Gender Gaps in Ibero-American Scientific Production
Algunos estudios se han enfocado en analizar la ausencia e invisibilización de las mujeres en la ciencia, así como la desigualdad de su acceso a la formación y a la investigación, lo cual termina incidiendo en su ingreso y permanencia en carreras científicas, grupos de investigación y cargos de decisión jerárquico, entre otros (Holloway, 1993; Grant, 1995; González y Pérez, 2002; González, 2016).
De acuerdo con la ampliación de la información sobre esta problemática, diversos fenómenos como el “techo de cristal”, el “efecto Matilda” o el “efecto Curie”4 , entre otros, han sido tomados como referencia para interpretar la situación las mujeres en la estructura científica en todo el mundo y para demostrar que, por más que el acceso de éstas a la educación superior en varios países ha llegado a ser equitativo y hasta en algunos casos supera el de los hombres, aún se siguen presentando diferencias significativas en el ascenso (segregación vertical) y permanencia en las carreras de especialización y posgrado.
Se ha señalado que existen sesgos en la elección de temas de trabajo y disciplinas científicas por parte de las mujeres, hacia disciplinas de corte histórico, sociológico, económico y biomédico, pero no de carreras de tipo tecnológico, lo que es interpretado como una tendencia a perpetuar los estereotipos construidos en torno al género, lo que consolida y aumenta la brecha (González, 2016). Los datos corroboran que las mujeres tienden a seguir carreras tecnológicas y de ingeniería menos frecuentemente que los hombres y, por el contrario, se concentren en ciencias sociales y en ciertas áreas de las ciencias naturales o médicas (también denominada segregación horizontal) (BID, 2018).