Formación de postgrado en América Latina: políticas de apoyo, resultados e impactos
La etapa ya cumplida deja evidencias de interés y coloca el problema de la formación de posgrado en una perspectiva de procesos más amplios que vinculan políticas, describen intersecciones problemáticas y reconocen factores de contexto que contribuyen a dar color a la imagen que se va definiendo. En lo referido a las políticas, la perspectiva última de identificación de capacidades científicas y tecnológicas vincula muy estrechamente los marcos conceptuales y las políticas de educación superior con las de ciencia y tecnología, enriqueciendo al mismo tiempo la consideración de los sistemas de innovación. En cuanto a las intersecciones, es evidente que el problema que se configura bajo esta perspectiva cruza los enfoques referidos a capital humano con tendencias educativas, tradiciones universitarias y demanda social de profesionales, sin olvidar el ya casi tradicional problema del drenaje de cerebros. En este sentido, un contexto general de internacionalización creciente de la educación superior y del mercado laboral de investigadores y tecnólogos marca un signo de los tiempos insoslayable a la hora de formular diagnósticos. La “estructura ocupacional” de los investigadores, que Daniel Bell veía surgir en paralelo a la comunidad científica nucleada en torno al carisma científico, se despliega naturalmente en el escenario globalizado.