Susana Malcorra (excanciller argentina): “La reconstrucción pospandemia en Iberoamérica requiere de inclusión, consenso y una mirada a largo plazo, al margen de urgencias políticas”
La experta en relaciones internacionales ha puesto en evidencia la falta de relevancia de Iberoamérica en el contexto internacional, al tiempo que ha alertado de los peligros de que esta última se convierta en escenario de la guerra comercial entre EE.UU. y China.
Esta mañana la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) ha realizado el coloquio Iberoamérica: análisis político de una región, con el fin de analizar en profundidad las cuestiones más relevantes de la actualidad política de Iberoamérica y el impacto que este escenario puede tener en la educación, la ciencia y la cultura, así como los desafíos compartidos por la región de cara al periodo pospandemia.
El encuentro, que ha sido retransmitido en directo y cuya grabación puede visualizarse en el canal de la OEI en Youtube, ha tenido como anfitrión al secretario general de la OEI, Mariano Jabonero, quien conversó con Susana Malcorra, ex canciller de la República Argentina y experta académica en relaciones internacionales, y ha estado moderado por José Ignacio Torreblanca, periodista y director de la Oficina en Madrid del European Council on Foreign Relations.
Mariano Jabonero ha iniciado el encuentro exponiendo que la pandemia ha agravado una situación política en Iberoamérica ya muy complicada antes de la crisis sanitaria. Una idea en la que ha coincidido y que ha descrito así Susana Malcorra: “¿Cómo estaba Iberoamérica en el momento en el que llegó el COVID? En una región donde el nivel de informalidad en el trabajo y la economía se encuentra por encima del 50%, con porcentajes muy grandes de hacinamiento de la población, la llegada de la crisis sanitaria puso de relieve la debilidad de los sistemas de salud (donde no salir a ganarse el sustento implicaba no tener supervivencia a causa de hambre). Esto indudablemente hizo muy difícil aplicar las técnicas básicas de ataque contra el virus, como el confinamiento”. Pero, además, en opinión de Malcorra, “la falta de un armado regional que permitiese el diálogo o la toma de decisiones de forma más colectiva también fue un lastre en una región ya de por sí fracturada y dividida”.
Pasando del análisis social al económico, la ex canciller argentina ha asegurado que hay países iberoamericanos que en 2022 o 2023 podrán recuperar la situación económica previa a la pandemia, pero que, en cualquier caso, cree que estamos ante una oportunidad para reconstruir lo que se ha destruido “apostando por el consenso y dejando a un lado las urgencias políticas, que pueden afectar a la mirada hacia el horizonte”.
Malcorra ha expuesto que ya en la pre-pandemia, una clase media-baja volvió a ser pobre y la media-media está actualmente lindando la pobreza. “Los colectivos a los que vimos protestando en las calles en debido a la carencia de bienes públicos, como la salud y la educación (de calidad e igualitaria, no dependiente de la capacidad de pago de cada uno) son una expresión de la brecha de desigualdad en Iberoamérica, la más grande del mundo, que la pandemia agravó. Y esto afecta al tejido social, a la economía y al vínculo de la ciudadanía con la política y aquí es preciso generar un cambio y construir proyectos ilusionantes e inclusivos. La inclusión es el gran problema estructural de Iberoamérica”, ha concluido.
La experta se ha remontado a 2008 para argumentar que aquella crisis económica puso en evidencia cómo los Gobiernos actuaban rápidamente para salvar a empresas, sector financiero… y qué poco actuaba en el mismo sentido en el caso del rescate a los ciudadanos. De ahí, en su opinión, derivó un malestar social que tuvo su estallido en las calles, coincidiendo con el auge de las redes sociales y la desintermediación de la información por parte de los medios de comunicación. En el caso de Latinoamérica, ha proseguido Malcorra, los tradicionales populismos y nacionalismos de la región han creado mesianismos que han simplificado la respuesta a la pandemia. “Cuando el distanciamiento social se disipe o relaje volveremos a ver estos procesos”, ha vaticinado aludiendo a lo que ya hemos visto en Colombia con el estallido social motivado por la revisión fiscal.
Por último, Malcorra ha alertado de que el grupo de América Latina y el Caribe está al margen de la cooperación internacional, mientras que se ha cedido ese protagonismo a otras regiones como la africana. “¿Cómo nos ven desde afuera? Es casi imposible vincularse con la región debido a la división profunda que existe como grupo. Al mismo tiempo, esta es la región donde se va a librar la batalla entre Estados Unidos y China, lo cual no es buena noticia. Latinoamérica nunca ha salido bien parada cuando ha sido el escenario de las batallas de otros. Y, además, es dependiente tanto de uno como del otro. Y mientras, la Unión Europea no ha entendido el valor de Latinoamérica en el ámbito geopolítico y de la cooperación internacional”.
Encuentros OEI de alto nivel
Este encuentro es el cuarto de este tipo de desayunos informativos realizados por la OEI para analizar los desafíos actuales en materia de cooperación, educación, ciencia y cultura en Iberoamérica, con invitados de alto nivel, como la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena; y las ministras de Exteriores y de Educación de España, Arancha González Laya e Isabel Celáa, respectivamente.
En el primero de estos desayunos informativos, que tuvo lugar en junio de 2019, la Secretaria Ejecutiva de CEPAL aseguró que “la productividad en América Latina es como un paciente en terapia intensiva” y abogó por una apuesta decidida por la educación a lo largo de toda la vida.
En el segundo encuentro, Cooperación y COVID-19: el rompecabezas iberoamericano, realizado el pasado noviembre, la ministra González Laya aseguró que “el objetivo del Gobierno con respecto a Iberoamérica es construir comunidad desde lo concreto, lo anclado en el terreno y que dé respuestas a los problemas reales de los ciudadanos”.
Finalmente, durante el coloquio Oportunidades para la cooperación educativa en Iberoamérica, celebrado en mayo pasado, la ministra Celaá remarcó que “la escuela debe estar abierta” y que es “un lugar seguro”, al tiempo que aseguró que la brecha digital en Iberoamérica, acrecentada por la pandemia de COVID-19, precisa de la movilización de recursos.