“La pandemia ha trasparentado nuestras vergüenzas”: Mariano Jabonero en el cuarto conversatorio sobre Educación Indígena y Derechos Humanos.
El pasado lunes 27 de julio 2020 se llevó a cabo el Conversatorio final de la serie “Educación indígena y
El pasado lunes 27 de julio 2020 se llevó a cabo el Conversatorio final de la serie “Educación indígena y derechos humanos en el contexto de la pandemia COVID-19” organizado de manera conjunta con la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), la Oficina en México de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Defensoría de los Derechos Universitarios de la UABJO.
Con el tema “Principales retos de las comunidades indígenas en Iberoamérica ante el Covid-19. Acceso a Educación y garantía de Derechos Humanos”, el conversatorio contó con la participación del Mtro. Carlos Hernán Rodríguez Becerra, Coordinador del Instituto de Educación en Derechos Humanos y Democracia de la OEI; el Dr. Eduardo C. Bautista Martínez, Rector de la UABJO; y, el Mtro. José Bernardo Rodríguez Alamilla, Defensor de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.
A través de un video, el Dr. Mariano Jabonero Blanco, Secretario General de la OEI, expresó la necesidad de que los estados iberoamericanos puedan unir esfuerzos para fortalecer la educación, particularmente en el contexto de esta pandemia, subrayando que la educación es un derecho fundamental que abre las oportunidades para el ejercicio de otros derechos, de tal manera que la formación docente se considera como un elemento clave de los procesos educativos. En la medida que esto se realice, niños y niñas se convertirán en verdaderos sujetos de derechos que puedan gozar de una plena ciudadanía. Sin embargo, señaló que para esto se requiere de mayores recursos y de atender a la inequidad presente en nuestras sociedades.
Puesto que “la pandemia ha trasparentado nuestras vergüenzas”, la cooperación iberoamericana se vuelve un tema central y, la educación a distancia una muestra de lo que estas inequidades significan en términos del acceso a la educación, ya que tan solo en América Latina la posibilidad real de acceder a la educación a distancia es, en la mayor parte de los países, del 45%, sin embargo, el 90% de las zonas indígenas no tiene acceso al Internet, lo cual implica que en las condiciones actuales no exista acceso a la oferta educativa, sostuvo.
Prevé que, en el futuro, el desarrollo de los medios de la educación a distancia va a permitir ampliar la diversidad y la riqueza de oportunidades educativas y por tanto, resulta imprescindible lograr la conectividad para todos y generar los mecanismos que permitan que la tecnología llegue a todo el mundo.
El conversatorio se desarrolló en torno a dos preguntas detonadoras: Desde su experiencia, ¿cuáles considera que son las principales dificultades y retos que ha debido enfrentar la población indígena para hacer frente a la contingencia del COVID-19? y, ¿Cuáles considera que son los principales retos de las instituciones que deben proporcionar o facilitar el acceso de los pueblos indígenas a la educación durante la contingencia del COVID-19?
El Mtro. Carlos Hernán Rodríguez Becerra inició con el recordatorio sobre la relevancia de los pueblos indígenas en los distintos países de América Latina, subrayando las difíciles condiciones en las que llevan su vida cotidiana y cómo esta situación se ha vuelto más grave con la incidencia de la pandemia del COVID-19: encontrándose en lugares apartados, con falta de servicios públicos como agua potable, infraestructura de salud; falta de reconocimiento a la medicina ancestral; escasa infraestructura de transporte; falta de confianza institucional; difíciles condiciones por la lucha contra cultivos ilícitos y presencia de conflictos armados, ante lo que se hace necesaria la acción inmediata, pronta y rápida del Estado, con un enfoque preferencial y obedeciendo a su propia cosmovisión y sus lógicas comunitarias.
Insistió en la necesidad de atender a las condiciones infraestructurales sin olvidar la participación de los pueblos indígenas, para lo cual, se requiere de fortalecer la etnoeducación mediante un reconocimiento de todo lo que esta puede aportar y también mediante apoyos y capacitación para obtener mejores resultados.
Señaló la necesidad de hacer posible el retorno de las poblaciones desplazadas a sus regiones y comunidades, ya que el reconocimiento de sus respuestas y soluciones a los problemas, si bien es necesario no es suficiente. Por tanto, llamó a impulsarlos y darles fuerza a través de la etnomedicina y la educación propia.
Para concluir, dijo que es necesario subrayar que esta pandemia ha ampliado, aún más, la brecha de desigualdad y también que ha deteriorado las condiciones económicas de la población, particularmente de aquellos que menos tienen. Señaló a esta coyuntura como una oportunidad para hacer un llamado a los gobiernos y a los estados a construir una mirada preferencial, un enfoque diferenciado para la población indígena y, sobre todo, prioritaria, no discriminatoria.
Por su parte, el Dr. Eduardo C. Bautista Martínez, puso el acento sobre las afectaciones diferenciadas de la pandemia que han sufrido en México los indígenas y los afrodescendientes, incidiendo en el ejercicio de sus derechos humanos, principalmente de aquellos que tienen que ver con la salud, servicios básicos y educación.
Detalló que, en algunos servicios, la brecha es incluso más grande ya que, por ejemplo, el acceso a conectividad y equipos para educación a distancia que en la Ciudad de México es casi del 90%, en Oaxaca es del 20% o menos, es decir, “estamos frente a una brecha tecnológica muy importante”, lo que representa una parte de la deuda histórica que se tiene con los pueblos indígenas a la que debemos hacer frente hoy.
Sumado a lo anterior, señaló la importancia de revisar la perspectiva monocultural del sistema educativo y trascender a un enfoque pluricultural en el que se recuperen los saberes y conocimientos de los pueblos indígenas y afrodescendientes, instando a olvidar la frase “origen es destino” porque no es así.
Si bien, los lugares de residencia condicionan el acceso a derechos como salud y educación, no se puede aceptar como algo inamovible, más bien, es necesario intervenir y reflexionar sobre la educación que se brinda a los pueblos indígenas y cómo debemos cambiarla entre todos.
Señaló que la desescolarización a la que ha conducido la pandemia debe conducir a cambios de fondo en las tecnologías, los currículos, la valoración de las experiencias y aportes, los saberes y conocimientos, así como la defensa y el cuidado de los recursos naturales. En este sentido, se trata de un nuevo tipo de educación en el que se tomen en cuenta las realidades y las experiencias de los propios pueblos indígenas.
Para finalizar su intervención, expresó la necesidad de redirigir las políticas públicas como una oportunidad de resarcir y reparar, para revertir rezagos históricos y lograr cambios de fondo en las epistemologías. Asegurar el rescate de los aportes de los pueblos indígenas en temas clave como son el cambio climático, la protección de los recursos naturales, la defensa de sus territorios hechos a partir de sus saberes y conocimientos, para lograr la construcción de una sociedad diferente, es indispensable.
En su oportunidad, el Mtro. José Bernardo Rodríguez Alamilla insistió en que la pandemia ha demostrado las profundas desigualdades en el ejercicio de los derechos humanos, afectando el derecho a la educación, “derecho llave” que permite el acceso a otros derechos.
Sin embargo, sostuvo que la pandemia es al mismo tiempo una oportunidad para abrir nuevos caminos, con una revisión cuidadosa de las faltas cometidas para lo cual, es necesario focalizar la atención a la forma en la que se ven los problemas desde ellos mismos, como el sentimiento de vulnerabilidad que ha llevado a cerrar las entradas a los pueblos y a aislarse a nivel comunitario, acciones criticadas pero que tienen su sentido si se mira como una respuesta a un sistema de aislamiento social anclado en la tradición y la historia de las propias comunidades.
Señaló que no se ha puesto atención a los conceptos que los propios pueblos emplean para comprender su realidad y actuar sobre ella, impidiendo el diálogo. Por ello, llamó a entender y comprender que la realidad en la que viven los pueblos indígenas es diferente y que, ante eso, se debe atender a sus propuestas y aprender de ellas.
Con relación a las desigualdades educativas y la brecha digital, el Mtro. Rodríguez Alamilla mencionó la importancia de atenderlas con mayores recursos e infraestructura, pero también con la incorporación de las propuestas de los pueblos en los sistemas pedagógicos y en el ámbito curricular. Llamó a cuestionar los valores del sistema educativo para incluir las propias perspectivas de los pueblos indígenas, sus necesidades y propuestas. Por consiguiente, instó a promover el ejercicio del derecho a la educación, porque este permitirá que las personas sepan que tienen otros derechos y los reclamen, sosteniendo la interdependencia de los derechos.
Especificó que las dependencias deben mejorar su mirada pluricultural para ser capaces de observar, comprender y respetar al otro, pasar de una mirada centralista y eurocentrista a una mirada más incluyente y pluricultural.
Llamó a dotar a las políticas públicas de presupuesto, pues no hacerlo es demagogia. Sin embargo, es necesario que ese presupuesto se gaste de manera eficiente e incluyente, siendo necesaria la participación de los pueblos indígenas para guiar su propio destino.
Frente a esta pandemia, señaló, es necesario superarla de la mejor manera con los recursos y las posibilidades que se tienen y, a partir de esta realidad, construir un mundo, una sociedad, mucho más igualitaria. En este sentido, subrayó que las decisiones que se tomen hoy determinarán el mundo que habremos de construir en el futuro, pues la pandemia no es más un asunto sanitario, se ha convertido en un asunto que involucra múltiples sectores y la intervención tiene que hacerse también de manera integral para que tenga éxito; escuchar a los pueblos indígenas, se vuelve imprescindible.
En las palabras de cierre del cuarto y último conversatorio, la Mtra. Patricia Aldana, representante y directora de la Oficina en México de la OEI, subrayó la importante presencia de expertos nacionales e internacionales, quienes contribuyeron a hacer visibles los retos y necesidades de las comunidades indígenas frente a la pandemia del COVID-19, señalando que dichas comunidades tienen una gran capacidad de resiliencia con saberes comunitarios y ancestrales que tendrían que tomarse en cuenta para ser parte de la solución; las comunidades indígenas pueden aportar, la relevancia de preservarlas y fortalecerlas para considerarlas como parte de la solución y no como parte del problema.
Desde la OEI, sostuvo, se considera indispensable reconocer el gran patrimonio cultural que se tiene en la región, el respeto que merecen las comunidades indígenas y la necesidad de que nadie se quede atrás, como destaca el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Finalmente, reiteró el compromiso de contribuir a la construcción de sociedades incluyentes e integradas.
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Revive los anteriores conversatorios:
- 06 de julio: “Acceso a servicios educativos y participación familiar en la adaptación ante la contingencia”.
- 13 de julio: “La adaptación de la labor docente. Retos y posibilidades de la docencia en educación indígena básica durante la pandemia”.
- 20 de julio: “Derechos Humanos de comunidades indígenas y proceso educativo en el marco de la contingencia del COVID”.