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La Carta Cultural Iberoamericana, quince años enalteciendo la cultura de la región

La Carta Cultural Iberoamericana, quince años enalteciendo la cultura de la región

El próximo 5 de noviembre la Carta Cultural Iberoamericana cumplirá 15 años de haber sido adoptada como el documento que recoge los principios y valores que componen la cultura de la región. Hoy, este instrumento impulsado por la OEI es un activo importante para Iberoamérica por sus aportes significativos en la configuración de planes, programas y legislaciones en materia de cultura en todos los países de la esfera iberoamericana.

Iberoamérica es conocida como una de las regiones con más diversidad cultural del mundo, pero es, al tiempo, una de las más cohesionadas por compartir una cultura moldeada a partir de vínculos históricos, sociales y lingüísticos. Estos elementos, sumado a una población de casi 700 millones de personas, sin duda, posicionan a Iberoamérica como una potencia cultural en el mundo.  

Bajo estos preceptos, en el 2006, los Presidentes y Jefes de Estado de los países iberoamericanos reunidos en Montevideo, Uruguay, decidieron adoptar la Carta Cultural Iberoamericana como un instrumento tangible para recoger en un mismo marco las bases para la cooperación cultural en la región a partir de su diversidad y riqueza cultural. Con la puesta en marcha de esta carta se reconoce por primera vez en Iberoamérica el valor de la cultura como pilar indispensable del desarrollo social y económico de la región y se destaca como aporte fundamental para la cohesión social y una verdadera cultura de paz; todo ello en línea con los principios del desarrollo sostenible que después recogería la Agenda 2030 en el 2015. 

Un hito histórico para Iberoamérica 

Poner en común lo que representa y, sobre todo, lo que significa la cultura para una región tan vasta como Iberoamérica es uno de los principales logros de la carta. El camino para su aprobación se inició en el año 2000, con la entrada del nuevo milenio, en donde se puso sobre la mesa la necesidad de contar con un documento de estas características en la región, todo ello a la luz de los avances que ya se venían presentando en esa época como la declaración de la diversidad cultural como «patrimonio común de la humanidad» por parte de la Unesco o el inicio de una agenda de cooperación cultural liderada por las ministras y los ministros de Cultura en las Conferencias Iberoamericanas.  

Ya en la XIV Cumbre Iberoamericana, celebrada en San José de Costa Rica en 2004, el debate se centraba en la necesidad de construir “nuevos mecanismos de cooperación cultural iberoamericana que fortalezcan las identidades y la riqueza de nuestra diversidad cultural y promuevan el diálogo intercultural”. Así, tomando en cuenta las previsiones de la Convención para la protección y la promoción de la diversidad de las expresiones culturales de la Unesco en 2005, el mandato de la XVI Cumbre Iberoamericana de Salamanca, España, fue claro: “elaborar una Carta Cultural Iberoamericana que, desde la perspectiva de la diversidad de las expresiones culturales, contribuya a la consolidación del espacio iberoamericano y al desarrollo integral del ser humano y la superación de la pobreza”.  

Iberoamérica: un espacio de cooperación cultural 

Luego de aprobada, los principios de la carta debían implementarse en la región, por lo que se desarrollaron en los años siguientes diversos planes de acción, especialmente, para sustentar el desarrollo de políticas públicas en los países con el respaldo y la orientación de la carta. Con ello, el impulso de la carta y sus principios se concretan con el arranque de diversos foros regionales dedicados a potenciar ámbitos como la creación artística, el patrimonio cultural, la educación y cultura, las culturas tradicionales y el medio ambiente, aspectos recogidos en la carta y que para la cultura iberoamericana son fundamentales. En 2016, junto a la celebración de su décimo aniversario, se incluyeron la perspectiva de género y agenda digital cultural.  

Otro de los avances de la carta es su principio de apertura y equidad, que se manifiesta en su objetivo de poner en circulación los intercambios en materia cultural con reciprocidad y equidad a partir de sus versiones en varias lenguas: español, portugués, gallego, euskera, catalán, aimara, quechua, quechua Ayacucho, guaraní, inglés, francés, árabe y alemán.  

Todos estos elementos han servido, por tanto, como apoyo para la definición de políticas culturales, muchas de ellas recogidas en las recientes Leyes Orgánicas de Cultura de varios países de la región y al desarrollo de proyectos y actividades concretas bajo las dinámicas de la cooperación Sur-Sur.  

 

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La carta quince años después 

En el marco del 15 aniversario de este documento, la OEI destacará su papel protagónico con la celebración del Congreso Iberoamericano de Cultura: XV Aniversario de la Carta Cultural Iberoamericanaevento en formato híbrido que tendrá lugar los próximos 4 y 5 de noviembre en la misma ciudad que la vio nacer: Montevideo. El objetivo del congreso será avanzar en el desarrollo y actualización de la carta de cara al futuro en aspectos que han evolucionado mucho en los últimos años en Iberoamérica, tales como las industrias culturales y creativas, la gestión del patrimonio o la cultura digital, entre otros.  

Este espacio para el debate y la reflexión, que coincidirá también con la celebración del Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible, buscará tender puentes hacia la construcción de conocimiento conjunto en estos nuevos ámbitos y sumar aportaciones para el fortalecimiento y consolidación de la carta como marco político e institucional para la cultura iberoamericana.