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Área Desarrollo Social, Institucional y Cooperación
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COP30 en Belém: transformaciones, impactos y un legado que permanece

La OEI fue socio estratégico del Gobierno del Brasil para la organización y montaje de la COP30, la mayor cita global para abordar el cambio climático.

La presencia de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) en la COP30 marcó un capítulo importante para Belém, para Pará y para Brasil. Como socio del Gobierno brasileño en la preparación de la cumbre climática, la OEI participó directamente en el montaje de los escenarios, la capacitación de personas, la mejora de procesos y la articulación de proyectos que siguen generando impacto incluso después de la finalización de la conferencia.

La COP30 movilizó a miles de personas, entre residentes, visitantes, investigadores, jefes de Estado, delegaciones de países y observadores internacionales de todo el mundo. Fue un momento en el que la ciudad se abrió al diálogo global sobre el clima y, al mismo tiempo, experimentó una profunda transformación. La OEI acompañó cada etapa de este proceso.

«Esta COP30 ha sido histórica, hemos conseguido recibir a unos 300 000 visitantes solo en la Zona Verde, abierta a la sociedad civil de Belém y del mundo, duplicando el número de participantes de la COP anterior, lo que demuestra que ha sido un éxito para la Amazonía, para Brasil y para Iberoamérica», destacó Mariano Jabonero, secretario general de la OEI.

Iberoamérica, voz potente contra el cambio climático

Con la participación de 118 conferencistas invitados de 15 países, la programación de la OEI en su stand “Iberoamérica viva” abarcó temas que configuran el futuro de la región, desde la innovación sostenible en la Amazonía hasta la financiación climática, pasando por la transición energética justa, la adaptación, la mitigación y la urgente necesidad de conectar la educación, la cultura y los nuevos estilos de vida para hacer frente a la emergencia climática.

Entre los hitos más destacados de la programación de Iberoamérica Viva estuvo el lanzamiento de ‘Empreender Clima’, iniciativa de la OEI junto a Sebrae, el MEMP y el BNDES para acercar crédito verde, capacitación y tecnología sostenible a quienes emprenden en Brasil, un anuncio que rápidamente se posicionó como uno de los más relevantes de la cumbre por ofrecer una solución concreta a la transición de micro y pequeñas empresas hacia modelos de bajas emisiones.

En ese mismo espacio se dio además un paso clave para el impulso del liderazgo juvenil con la firma de un acuerdo entre la OEI y la OIJ, rubricado durante el encuentro «Juventud de América Latina: educación, cultura y justicia socioambiental», que reunió a jóvenes líderes y representantes institucionales de toda la región.

Un legado que permanecerá

Gracias a la COP30, Belém vivió su mayor modernización urbana y medioambiental en décadas. Las obras de macrodrenaje de las cuencas de Tucunduba, Estrada Nova y Murucutu, que suman 847 millones de reales, cambiaron la vida de más de 500 000 residentes, reduciendo las inundaciones y aportando una infraestructura que la población esperaba desde hacía mucho tiempo. La remodelación urbana también generó empleo e ingresos: 2200 personas trabajaron directamente en estas obras, la mayoría residentes de las propias zonas beneficiadas.

La ciudad ganó nuevas rutas y nuevos flujos. El puente atirantado que conecta el Puerto de Outeiro con el Parque da Cidade reorganizó una parte importante de la movilidad urbana, mientras que el BRT y las mejoras viales facilitaron la circulación durante y después de la COP. Incluso la conectividad se transformó: la instalación de antenas permanentes de Internet elevó la calidad de la comunicación en varios barrios.

Pero uno de los cambios más simbólicos fue la reconversión del antiguo aeropuerto. El espacio, antes cerrado y sin función para la ciudad, se convirtió en el Parque da Cidade, hoy un lugar de encuentro, ocio, cultura y convivencia. La iniciativa se convirtió en una referencia de urbanismo sostenible, atrayendo visitantes y reposicionando Belém en el mapa de las buenas prácticas ambientales.

Además de las obras, hubo un importante movimiento humano. Belém se preparó, estudió, aprendió. Profesionales de diferentes áreas participaron en capacitaciones en gestión sostenible, logística de eventos, economía circular y auditoría ambiental, formaciones que siguen fortaleciendo al municipio y a sus servidores.

Para Brasil, fue un momento para reafirmar la transición ecológica como camino hacia el desarrollo, al tiempo que se hicieron oír las voces de los pueblos indígenas, las comunidades tradicionales y los jóvenes, todos ellos participantes directos en este proceso.

En el escenario internacional, la COP30 situó a la Amazonía en el centro del debate climático mundial. La reconversión del antiguo aeropuerto y la transformación de Belém llamaron la atención de varios países, generando nuevas oportunidades de cooperación en materia de clima, bioeconomía, innovación y salud.

Con el foco puesto en la capacitación, la cooperación técnica y el fortalecimiento institucional, la Organización de Estados Iberoamericanos estuvo presente en todas las etapas que estructuraron parte de los resultados que hoy son visibles y quedarán para el disfrute de las y los ciudadanos de Belém.

Publicado el 25 Nov. 2025