Miradas sobre la educación en Iberoamérica 2013. Desarrollo profesional docente y mejora de la educación
Colección Documentos Institucionales El presente informe de 2013 sobre las Metas educativas 2021 aborda de forma monográfica la situación, la
Colección Documentos Institucionales
El presente informe de 2013 sobre las Metas educativas 2021 aborda de forma monográfica la situación, la formación y la evaluación del profesorado en Iberoamérica. Se trata de un asunto de gran importancia y cuyo tratamiento, como los anteriores, se ha elaborado con el compromiso de proporcionar información rigurosa, veraz y relevante para conocer el grado de avance hacia la consecución de las Metas. El documento aspira a convertirse en un instrumento de análisis y orientación de las políticas públicas en el ámbito del profesorado, con el fin de fortalecer la profesión docente y mejorar la calidad y la equidad de la educación.
Índice
Presentación Introducción Capítulo 1. La profesión docente en Iberoamérica
Capítulo 2. Seguimiento de las Metas 2021: la situación de la formación inicial y de la mejora continua docente en los países de la región
Capítulo 3. Formación inicial y acceso a la docencia
Capítulo 4. La formación en el desempeño de la docencia
Capítulo 5. Evaluación de los docentes, mejora profesional y de la educación
Capítulo 6. Conclusiones y propuestas de mejora
Bibliografía
Fragmento La Conferencia Iberoamericana de Ministros de Educación celebrada en 2012 en Salamanca, España, valoró positivamente la propuesta de que el informe del Instituto de Evaluación y Seguimiento de las Metas Educativas (IESME) de 2013 se realizara sobre el desarrollo profesional docente. Fue un acuerdo acertado pero no exento de dificultad. La decisión fue acertada por la importancia del profesorado para la calidad de la enseñanza. El cambio educativo, la innovación y las reformas futuras, la calidad de la enseñanza, en síntesis, depende de la preparación y del compromiso de los docentes. Así se estableció en el proyecto Metas Educativas 2021 y en los programas de acción compartidos. No es extraño, por tanto, que los jefes de Estado y de Gobierno, cuando aprobaron el proyecto Metas Educativas, declararan “fortalecer la formación docente inicial y continua, para responder a las demandas de un sistema educativo inclusivo, con calidad y pertinencia y orientado a la transmisión de conocimientos científicos y de saberes ancestrales y a la promoción de la convivencia en un marco de valores democráticos y éticos”. Sin embargo, la elaboración del informe no estuvo exenta de dificultades. El desarrollo profesional docente abarca múltiples dimensiones y se enfrenta a decisiones controvertidas y nada fáciles de poner en práctica. La formación inicial, los niveles exigidos para la selección de los docentes, la retribución económica, el tiempo y las condiciones de trabajo, la carrera profesional, la organización de las escuelas, la formación en ejercicio, la evaluación del trabajo docente y de las propias escuelas donde los docentes desempeñan su labor, son otras tantas dimensiones que es necesario tener en cuenta para comprender la labor profesional de los enseñantes. Los capítulos que constituyen este informe abordan la gran mayoría de estos elementos. El capítulo primero muestra el profesorado disponible en cada uno de los países y en las distintas etapas educativas, así como diversos datos sobre el número de alumnos por aula o las retribuciones de los profesores. El capítulo segundo propone un nuevo ordenamiento de la información precisa para dar cuenta de los indicadores contemplados en el proyecto Metas 2021 sobre profesorado. Los capítulos tercero y cuarto describen la formación inicial de los futuros profesores, cómo se accede a la docencia y cómo cada país organiza la formación continua de sus profesores; además, incluyen de forma extensa la situación de la formación docente en dos países: México y Uruguay. El capítulo quinto aborda un tema complejo: la evaluación de los docentes. En los dos primeros apartados se ofrece una perspectiva teórica y una revisión de los modelos internacionales más reconocidos; en el tercer apartado se da cuenta de la situación de la evaluación del profesorado en los países de la región, y en el cuarto apartado se ofrece una reflexión sobre la evaluación de los docentes y la mejora de la calidad de la educación. El informe concluye con un último capítulo en el que se incorpora un conjunto de reflexiones y de sugerencias que han de ser analizadas a la luz del contexto, de la historia y de las posibilidades de cada uno de los países. Además, se ha considerado oportuno que el informe y las propuestas contenidas en su último capítulo no se quedaran en un diagnóstico y en unas recomendaciones generales, sino que se avanzara en algunas iniciativas para llevarlas a la práctica. La primera de ellas se refiere a las conversaciones realizadas con los representantes de los profesores organizados en la Internacional de la Educación para América Latina. La segunda se concreta en el proyecto presentado a la consideración de los ministros de Educación sobre el desarrollo profesional de los docentes, con el fin de desarrollar y fortalecer el programa compartido que sobre esta temática se incluyó en el proyecto de las Metas Educativas 2021. En el primer caso, se pretende llegar a un acuerdo sobre un decálogo de principios orientadores: mejorar el funcionamiento de las instituciones responsables de la formación inicial y ampliar la formación continua y en servicio de los docentes; favorecer los procesos de diálogo y concertación entre las administraciones educativas y los sindicatos o gremios de los profesores para el establecimiento de sus condiciones de trabajo; promover procesos participativos de gobierno escolar y una evaluación integral de la educación; favorecer la educación inclusiva e intercultural, y apoyar iniciativas que contribuyan a la valoración social de los docentes. La segunda iniciativa se desarrolla en cinco líneas de acción que constituyen el núcleo principal del proyecto para colaborar en el desarrollo profesional: el apoyo al proceso de acreditación de las universidades e institutos de formación docente; la movilidad del profesorado no universitario, de los responsables y profesores de los programas de formación inicial y de los alumnos en prácticas; la oferta de cursos de formación a distancia del Centro de Altos Estudios Universitarios (CAEU) de la OEI; la elaboración de modelos y experiencias para el desarrollo profesional, su acceso a la profesión, la formación inicial y continua y los sistemas de evaluación de su práctica docente, y el apoyo y la supervisión a los profesores noveles. El documento que ahora se presenta en la Conferencia Iberoamericana de Ministros de Educación, que se celebra en Panamá el 12 de septiembre de 2013, aspira a convertirse en un instrumento de análisis y orientación de las políticas públicas en el ámbito del profesorado, con el fin de fortalecer la profesión docente y mejorar la calidad y la equidad de la educación. Álvaro Marchesi Ullastres |