La innovación en Latinoamérica y el Caribe
La Economía Naranja y las Industrias Creativas crearon en 2015 1,9 millones de empleos en la región.
La creatividad será la tercera habilidad más valorada por las empresas para el año 2020. Así lo avala el informe del Foro Económico Mundial (WEF) ‘El futuro de los trabajos 2016: Empleo, habilidades y estrategia de la fuerza de trabajo para la cuarta revolución industrial’. EL documento refleja como en apenas cinco años –desde 2015– la capacidad de innovación va convertirse en algo imprescindible para afrontar los retos que se nos presentan con el avance imparable de las nuevas tecnologías.
En el centro de esta ‘economía creativa’, también denominada ‘Economía Naranja’, se encuentran las Industrias Culturales y Creativas (ICC). Este nuevo concepto fue desarrollado por Felipe Buitrago Restrepo, consultor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la publicación ‘La Economía Naranja. Una oportunidad infinita’. Las ICC hacen referencia a las empresas emprendedoras que ofrecen bienes y servicios basados en ideas cuyo valor reside en su condición de propiedad intelectual.
El valor de la Economía Naranja está en auge, el BID calcula que si las Industrias Creativas fueran una economía mundial ocuparían el cuarto puesto, con 4,3 billones de dólares de beneficio. La región de Latinoamérica y el Caribe es una de las que más provecho saca de este sector. En 2015 se crearon 1,9 millones de empleos gracias a las ICC, lo que generó unos ingresos de 124 mil millones de dólares.
Ante estas sorprendentes cifras, el Banco Interamericano de Desarrollo decidió realizar una investigación que profundizase en los ingenios secretos de la región para darles la difusión que se merecen. Así surgió el e-book ‘Economía Naranja: Innovaciones que no sabías que eran de América Latina y el Caribe’, en el que se recogen los proyectos innovadores con más impacto que se han llevado a cabo en 12 países de América Latina y el Caribe: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Jamaica, México, Perú y República Dominicana.
Estas start ups pertenecen a sectores tan diversos como el de la arquitectura, la moda o la música, pero a través de sus productos buscan mejorar vidas, dar el salto a los mercados globales y destacar la identidad cultural de sus pueblos aunando la ciencia, la tecnología, el arte y la creatividad.
allGreenup es uno de los proyectos destacados del e-book. Esta original empresa chilena creó en 2013 una aplicación móvil internacional que promueve el compromiso medioambiental a través de un sistema de incentivos. Cada vez que el usuario realiza deporte, recicla, se mueve en medios de transportes sostenibles o se mantiene informado sobre las causas medioambientales recibe ‘puntos verdes’, que son canjeables por descuentos en las marcas asociadas como Samsug o Uber.
Andrés y Sebastián Luongo son los dos ingenieros detrás de esta innovadora iniciativa. La falta de compromiso real con el bienestar del planeta en la vida cotidiana fue lo que les llevó a desarrollar esta aplicación, ya operativa en Chile, Argentina, México, Perú y San Francisco con una versión en inglés.
Ésta es solo uno de los 50 proyectos que se reflejan en el libro digital del Banco Interamericano de Desarrollo. El BID nació en 1959 con el fin de ser una fuente de financiación de programas de desarrollo económico y social que favorecieran la integración comercial en América Latina y el Caribe.
El fomento del emprendimiento en la región se encuentra actualmente entre sus principales líneas de acción, con otras iniciativas como ‘Idear Soluciones para mejorar vidas’, una serie de conferencias que se celebran periódicamente en la que se reúnen expertos de diferentes ámbitos para buscar soluciones innovadoras a los problemas de América Latina y el Caribe.