Los países pobres necesitan 2 billones de dólares para cumplir los ODS, según Sachs, de la Universidad de Columbia
El profesor Jeffrey cree que el principal problema para garantizar el desarrollo sostenible es económico y podría resolverse con una reforma de la arquitectura financiera global. Así lo ha dicho durante el 'States of the Future', el evento paralelo del G20 que se desarrolla por estos días en Río de Janeiro.
Los países de ingresos bajos y medios necesitan 2 billones de dólares para promover la transición energética y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), establecidos por las Naciones Unidas (ONU). La proyección es de Jeffrey Sachs, profesor de la Universidad de Columbia/EE.UU. La valoración del académico, sin embargo, es que para que estos países tengan acceso a este dinero sería necesario impulsar una reforma de la arquitectura financiera global.
“El principal problema es que el dinero va a los países ricos y no a los pobres. La clasificación de riesgo de los mercados emergentes está por debajo del grado de inversión (sello que se otorga a los acreedores con mayores posibilidades de cumplir sus compromisos). El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial no quieren resolver este problema porque ya están inundados de problemas”, afirmó Sachs, durante el States of the Future, un evento paralelo del G20.
En su opinión, los países pobres tienen más potencial de crecimiento y, por tanto, tienden a generar las mejores tasas de retorno para los financieros. «Lo que hay que hacer es traer capital a largo plazo a estos países», añadió.
Sachs también elogió a Brasil por su compromiso con el logro de los ODS. Para él, “Brasil tiene grandes posibilidades de liderar” este proceso. “Necesitamos que el G20 hable sobre la arquitectura financiera global. Y necesitamos a Brasil, que tiene un gobierno más comprometido”, afirmó.
Por otro lado, el profesor de Columbia fue severo en sus críticas a Estados Unidos, que, en su opinión, es responsable del incumplimiento de los ODS, especialmente el relativo a la extensión de la guerra en todo el mundo.
Sachs cree que, independientemente de quién gane las elecciones presidenciales del país –si Donald Trump o el candidato definido por el Partido Demócrata–, Estados Unidos no cambiará su postura en relación con las obligaciones de desarrollo sostenible.
También presente en el evento, la asesora especial de la Presidencia de la República, Adriana Abdenour, criticó particularmente el proteccionismo adoptado en el Norte global, en el que las medidas ambientales restrictivas estaban en realidad motivadas por intereses comerciales.
“No sólo nos enfrentamos a una crisis climática, de pobreza y desigualdad, sino que hay constantes intentos de revertir el desarrollo sostenible. Esto ocurre, por ejemplo, con la instrumentalización de la idea de sostenibilidad para imponer medidas unilaterales, como el proteccionismo verde”, afirmó Abdenour.
El debate sobre el proteccionismo verde ha sido asumido por el gobierno brasileño, que promete discutir el tema durante la cumbre del G20 en noviembre.
Las desigualdades entre países pobres y ricos tienden a intensificarse aún más en la era digital, lo que aumenta el poder de los mercados de capital libres, según James Galbraith, profesor de la Universidad de Texas en Austin/EE.UU.
“Pero Brasil tiene la oportunidad de vivir la democracia, contra el colonialismo. La cuestión de la desigualdad es una cuestión de trabajo, infraestructura, servicios sociales, salud y educación”, afirmó Galbraith. Además, destaca la importancia de la regulación como factor esencial para estabilizar la desigualdad.
States of the Future es promovido por los Ministerios de Gestión e Innovación de los Servicios Públicos (MGI), Asuntos Exteriores (MRE), Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios (MDIC), el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Está organizado por Maranta y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura de Brasil (OEI). El evento cuenta con el apoyo de Open Society Foundations y República.org.