Entrevista a Verona Batiuk, especialista en Educación Infantil de la OEI
Verona Batiuk, especialista en Educación Infantil y Alfabetización de la OEI habla sobre la primordial importancia de una educación de calidad en los primeros años de vida y de los proyectos que la OEI tiene entre manos para favorecer la Educación…
Verona Batiuk es especialista en Educación Infantil y Alfabetización de la Organización de Estados Iberoamericanos en Argentina. Como conocedora de las políticas públicas de primera infancia, calidad educativa y enseñanza, ha participado en el diseño de proyectos destinados a mejorar el nivel de educación inicial entre los más desfavorecidos. En esta entrevista, Batiuk habla sobre la primordial importancia de una educación de calidad en los primeros años de vida y de los proyectos que la OEI tiene entre manos para favorecer la Educación Infantil.
¿Cuáles son los principales problemas que tiene la Educación Infantil en Iberoamérica?
Hay dos cuestiones centrales que pueden señalarse y que hace a la construcción de un sistema inclusivo: la falta de oferta necesaria y la calidad de la oferta vigente. Por un lado, aun cuando los países de la región han hecho importantes esfuerzos por la atención y educación de los más pequeños en particular con el acceso masivo al sistema educativo a los 5 años y a través de programas para la primera infancia, quedan muchos pendientes para garantizar una atención universal para esta población.
Por otro lado, la calidad de la educación que se ofrece a los niños en las escuelas infantiles tiene importantes deficiencias. En estudios propios que realizamos en Argentina nos hemos encontrado con una importante proporción de propuestas desactualizadas desde el punto de vista didáctico, con una considerable proporción del tiempo en tareas no educativas (lo que Gibaja denominó tiempo inherte) y, en otros países también con propuestas que son propias del nivel primario, desligadas de un marco pedagógico centrado en el juego, tema singular y central para garantizar oportunidades educativas de calidad para la primera infancia. Es justo destacar igual algunas políticas muy buenas e interesantes por su calidad y su continuidad más centradas en atención integral como Chile crece contigo, Educa a tu hijo (Cuba) y De 0 a siempre (Colombia)
¿Qué medidas se pueden tomar para mejorarlos?
Para nosotros lo central es establecer líneas de cooperación con políticas de formación docente continua que tengan proyección de corto, mediano y largo plazo bajo la premisa de establecer claros aprendizajes prioritarios que la educación infantil no puede dejar de garantizar. Nuestros proyectos en la oficina de OEI Buenos Aires se centran precisamente en juego y alfabetización temprana, siendo este último el tema que abordamos en el Foro Iberomericano de Literacidad y Aprendizaje.
Asimismo, en lo que respecta a la oferta, es imprescindible articular y supervisar los circuitos no formales de cuidado y educación.
¿Cuáles son los aspectos fundamentales a los que se debe atender en los primeros años de educación de un niño?
Creo que se pueden reconocer tres pilares, de acuerdo a la literatura especializada. Lo primero, un cuidado adecuado que implique buen trato, amorosidad y complementariedad con las familias y la comunidad. Lo segundo, el juego, que es la principal experiencia de aprendizaje en edades tan tempranas, es un motor vital del desarrollo integral infantil y es un contenido cultural primordial para los niños pequeños. Finalmente, garantizar un primer acercamiento a la cultura de la que son parte los niños, tanto del terreno cercano (su comunidad) como de los más lejanos (otros lugares en el mundo, el espacio, la vida de los dinosaurios hace millones de años). Lo que puede llamarse alfabetización cultural en sentido amplio.
Un primer acercamiento a la alfabetización temprana, a la literatura; a las expresiones del arte (música, danza, plática); al mundo natural y al mundo social. Pero teniendo en cuenta que lo principal es que se aliente la curiosidad, la experimentación, la posibilidad de que los niños se hagan preguntas. No que se espere de ellos un conocimiento típicamente escolar, propio del nivel primario.
¿Cómo condicionan los primeros años de educación de los niños en su futuro?
Los condicionan, aunque siempre hay posibilidades de ofrecer oportunidades educativas que les permitan aprender durante su infancia. Voy a centrarme aquí solamente en los aspectos que hacen al desarrollo lingüístico y cognitivo, en línea con la temática del Foro y con las investigaciones de la Dra. Celia Rosemberg, investigadora argentina que coordina los desarrollos en materia de alfabetización de los proyectos OEI – Buenos Aires. Las investigaciones muestran que en los hogares en los que la lectura y la escritura constituyen situaciones frecuentes, durante los primeros 6 años de vida, los niños participan de muchas horas de experiencias alfabetizadoras que implican situaciones en las que los adultos proporcionan a los niños variedad de materiales para leer y escribir, les leen textos con frecuencia, incluso les enseñan a escribir palabras y en general mantienen diálogos frecuentes, fluidos y con una considerable variedad de conceptos y vocabulario. Estas experiencias les garantizan así diversos conocimientos sobre el lenguaje escrito y el lenguaje oral.
Pero no todos los niños cuentan con estas posibilidades en sus hogares. Tal es así que a los 6 años los niños pueden tener un repertorio de entre 6.000 y 14.000 palabras. Estas diferencias se explican por las posibilidades de alfabetización familiar y escolar.
Ahora bien, cuando existe la posibilidad de asistir al nivel inicial, las oportunidades de los niños de sectores vulnerables se acrecientan notoriamente, siempre que en las instituciones educativas se garanticen propuestas de enseñanza de calidad.
«A los 6 años los niños pueden tener un repertorio de entre 6.000 y 14.000 palabras. Estas diferencias se explican por las posibilidades de alfabetización.»
¿Qué mecanismos de concienciación deberían usarse para hacer ver a los gobiernos la importancia de una buena base educativa desde la infancia?
Yo diría que poner foco en lo prioritario: juego y alfabetización temprana, y en los sectores más vulnerables, para construir un sistema educativo que garantice la inclusión, con un mensaje claro y sostenido.
¿Qué papel juegan los padres y la familia en los primeros años de educación de su hijo?
Un papel fundamental. Son quienes construyen subjetividad, quienes acogen a los recién llegados, quienes los sostienen con amor. Los principales responsables de su cuidado y educación. El desafío es que las instituciones de educación inicial trabajen codo a codo con las familias en la conformación de lazos de sostén, confianza, respeto, de complementariedad con los niños y sus familias.
¿Han aumentado las nuevas tecnologías las oportunidades educativas de los niños?
No necesariamente. Los datos que mencioné antes sobre la disponibilidad de vocabulario en niños de 6 años muestran desigualdades notorias aun cuando los niños de sectores vulnerables tengan acceso temprano y directo a celulares inteligentes de sus padres y familias.
¿Cuáles son las acciones de la OEI más destacadas para mejorar las oportunidades educativas desde el nivel inicial?
En Argentina desde 2009 venimos trabajando en proyectos de cooperación para la mejora de la calidad y por una plena inclusión educativa junto con UNICEF y varios gobiernos subnacionales, apoyando a población que se encuentra en situaciones alta vulnerabilidad social. Hemos trabajado con intervenciones directas a través de proyectos de formación del profesorado en ejercicio con un alcance de 25.020 niños, 1.904 maestros, equipos directivos y personal de apoyo en un total de 665 centros hasta el momento.
Nuestras prioridades son niños en situación de pobreza de ámbito urbano y rural, de centros oficiales y comunitarios y de comunidades aborígenes. Este trabajo incluyó en estos años la producción de 17 publicaciones de distribución gratuita con el principal apoyo de UNICEF Argentina que pueden consultarse en nuestra web.
También cabe destacar la reciente apertura del Instituto Iberoamericano de Primera Infancia que busca ser un centro de referencia en el trabajo por los derechos y el bienestar de los menores de 8 años de la región, posicionando el tema en la agenda de los países de la comunidad iberoamericana y contribuyendo a la cooperación entre los estados para promover políticas públicas y prácticas sociales que potencien el desarrollo integral de la Primera Infancia. Es una iniciativa conjunta entre la OEI y el Gobierno de Chile.
Otra iniciativa iberoamericana fue el Programa capacitación coordinado por Maria Victoria Peralta. Me refiero al curso de formación promovido por la OEI en el marco del proyecto Metas Educativas 2021 cuyo objetivo fue brindar calificación y formación a agentes que de hecho presentan servicios de cuidado en diversos tipos de instituciones y no cuentan con una formación en la especialidad.
¿Cómo influyen los eventos como el VI Foro Iberoamericano de Literacidad y Aprendizaje a la hora de difundir el mensaje?
Creo que lo hacen de manera sustantiva, difundiendo resultados de investigaciones y proyectos y programas de toda la región y posicionándose, tal como lo planteaban en su lema, “para fomentar la equidad a través de comunidades de lectores y escritores: un reto para el Siglo XXI”
¿Cuáles fueron las ideas con más fuerza en su intervención en el VI Foro de Literacidad y Aprendizaje?
La primera es que la alfabetización temprana es un tema prioritario de la educación infantil y que deben abordarse en particular propuestas de enseñanza que promuevan el desarrollo de la oralidad en los niños pequeños. Según nuestros estudios parece estar vigente una representación por parte del profesorado acerca de que la oralidad no es un contenido que requiera de una planificación específica, no se constituye en objeto de reflexión didáctica. Este es un tema que necesita abordajes específicos ya que en la educación infantil, la promoción del lenguaje oral, de la compresión de textos leídos por otros y de la propia producción de textos orales resulta un asunto crucial en el proceso de alfabetización de niños de tan corta edad.
La segunda es que para construir un sistema educativo con inclusión es indispensable atender a las poblaciones que se encuentran en situaciones más críticas ya que efectivamente cuando median intervenciones de formación centradas en las prácticas profesionales con proyectos de entre dos y tres años de duración, se alcanzan mejoras sustantivas en las propuestas de enseñanza y en los aprendizajes de los niños que ven expandidas e intensificadas sus oportunidades educativas.