La pandemia ha acentuado la incertidumbre del contexto y exige que los y las jóvenes desarrollen habilidades y competencias claves para su inclusión
Según el informe «Educación, juventud y trabajo. Habilidades y competencias necesarias en un contexto cambiante» de la OEI y Cepal, la automatización es uno de los grandes retos a los que se enfrentan los jóvenes iberoamericanos, que afectará especialmente a los de baja y media cualificación. En el informe se advierte que casi un tercio de las mujeres de 15 a 29 años en la región no pueden acceder al mercado de trabajo al terminar sus estudios, comparado con el 11% de los hombres, brecha que se puede profundizar como consecuencia de la pandemia.
¿Cuáles son las nuevas competencias que se deben enseñar para garantizar la inserción laboral de los jóvenes iberoamericanos? ¿Qué características presenta el mercado laboral de la región y cuáles son sus perspectivas de futuro? Estas y otras preguntas encuentran respuesta en el informe Educación, juventud y trabajo. Habilidades y competencias necesarias en un contexto cambiante, un riguroso estudio realizado por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) junto a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL) que analiza cómo los sistemas educativos de la región iberoamericana desarrollan las habilidades necesarias para que niños, niñas y jóvenes estén mejor preparados al momento de acceder al mercado laboral, un escenario donde el cambio continuo y acelerado es la mayor certeza.
El informe fue presentado por Mariano Jabonero, secretario general de la OEI, y Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, en el marco del 78º Consejo Directivo de la OEI, realizado el pasado martes, 1 de diciembre, de manera híbrida, —presencialmente entre Madrid, España y Santo Domingo, República Dominicana, y vía telemática para el resto de la región—, con la participación de los 23 ministros y ministras de Educación de la comunidad iberoamericana (o sus altos representantes).
En palabras de Mariano Jabonero, “la inversión en innovación, educación y empleo dirigida a los segmentos juveniles es central para generar bases sólidas en pro del logro de los objetivos de cambio estructural para la igualdad. Para ello, las iniciativas como la que anima este estudio son imprescindibles, tal como lo establece el objetivo 17 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que nos insta a trabajar juntos para lograr su cumplimiento”.
Por su parte, Alicia Bárcena ha destacado que este tipo de investigaciones se hacen necesarias en un escenario donde ya se observaba una clara desaceleración del crecimiento económico de la región. “La CEPAL proyecta una caída del 9,1% en 2020, lo que representa la peor crisis en cien años y un retroceso de 10 años en el PIB per cápita regional”, ha expuesto. Asimismo, ha recalcado la necesidad de revisar las prioridades de los currículos académicos para la región, teniendo en cuenta el impacto de la cuarta revolución industrial, lo que implica grandes cambios en las habilidades que se requieren porque “indudablemente habrá desaparición y creación de nuevos puestos de trabajo”.
Brecha digital y automatización del empleo: el reto de los jóvenes iberoamericanos
Entre los hallazgos del estudio, se advierte que las brechas y desigualdades acentuadas por la crisis de la pandemia que afectan a los jóvenes de la región son más marcadas en el caso de las mujeres, imposibilitando el acceso a puestos de trabajo decente. Ello se combina, muchas veces, con la necesidad de dedicarse a actividades de cuidado no remuneradas, o con situaciones de desempleo o de empleo precario, todo lo cual aumentan sus probabilidades de vivir en situación de pobreza. El informe concluye que, en Iberoamérica, cerca de un tercio de las mujeres de 15 a 29 años se encuentra en situación de inaccesibilidad al mercado de trabajo luego de terminar sus estudios, en contraste con solo un 11% de los hombres. Esta situación se evidencia más significativamente en mujeres de poblaciones indígenas y comunidades afrodescendientes.
Por otra parte, el estudio hace hincapié en el desfase existente entre las habilidades en las que se enfoca la formación que imparten los centros educativos y las requeridas por el sistema productivo, desfase que, de no corregirse con prontitud, se incrementará aún más en el futuro. En ese sentido, el informe señala que la aplicación de modelos educativos centrados en las competencias sigue siendo una práctica en curso, cuya consolidación requiere una articulación a nivel de las políticas educativas, las políticas curriculares y las políticas de evaluación.
Otro de los hallazgos del estudio pone el foco en los riesgos y oportunidades que surgen para los jóvenes como consecuencia de los procesos de automatización, como lo demuestra el hecho de que, en el futuro, cerca de la mitad de las ocupaciones podrán ser automatizadas y que las personas con baja y media cualificación, especialmente los jóvenes, son quienes podrán verse más afectados por ese riesgo.
Las recomendaciones del estudio
Ante los desafíos que supone la implementación de las competencias y habilidades descritas en los sistemas educativos de la región, el estudio destaca la centralidad de la noción de competencia en la región, no solo por su relación con el empleo, sino también por sus alcances socioemocionales y cognitivos.
Asimismo, el informe recomienda hacer frente a la desigualdad, disminuyendo las brechas que perjudican a quienes se enfrentan a situaciones de mayor vulnerabilidad y a los efectos de pérdida de empleos que generará la automatización. Contar con políticas de capacitación y formación a lo largo del ciclo de vida se torna imprescindible.
Por último, el estudio pone de relieve los valores y creencias que se deben promover y desarrollar en torno al concepto de ciudadanía: global, iberoamericana, democrática, respetuosa del medio ambiente y de la cultura de legalidad.