.

Sobre la evaluación de aprendizajes Lilia Toranzos, especialista de Evaluación de OEI Argentina, nos explica que “cuando hablamos de evaluación, sin hacernos ninguna pregunta, pensamos en un docente tomando un examen escrito a sus alumnos y el espectro de la evaluación educativa es mucho más amplia” por eso “pensar la evaluación educativa tiene sus dificultades adicionales ya que la evaluación es una práctica vieja que está teniendo nuevos significados”. 

Esto refleja que “hay un problema con las prácticas: por un lado tenés una muy consolidada, muy estandarizada y ritualizada y por el otro lado un discurso pedagógico más renovado problematizando esa práctica vieja. Estas dos prácticas conviven en el mismo proceso”

Las calificaciones mantienen la delantera sobre las evaluaciones, quizá por la rutina escolar y la cultura poco extendida de la reflexión colectiva y sistemática sobre cada historia de vida”, desarrolla Marta Lafuente, ex Ministra de Educación y Cultura de Paraguay. 

Valeiron manifiesta que “la evaluación continua de los aprendizajes, como de las políticas, nos ofrece la oportunidad de conocer cómo va el proceso, cuáles escollos van apareciendo en el camino, dónde están las fortalezas y dónde las debilidades”. En convivencia con esto Toranzos señala “la mayoría de las cosas que hemos aprendido en cuanto la evaluación tienen que ver con la vivencia como alumno porque no es un objeto muy presente en la formación docente”. 

Además, Valeiron brinda una reflexión sobre el rol de los Estados en inversión educativa y su consecuencia en el alumnado. “Las inversiones que todos los países hacen en el ámbito educativo obligan a valorar en qué medida los y las estudiantes están alcanzando los aprendizajes esperados, como también cuán efectivas son las políticas que se diseñan y ponen en ejecución para alcanzar dicho fin”. “Qué han significado 12 años asistiendo a una escuela donde he tenido oportunidades para desarrollar mis competencias, o, por el contrario, ha sido “una pérdida de tiempo?” cierra.



Evaluación de Proyectos

La evaluación es la herramienta que ayuda a conocer las fortalezas, las flaquezas y los errores de las futuras intervenciones o de las intervenciones realizadas. Este tipo de práctica deja en evidencia cuán efectivas son las políticas que se diseñan y ponen en ejecución para alcanzar dicho fin. 

La racionalidad de la planificación y de la evaluación en las políticas, los planes y los programas sociales poseen tanta relevancia en una región como la nuestra, porque supone tomar los cuidados, los aprendizajes y las múltiples inteligencias para desarrollar buenas prácticas que disminuyan el sufrimiento humano a causa condiciones de vida desiguales”, asegura Lafuente. 

Debemos tener en cuenta que es “una aliada para la mejora y el cambio” pero su mera presencia como componente de las iniciativas y su práctica como rito no cambia la realidad” asique el reto es técnico y político. “Técnico por que posee un sustrato científico que se debe observar y poner en práctica con todo rigor y político porque su valor y poder están en la participación de los involucrados y en el fecundo diálogo de construir itinerarios dinamizados por el conocimiento y la implicación ciudadana.”, continua Lafuente. En la misma línea Urena afirma que “es una herramienta de incuestionable valor”

Las evaluaciones al sistema de educación en general y a los docentes en particular son una práctica reciente en Argentina que ha generado mucho debate. Lilia Toranzos explica que muchas veces “los docentes no quieren ser evaluados por dos motivos: por un lado tiene que ver con la escasa práctica” Por otro lado “lo cierto es que lo que sucede con la evaluación educativa en la escuela siempre ha tenido más que ver con el control y el castigo que con el aprendizaje. “Hay una cierta distorsión en la práctica de la evaluación que ha pesado más que todo el discurso pedagógico” 

La Evaluación en tiempos de COVID-19

La pandemia y el posterior aislamiento social cambio la forma de vivir la cotidianeidad, entre esos cambios está la educación y su evaluación. En un contexto como el que vivimos las clases presenciales ya no son posibles y los docentes debieron modificar la forma de enseñar. Estamos en época de cierre de trimestres o cuatrimestres y esto, implica evaluar. ¿Cómo afecta la situación? 

“Esta situación pone sobre el tapete el tema de las calificaciones. No estaba resolviendo la relación entre evaluación y aprendizaje porque se suponía una homogeneidad que en la práctica no existía”, asegura Toranzos y agrega “la suspensión de la calificación no resuelve los pendientes que tenemos sobre cómo desarrollar procesos de evaluación más sanos y provechosos pero pone el tema sobre la mesa y es una oportunidad para pensar nuevas herramientas”.

En la misma línea Lafuente reflexiona que “la pandemia del COVID-19 nos compromete aún más en la construcción de políticas concertadas, el máximo aprovechamiento de los conocimientos y el afianzar la investigación científica.”

El derecho a la educación le corresponde a todas y todos los estudiantes, y por ética, estamos obligados a ofrecer”, cierra Valeiron Urena. 

Publicado el 8 Jun. 2020