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Institucional/OEI

Estados del futuro: la cooperación y la reparación deben formar parte de un nuevo modelo de Estado

Estados del futuro: la cooperación y la reparación deben formar parte de un nuevo modelo de Estado

22 de julio de 2024

Brasil

Mariana Mazzucato, del University College de Londres, y Denise Ferreira da Silva, de la Universidad de Nueva York, presentaron sus visiones del futuro del Estado: reparador y emprendedor.

“Si este sistema financiero global fue conscientemente construido y diseñado, puede ser conscientemente rediseñado. Para ello, es fundamental que la coalición global cuente con espacios, como éste, que puedan reunir a la sociedad civil, la academia, el tercer sector, el sector productivo y las entidades multilaterales en torno a una misma discusión.” Las palabras de Rodrigo Rossi, coordinador de Cooperación Técnica que representó a la Organización de Estados Iberoamericanos (OEl) en Brasil, resumen los paneles de esta mañana en el evento Estados del Futuro.

La premisa básica es la cooperación para construir una estrategia de desarrollo económico verde y sostenible, y entre sus principales actores están los organismos internacionales que sirven para “oxigenar y apoyar al Estado”.

Rossi destacó el Premio Escuelas Sostenibles, que identifica y reconoce a las escuelas que promueven la sostenibilidad en sus proyectos de gestión y pedagógicos, así como la asociación con el Sebrae y el Ministerio de Emprendimiento, Microempresas y Pequeñas Empresas para fortalecer las políticas dirigidas al emprendimiento climático.

 

Estado emprendedor

El concepto de Estado emprendedor no es sólo para el sector privado, sino también para el Estado. El Estado emprendedor fue la base de la conferencia de Mariana Mazzucato, copresidenta del Grupo de Expertos del Grupo de Trabajo del G20 para una Movilización Global contra el Cambio Climático, quien afirmó que "Brasil es un país capitalista sin capitalistas", porque hay muy poca inversión de capital privado, y la mayor parte de la carga recae en el Estado.

El principal problema es que el Estado funciona como una entidad estática y reactiva, y este enfoque no basta para afrontar los retos contemporáneos. El director fundador del Institute for Innovation and Public Purpose (IIPP) propone un modelo de Estado emprendedor y dinámico que trabaje en colaboración con el sector privado y la sociedad civil para crear soluciones innovadoras y sostenibles. “Necesitamos deconstruir para reconstruir, entendiendo que la raíz fundamental del problema es la forma en que pensamos sobre el Estado y sobre las empresas”, subraya.

Con experiencia en el apoyo a la creación de planes estratégicos en varios países, señala que uno de los mayores retos es garantizar que las políticas industriales y de innovación no sólo favorezcan a los sectores que ejercen un fuerte poder de presión, sino que contribuyan realmente a objetivos mayores, como la sostenibilidad. El crecimiento económico debe abordarse a través de propósitos y misiones que implican cinco frentes: el diseño de políticas con resultados intersectoriales; la remodelación de las herramientas institucionales que incluyen la contratación pública, los contratos de propiedad intelectual y los programas financieros; un nuevo contrato social que comparta tanto los riesgos como las recompensas, el capital y el trabajo, lo público y lo privado, lo público y lo público; la cocreación y la participación de la comunidad a través de la escucha empática y, por último, un cambio de mentalidad en el servicio público para asumir riesgos y experimentar.

 

Complejidad del Estado

La ponente Denise Ferreira da Silva, codirectora del Critical Racial and AntiColonial Study Co-Laboratory de la Universidad de Nueva York, también hizo hincapié en el papel fundamental de una transformación profunda y sistémica para hacer frente a los retos actuales y futuros del Estado. Para ella, es necesario entender estos cambios no sólo como ajustes, sino como procesos que pueden alterar radicalmente el funcionamiento de las estructuras políticas y sociales.

Para contextualizar, abordó la complejidad de los orígenes del Estado, destacando el impacto del colonialismo y la esclavitud en la configuración política actual. En los últimos 200 años han surgido dos versiones de la autoridad política legal: el Estado-nación, dominante hasta finales del siglo XX, y el Estado global, que empezó a emerger en la década de 1990. El Estado-nación es un sistema ético y jurídico que ha moldeado las entidades capitalistas liberales, mientras que el Estado global se refiere a la constitución de un sistema mundial con nuevos componentes que tienen en cuenta cuestiones de género, raza y cultura.

Para Silva, a pesar de las políticas de inclusión y diversidad desarrolladas en las últimas décadas, muchos de los problemas subyacentes relacionados con la violencia y el sometimiento histórico siguen sin resolverse, ya que las reformas superficiales no llegan a las raíces profundas de estas injusticias, algo crucial para entender el papel del G20 y el futuro de las relaciones globales. El G20 nació para buscar soluciones concretas de estabilización financiera, dejando de lado las implicaciones sociales y la discriminación racial y económica que afectó a muchas vidas durante crisis económicas como la de 2008.

Silva se refiere directamente a las mujeres: «Una mujer que pidió un préstamo para comprar una casa y luego dejó de pagar por los altos tipos de interés. ¿Quién es ella? En Estados Unidos, una negra latina, más probablemente mestiza, una mujer negra, indígena, migrante, una abuela, una madre soltera».

Sostiene que la arquitectura global y las políticas financieras están entrelazadas con cuestiones sociales e históricas, y que el Estado debe responsabilizarse de estas injusticias. En su opinión, el Estado del futuro debe comprometerse a reparar los daños causados por el colonialismo y la desigualdad racial. Destaca la necesidad de una reforma agraria popular y la lucha de las mujeres negras y racializadas frente a las múltiples opresiones.

Estados del Futuro está promovido por los Ministerios de Gestión e Innovación de los Servicios Públicos (MGI), Asuntos Exteriores (MRE), Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios (MDIC), el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Está organizado por Maranta y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura de Brasil (OEI). Estados del Futuro cuenta con el apoyo de Open Society Foundations y República.org.

 

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