Educación Infantil
La Educación Parvularia acoge a un niño o niña arraigado en su familia, y les corresponde compartir con ella la labor educativa, complementándola y ampliando las experiencias de aprendizaje y desarrollo integral que se le ofrecen.
Este ciclo educativo tiene el deber de responder pertinentemente a las necesidades y características del aprendizaje y desarrollo integral de los niños y niñas desde su nacimiento hasta su ingreso a la Educación Básica.
De esta forma, la educación parvularia es una oportunidad para que los niños y niñas desarrollen sus potencialidades desde muy temprano en materia de actitudes y habilidades cognitivas, sociales y afectivas. Favoreciendo su autocuidado, el respeto y la valoración de la diversidad social, la resolución pacífica de conflictos, la solidaridad, la ciudadanía y el desarrollo sostenible.
En este contexto la Subsecretaría de Educación Parvularia junto a la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) presentan la campaña “En la Educación Parvularia ocurren grandes cosas”, la que estará presente en la vía pública y RRSS, con el objetivo de dar a conocer e informar sobre la importancia de la educación parvularia en la vida y futuro de las niñas y niños.
Lenguaje
El lenguaje es un aspecto central del aprendizaje en los primeros años. Y el lenguaje verbal es uno de los recursos más significativos mediante el cual los niños y niñas se comunican. También, es imprescindible para el desarrollo del pensamiento, permite la expresión de las emociones y contribuye a comprender el mundo que les rodea.
Socialización
¿Sabías que las relaciones de respeto hacia otros y la convivencia pacífica comienzan a desarrollarse desde los primeros años?
Los niños y niñas se desarrollan y aprenden en relación con los demás. Las interacciones positivas con sus pares y adultos permiten la integración, la vinculación afectiva con los demás, y actúan como fuente de aprendizaje.
Autonomía
La autonomía y la conciencia de sí mismo permiten contar con niños y niñas más seguros y felices.
En los primeros años comienza un proceso de construcción gradual que les permite reconocerse como individuos singulares diferente de los demás. A su vez, se desarrolla la adquisición progresiva de la independencia y el aprecio por sí mismo. Favorecer estos aspectos permitirá que los niños y niñas desarrollen la confianza para aventurarse a explorar el entorno y desenvolverse en él, aprender y disfrutar de sus avances y logros.
Aprendizaje
Los niños y niñas deben ser activos protagonistas de sus aprendizajes.
Ellos construyen significativamente sus aprendizajes a través de experiencias que se relacionan con sus intereses y necesidades. Si reciben oportunidades de calidad desde los primeros años, los niños y niñas tendrán un mayor desarrollo cerebral, un mejor desempeño escolar y podremos contar con personas más sanas y felices en nuestra sociedad.
Juego
¡Jugar es aprender, aprender es jugar!
El juego es una actividad natural de la niñez y una estrategia pedagógica por excelencia. Jugar permite a los niños y la niñas responder a sus necesidades internas y requerimientos de desarrollo.