«La reestructuración del Fondo Amazonía protege a los donantes contra los cambios políticos», dice representante noruego
La liberación de recursos de los países socios comenzó a vincularse a los resultados. Para el director de Clima y Medio Ambiente de la Agencia Noruega de Cooperación al Desarrollo (Norad), Per Fredrik Pharo, esta medida permite que el fondo permanezca vigente durante años, independientemente de quién esté a cargo del gobierno.
Para hacer “políticamente” viable el Fondo Amazonia, Noruega defiende mantener el modelo de liberación de dinero vinculado a resultados, según el director de Clima y Medio Ambiente de la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (Norad), Por Fredrik Faro. Éste es, en su opinión, el mejor sistema de colaboración entre países, incluso para justificar los gastos a la población noruega.
Noruega es el principal financiador del Fondo Amazonía, suspendido durante el gobierno brasileño de Jair Bolsonaro. En 2019, el entonces ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, abolió los comités encargados de gestionar los recursos, formados bajo requisitos contractuales. Sin los grupos, el fondo quedó congelado. Creado hace 15 años, está gestionado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). Hasta el momento, ha apoyado R$ 2,5 mil millones y desembolsado R$ 1,6 mil millones para 114 proyectos.
“Brasil entrega resultados”, afirmó Pharo, durante el panel ‘Desarrollo Sostenible y el Papel del Estado’, en Stateas of the Future, evento paralelo del G20. “Todo parece fácil, pero desde el punto de vista político es muy difícil. Se necesita mucho consenso social. El Brasil bajo la administración Lula ha sido ejemplar. Esto se puede ver en el Fondo Amazonía”, añadió Pharo, en su discurso sobre las medidas que está tomando el gobierno para contener la deforestación.
Durante el debate, también fue provocado por la ex vicepresidenta del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), Thelma Krug, quien pidió que Noruega no imponga una “moratoria” a Brasil. El argumento del científico es que, con la suspensión del fondo, se desmovilizaron agentes e instituciones de fiscalización, lo que provocó un aumento de la deforestación en la Amazonia.
“De tal manera que hoy no podemos utilizar el Fondo Amazonía porque no vamos por debajo de ese nivel de referencia que existe para que usted esté calificado para justificar que ha reducido sus emisiones. Tendremos que hablar con la gente de Noruega”, dijo Krug.
En respuesta, Pharo negó que hubiera una moratoria y también dijo que Noruega había hecho una nueva contribución. El día 26, el país liberó otros 273 millones de reales.
También presente en el evento, el secretario ejecutivo del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático, João Paulo Capobianco, evalúa la necesidad de construir políticas estructurantes y duraderas que superen la transición gubernamental. Según él, aunque el fondo estuvo suspendido, los fondos no fueron distorsionados porque era administrado por el BNDES y no por instituciones internacionales.
“Habría sido peor si los recursos se hubieran desviado a otras prioridades, como se intentó. Lo que pasó fue que los recursos fueron congelados y invertidos en el mercado financiero. Logramos, en la gobernanza del fondo, una garantía de que no habría cambio de estrategia”, afirmó.
States of the Future es promovido por los Ministerios de Gestión e Innovación de los Servicios Públicos (MGI), Asuntos Exteriores (MRE), Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios (MDIC), el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Está organizado por Maranta y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura de Brasil (OEI). El evento cuenta con el apoyo de Open Society Foundations y República.org.