Aquí los ganadores en Chile del Premio Iberoamericano de Derechos Humanos Óscar Arnulfo Romero
Este año la OEI en alianza con la Fundación SM y con la colaboración en Chile del Ministerio de Educación, el Instituto de Derechos Humanos (INDH), la Subsecretaría de Derechos Humanos y la Red de Equipos de Educación en Derechos Humanos (REEDH) han reconocido al Instituto de la Sordera Colegio Dr. Jorge Otte Gabler y a la ONG Asociación OTD “Organizando Trans Diversidades” como ganadores nacionales del IV Premio Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos Óscar Arnulfo Romero.
El certamen busca reconocer iniciativas de instituciones educacionales y de la sociedad civil en la defensa y promoción activa de los Derechos Humanos a través de la educación, a través de programas que desarrollen líneas de actuación desde un enfoque de derechos en ámbitos como el derecho a la educación, convivencia, paz, libertad, bienestar social y cultural, erradicación de la discriminación, derecho a la salud, construcción de competencias para una ciudadanía global, entre otros.
La premiación se realizó de manera híbrida en dependencias de la Fundación SM, en la cual estuvieron presentes Margarita Aravena Gaete, directora en Chile de la OEI, Rafael Gómez, director de la Fundación SM en Chile y Francisco Tepper, director general de SM en Chile, junto a los representantes de las instituciones galardonadas. Vía telemática, estuvieron presentes Miguel Ángel González del INDH y Juan Alejandro Henríquez de la REEDH.
Representantes chilenos para fase Iberoamericana
El Instituto de la Sordera Colegio Dr. Jorge Otte Gabler, con “Educación Intercultural Bilingüe (EIB) para estudiantes sordos con altos índices de vulnerabilidad” obtuvo el premio en la categoría de centros escolares. El proyecto busca sistematizar las cualidades de una metodología de enseñanza de la lectoescritura para sordos, y con esto, promover el aprendizaje lector de los estudiantes a partir de estrategias desarrolladas para el aprendizaje visual, junto a herramientas educativas enfocadas en las características de estos estudiantes.
Verónica de la Paz, representante del colegio, señala que su enfoque educativo incita a la interculturalidad entre personas oyentes y sordas, reconociendo su lenguaje y promoviendo su cultura. “Las personas sordas tienen una cultura que es propia, y dentro de esta cultura tienen una lengua que es propia. Durante muchos años fueron educados dentro de los márgenes de la discapacidad o deficiencia. Lo que nosotros hacemos, es ofrecer una educación que parte desde una mirada de que ellos son personas visuales y tienen derecho a recibir la mejor educación como cualquier niño, niña o adolescente”.
“Como escuela nos sentimos orgullosos de representar y ser referentes para otras escuelas y otros países. Nuestro objetivo es continuar luchando por los derechos de los estudiantes jóvenes sordos, y permitir que ellos se vean a sí mismos como sujetos de derechos”, destaca Juan Luis Marín, director del establecimiento.
El establecimiento debió adaptar durante la pandemia sus modalidades y redoblar sus esfuerzos, pero su propuesta y tratamiento por la inclusión ha definido a una comunidad sólida y comprometida con los derechos de la educación de los estudiantes sordos. “Este proyecto es muy rupturista, entonces que nos reconozcan por promover el derecho de las personas sordas por tener educación nos incentiva y nos da ánimo para continuar y saber que este es el camino. Los que estaban más contentos al recibir la noticia, y hasta bailaban, fueron las niñas, niños y jóvenes sordos del instituto”, afirma Verónica.
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En tanto, “Oteduca: construyendo conocimientos, construyendo diversidad” de la Asociación OTD Chile “Organizando Trans Diversidades” ha ganado el premio en la modalidad de organizaciones de la sociedad civil. El proyecto surge con la intención de promover los contenidos sobre los derechos humanos y la diversidad sexual y de géneros, con foco en contribuir a la disminución de la discriminación, exclusión social y violencia que sufre la población trans.
Respecto a lo anterior, Kris Córdova Durán, Coordinadora del proyecto OTEDUCA, destaca: “El proyecto nace como una manera de sistematizar nuestro trabajo y adaptarlo para cualquier persona de la organización. También, añadimos pedagogía y desarrollamos actividades para que fuera lúdico y no solo de forma expositiva. Frente al reconocimiento, detalla: “Recibimos el premio con mucha alegría, es un reconocimiento a un trabajo que se ha hecho a pulso con mucha pasión y con muchas ganas de transformar las cosas, y que ha estado ratificándose y dando frutos, entonces a medida que ha ido pasando el tiempo ha persistido la pasión por compartir conocimientos, entregar y generar cambios.”
“Lo lindo de educar en derechos humanos no es solo abrirles las puertas a todas las personas de distintas comunidades y diversidades, o de abrirle los ojos a las demás personas; sino que también, abrirle los ojos a las mismas personas de la comunidad para que se sepan garantes de sus derechos, para integrarlos de manera real y no solo simbólica, a la sociedad. Estamos felices de que haya mucha gente trabajando, desde distintos ámbitos, para esto. Porque la educación, siembra”, destaca Kris.
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Premiación internacional
En la primera fase nacional, un jurado ha seleccionado las dos experiencias ganadoras en cada categoría y por cada país participante del certamen. Las iniciativas ganadoras de cada uno de los 22 países de Iberoamérica competirán en la fase internacional, que seleccionará las cuatro mejores, dos ganadores por cada categoría. Los premiados recibirán 5 mil dólares cada uno, para invertir en las iniciativas presentadas, en un acto especial que se realizará dentro del IV Seminario Internacional sobre Educación en Derechos Humanos cuya fecha se anunciará en los próximos meses.