Foro Iberoamericano de Alto Nivel de Ciencia y Tecnología: la cooperación científica en Iberoamérica a debate
En el marco de la Semana Internacional de la Ciencia y Tecnología, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia, y la Cultura (OEI) y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina realizaron el Foro Iberoamericano de Alto Nivel de Ciencia y Tecnología.
La inauguración estuvo a cargo de Mariano Jabonero, secretario general de la OEI, quien destacó que «el objetivo de esta reunión es que la ciencia ocupe un lugar relevante en el armado de las políticas de nuestros países. El estallido de la pandemia nos sorprendió en un momento de debilidad, con una pérdida del 0,69% al 0,65% en la participación de la ciencia en el PBI de la América Latina. Ahora, tras estos años difíciles, queda demostrado el valor social de la ciencia».
Daniel Filmus, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina, agradeció la presencia de las autoridades que asistieron a la cumbre y destacó el valor de reunirse, por primera vez tras la pandemia de COVID-19, de manera colectiva y en una misma sede, para trabajar en los múltiples desafíos que enfrenta Iberoamérica en materia de ciencia y tecnología. Alcanzar el 1% de PBI de inversión en ciencia y tecnología tiene que ser un objetivo de todos los países de la región, reflexionó.
En otra parte de su intervención inaugural el Secretario General dijo: “Pongo a disposición de todos Vds. la acreditada experiencia que la OEI tiene en el ámbito de la ciencia. Que como saben es una de las áreas misionales de nuestra Organización.
Luego de la apertura se dio lugar al primer espacio de debate que tuvo como eje vector la siguiente pregunta ¿Cómo garantizar la estabilidad del financiamiento para la ciencia ante las coyunturas económicas? ¿Cómo integra la investigación y el desarrollo con la innovación en el entorno de los sistemas productivos locales, maximizando el impacto económico y social de la inversión en ciencia y tecnología?
Brian Erazo, coordinador de investigación e innovación de SENACIT de Honduras se preguntó: ¿A quién estamos beneficiando con nuestra tarea? Necesitamos orientar nuestros sistemas de becas para que hay mayor equidad, así como preocuparnos por la divulgación de la ciencia en los niveles iniciales de la escolaridad.
Por su parte, Andrea de Lourdes Ibáñez Zapata, subsecretaria general de educación superior, ciencia, tecnología e innovación de Ecuador, dijo que se necesitan crear un marco normativo y reglamentario que permita generar más flexibilidad a la hora de emprender en ciencia, tecnología e innovación.
El segundo tramo de intervenciones comenzó con Arturo Luis Luna Tapia, ministro de ciencia, tecnología e innovación de Colombia, quien presentó el plan de trabajo y agenda del ministerio que conduce en cuanto a sus políticas de investigación e innovación orientadas por misiones de diplomacia científica. EL plan que coincide con varios de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), como la generación de energía asequible y no contaminante.
A continuación, Delia Aideé Orozco Hernández, directora adjunta de desarrollo tecnológico, vinculación e innovación del CONACYT de México, repasó los puntos más importantes del plan de la institución para humanidades, ciencias, tecnologías e innovación (HCTI). Bernabé Eduardo Felippo, presidente de CONACYT de Paraguay resaltó la importancia de generar alianzas público-privadas para retener talentos y atraerlos de vuelta.
Bajo la pregunta: ¿Cómo diseñar una carrera investigadora que contribuya a fortalecer el sistema CYT en su conjunto y fomente investigaciones de mayor calidad e impacto? ¿Cómo impulsar una mayor formación de los investigadores acordes con los estándares internacionales? Gonzalo Arévalo, director general de planificación de la investigación en el Ministerio de Ciencia e Innovación de España, describió la reforma que el país ibérico está desarrollando a su ley de ciencia y tecnología, con el propósito de alcanzar el 1,25% del PBI en inversión en CTI. Elba Rosa Pérez Montoya, ministra de ciencia, tecnología y medio ambiente de Cuba, mencionó el aspecto demográfico como fundamental para consolidar recursos humanos en materia de ciencia, tecnología e innovación, y alcanzar, captar y formar a jóvenes investigadores que persigan el desarrollo de nuevos conocimientos.
Para finalizar con esta etapa de las intervenciones, Ana Judith Chan Orantes, secretaria nacional de ciencia y tecnología de Guatemala, hizo un recorrido de las temáticas que el gobierno de ese país estableció como prioritarias dentro del espectro de la ciencia y la tecnología: cambio climático, desarrollo sostenible, smart cities, entre otras.
Participaron de este encuentro ministros y altas autoridades de 20 países, organismos como UNESCO, CPLP y Unión Africana, agencias públicas y privadas de investigación y universidades de distintos países de la región. Para debatir acerca de las orientaciones que debe adoptar la cooperación científica en Iberoamérica
El ultimo panel abordó el interrogante: ¿Cómo integrarse a redes mundiales de investigación sin perder de vista las demandas locales? ¿Cómo pueden los países más desarrollados de Iberoamérica apoyar a los que se encuentran en estadios previos? ¿De qué manera puede convertirse la Ciencia en una herramienta diplomática que contribuya a la proyección internacional de un país?
Carlos Enrique Alvarado Briceño, ministro de ciencia, innovación, tecnología y telecomunicaciones de Costa Rica, inició una discusión acerca de las posibilidades que tiene América Latina para integrarse a las redes mundiales de investigación sin perder de vista las demandas sociales de sus pueblos.
También se habló sobre cómo diseñar una carrera que contribuya a fortalecer el sistema CYT en su conjunto y fomente investigaciones de mayor calidad e impacto, y cómo impulsar una mayor formación de los investigadores acordes con los estándares internacionales. Se expuso también de qué manera puede convertirse la ciencia en una herramienta diplomática que contribuya a la proyección internacional de un país.
Alberto Majó Piñeyrúa, encargado de despacho de la Dirección Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología de Uruguay, defendió la idea de que cada país -sean cuales sean las dimensiones y los alcances de sus sistemas de ciencia- tenga su propia agenda de trabajo y marque sus prioridades respecto del camino a seguir en el ámbito científico-tecnológico, con el propósito de potenciar a posteriori esa misma agenda y esas mismas prioridades en la cooperación con otros países.
Hubo distintos puntos sobre cómo integrar la investigación y el desarrollo con la innovación en el entorno de los sistemas productivos locales, maximizando el impacto económico y social de la inversión en ciencia y tecnología.
Paulo César Rezende de Carvalho Alvim, ministro de Estado de ciencia, tecnología e innovación de Brasil, propuso vías potenciales y estratégicas para que los países más desarrollados de Iberoamérica apoyen a aquellas naciones que se encuentran en estadios previos de desarrollo. Por su parte, Benjamín Marticorena Castillo, presidente de CONCYTEC de Perú, indicó que cada país tiene campos de interés y especificidad que comparte con países vecinos, recursos naturales y problemas compartidos, y recomendó explotar esas áreas comunes con las herramientas diplomáticas de la cooperación internacional.
Amelia Polónia, del Consejo Directivo de la Fundación para la Ciencia y la Tecnología de Portugal, brindó ejemplos concretos de promoción y uso del instrumental diplomático para ayudar a que países que se relacionan entre sí se beneficien mutuamente en sus respectivas proyecciones internacionales.
Para finalizar se abrió un espacio de conclusiones y se pasó a la presentación de un plan de acción encomendado a la OEI en materia de ciencia. El objetivo de este Foro fue abrir un espacio de debate y reflexión entre los ministros iberoamericanos responsables de las políticas de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) acerca de qué iniciativas de cooperación científica se pueden adoptar para incrementar las capacidades y resultados de sus sistemas de I+D+i. Todo ello con el fin último de hacer que la Ciencia logre transformar Iberoamérica