Primera Mesa del Foro CILAC organizada por OEI tuvo como eje central la medición del impacto de la ciencia y tecnología
La OEI por medio de su equipo del Observatorio Iberoamericano de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad de la OEI (OCTS-OEI) a cargo de Rodolfo Barrere, organizó la sesión temática - ¿Es posible medir el impacto social de la ciencia y la tecnología? Los ponentes fueron: Alejandra Boni, subdirectora CSIV-UPVN, María Elina Estébanez, REDES una institución que gestiona el Centro Sobre Desarrollo y educación Superior, Matías Ramirez, ex investigar de SUSSEX Consorcio de Políticas de Educación Transformadora.
La sesión tuvo como eje fundamental medir el impacto social de la ciencia y la tecnología que representa un desafío ya que posee gran complejidad metodológica debido a la multifactorialidad del impacto del conocimiento en la sociedad y la imposibilidad de definir de antemano la ventana temporal en la que ese impacto se produce. A nivel mundial contamos con tecnologías muy desarrolladas para medir distintos aspectos de ciencia y tecnología, pero no tenemos una metodología general para medir el impacto social.
María Elina Estébanez la oradora realizó un recorrido histórico sobre la Red Iberoamericana e Interamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICyT). En la primera de ellas, que abarca el período 1997-2000, “el organismo se dedicó a puntualizar que el impacto social tenía que ver con los problemas del desarrollo social humano (la salud pública, la educación, la mortalidad infantil, entre otros)”. Se preguntaba acerca de la posible contribución de la ciencia y la tecnología en resolver estos problemas. En una segunda etapa, entre 2000 y 2008, la red comenzó a aplicar estudios a casos empíricos. Para ello utilizó, por un lado, estudios de correlaciones macro entre indicadores sociales y de ciencia y tecnología y por otro, instancias de mediación entre ciencia y sociedad. En una última y tercera etapa, desarrolló dos herramientas estandarizadas de indicadores que dan posibilidad de caracterizar las prácticas que se encuentran asociadas al mejor uso y la posibilidad de generar impactos, entre ellos el manual de indicador de vinculación al entorno socio-económico y actividades de transferencia universitaria. “Actualmente se está aplicando al estudio de flujo de conocimiento en el caso del covid-19. Específicamente, cómo usa la profesión de enfermería en la región latinoamericana y el impacto de ese flujo de conocimiento en la atención de pacientes en tres países distintos”, cerró.
Alejandra Boni presentó avances de un proyecto de la Red Multi Bien financiada por la CITEP en el área de ciencia y sociedad. Dicho proyecto incluye diversas instituciones de Iberoamérica. El mismo pretende explorar las interacciones universidad-sociedad y cómo contribuyen al bienestar de las personas. Participan en este proyecto: 16 grupos con 88 investigadores en 7 países. Principalmente universidades de Brasil, Argentina, Uruguay, Colombia, España, Portugal y Costa Rica. Participa OEI como organismo unilateral y la ONG Educo.
“Entendemos el bienestar de una manera multidimensional. En este caso se midió a partir de entrevistas. Se estudiaron 16 experiencias que exploran la relación universidad-sociedad. 9 de ellas se basaban en investigación, 2 en formación universitaria, 1 en diseño de política universitaria, 3 de extensión social y 1 engloba actividades misionales de la universidad” expresó.
Expuso una experiencia de cada una. La primera incluía una incubadora tecnológica en una universidad Río de Janeiro, Brasil a base de formación, asesoría técnica y seminarios. La segunda es una experiencia de formación en España, en Valencia donde los estudiantes se desplazan a un barrio y realizan actividades con herramientas participativas. La última experiencia en Medellín, Colombia trata de apropiación y adaptación de espacios verdes. En las tres experiencias se observó mejora subjetiva y material: mejora en la conciencia social y laboral, en el autoestima de los participantes, fortalecimiento de vínculos comunitarios y consolidación de pensamiento crítico.
En base a estas experiencias Boni propuso recomendaciones a las universidades: fomentar las prácticas integrales que incluyan investigación, docencia y extensión para tener contacto de manera directa con los problemas locales y fomentar el encuentro entre distintos actores sociales. “Es fundamental que la universidad promueva un acceso amplio y equitativo. Además, que salga de manera presente a los diferentes territorios y así buscar conjuntamente mejores formas de abordar la problemática de los territorios” cerró.
Para finalizar Matías Ramírez presentó un trabajo empírico para promover y pensar transformaciones en el sistema de investigación. Analizó la producción del sistema de investigación en cuanto a su cantidad de artículos científicos que tratan específicamente los Objetivos de Desarrollo Sostenible. A partir de allí, creó mapas de conocimiento diversos.
Sostuvo que es necesario realizar un trabajo profundo para llevar a la transformación. En ese sentido, el sistema de investigación tiene trabas. Según el orador, “uno de los problemas es que el sistema educativo está separado en disciplinas y por ello, es importante buscar puentes entre las disciplinas”.
Afirmó que “el mayor porcentaje de artículos científicos producidos por el sistema de investigación mexicano abordan los ejes salud, agua e industria e innovación mientras que los ejes pobreza y desigualdad son los menos abordados”. Además, expuso como distintas comunidades de investigadores manejan de manera disciplinaria mientras otras lo enfrentan de manera interdisciplinar y haciendo vínculos con otras comunidades. “La manera de abrazar los ODS es juntando y haciendo nexo entre energía, alimento y agua. También, se tiene que desarrollar un sistema de medir que dé cuenta donde están los pequeños nichos que combinan disciplinas. Dichos nichos necesitan legitimidad, apoyo y financiamiento”, finalizó.
CILAC se ha constituido en una plataforma abierta para debatir sobre políticas eficaces se trata de un evento único en su tipo, con más de 3.000 participantes desde su primera edición. Los siguientes paneles de OEI serán el miércoles 28 de abril.