Taller de artes visuales: Un domingo de color y emociones
La Organización de Estados Iberoamericanos, oficina Argentina (OEI), en cooperación con el Ministerio de Cultura de la Nación ofrece semanalmente talleres virtuales de lectura, arte y creatividad a pacientes afectados por el Covid-19 durante su período de internación en Tecnópolis –polo gestionado por el área de Cultura de la Provincia de Buenos Aires y temporalmente devenido centro de aislamiento de pacientes leves–.
El objetivo de la iniciativa de Cultura e IBERLectura de la OEI, junto con el área de Contenido y Producción de Tecnópolis, es generar un espacio donde los asistentes puedan desarrollar habilidades artísticas, reflexionar e intercambiar con otros y así, aliviar los momentos de aislamiento, tensión y ansiedad.
Con una amplia convocatoria, se llevó a cabo el domingo 25 de octubre el segundo encuentro semanal del taller de Artes Visuales a cargo de Cultura de la OEI Argentina y gracias a la valiosa colaboración de los operadores sociales del Parque Sanitario -Miguel, María José, Leo y Dolores-.
El taller comenzó con un breve repaso por la historia del arte en el que se explicó cómo los artistas son influenciados por el contexto histórico-social al momento de desarrollar sus obras.
Luego, se mostraron trabajos de alumnos que tenían por consigna representar las estaciones del año y las diferentes emociones de manera abstracta. En este punto, se analizaron las posibilidades expresivas que brinda el color.
En un segundo momento, se desarrolló la actividad principal del encuentro: intervenir de manera creativa tapabocas que posteriormente formarán parte de un “tendedero poético” en el predio sanitario. En palabras de la tallerista, mediante este trabajo lo que hacemos es “convertir un objeto de uso diario en algo artístico”.
A medida que se realizaban las intervenciones y compartían grupalmente las producciones, algunos de los destinatarios intercambiaron reflexiones y vivencias. En este marco, una de las participantes manifestó ser una de las “pioneras del fútbol femenino” e integrar la selección nacional que disputó el primer Mundial de la disciplina en México 1971. Por esto, decidió inmortalizar su pasión por el fútbol dibujando una pelota y un arco en su tapabocas.
Una vez finalizada la actividad, tuvo lugar un emotivo cierre con palabras de agradecimiento. Uno de los asistentes expresó: “gracias por acompañarnos a través de la pantalla, mañana me dan el alta y la verdad, me voy muy emocionado de todo lo que vivimos acá”.