El proyecto Energytran inaugura curso internacional para impulsar la ciencia abierta frente a los desafíos ambientales globales

El proyecto de cooperación científica Energytran inauguró hoy, 22 de septiembre, su curso híbrido sobre Ciencia Abierta, un evento de cinco días que reúne a responsables de políticas científicas y líderes de infraestructuras de investigación de la UNESCO, la Unión Europea y América Latina y el Caribe.
La jornada de apertura marcó el inicio de un diálogo para forjar un marco de colaboración global que aproveche el conocimiento de la ciencia abierta para acelerar la transición hacia un futuro más sostenible.
Contexto y Propósito Estratégico del Curso
En un contexto de creciente urgencia por crisis como el cambio climático y la degradación de ecosistemas, la ciencia abierta emerge como un enfoque transformador para acelerar la investigación y la innovación. Este curso se enmarca en esa visión, promoviendo un modelo de ciencia más colaborativo, transparente y accesible para todos.
El objetivo general del curso es capacitar a profesionales en los principios y prácticas de la ciencia abierta, fomentando la colaboración entre científicos, instituciones y la sociedad para desarrollar soluciones efectivas a los desafíos ambientales. Las ponencias del día inaugural establecieron un diagnóstico global indispensable, contrastando las políticas de vanguardia europeas con los modelos colaborativos de América Latina para sentar las bases de los próximos días de trabajo.
Perspectivas Globales y Regionales del Día Inaugural
La jornada inaugural, titulada «Ciencia Abierta y los Grandes Desafíos Globales», se diseñó para poner en diálogo tres visiones complementarias pero distintas: el marco normativo global de la UNESCO, el modelo europeo impulsado por infraestructura y políticas top-down, y el enfoque latinoamericano, caracterizado por su espíritu comunitario y desarrollo bottom-up. Este análisis comparativo fue fundamental para identificar sinergias y desafíos comunes.
El Marco Global: La UNESCO y los Grandes Desafíos
Guillermo Anlló, especialista de la UNESCO, abrió la jornada destacando tres grandes desafíos interrelacionados que reconfiguran los equilibrios geopolíticos y exigen un nuevo paradigma de cooperación científica: la transición de la matriz energética, el cambio climático y el crecimiento poblacional. Argumentó que la Agenda 2030 es un resumen de estos retos y que su solución depende fundamentalmente del conocimiento científico.
Anlló presentó la Recomendación sobre la Ciencia Abierta de la UNESCO, un consenso global aprobado por 194 países que propone un cambio cultural profundo. Esta recomendación define los ejes para abrir la ciencia no solo a la propia comunidad investigadora, sino también a la sociedad en su conjunto, asegurando que el conocimiento sea un bien común para resolver problemas compartidos.
El Enfoque Europeo: Infraestructura y Políticas de Vanguardia
Giulia Malaguarnera, en representación de OpenAIRE, explicó cómo la Unión Europea ha institucionalizado la ciencia abierta, pasando de ser una aspiración a un requisito fundamental en sus programas marco de financiación, como Horizon 2020 y Horizon Europe. Este enfoque progresivo ha obligado a los investigadores a adoptar prácticas más abiertas.
Destacó el papel de infraestructuras paneuropeas como el European Open Science Cloud (EOSC) y OpenAIRE, esta última una entidad que alinea políticas, ofrece servicios y brinda capacitación en 36 países. Además, señaló que uno de los debates clave en Europa es cómo evaluar y recompensar estas prácticas, lo que ha llevado a la creación de la Coalición para el Avance de la Evaluación de la Investigación (CoARA).
La Realidad Latinoamericana: Colaboración Comunitaria y Retos de Crecimiento
Andrea Mora Campos, de la Universidad Nacional de Costa Rica, describió el panorama en América Latina, caracterizado por una fuerte tradición de acceso abierto no comercial (vía diamante) y un desarrollo impulsado «de abajo hacia arriba» por las propias comunidades académicas.
Un relevamiento reciente identificó 110 iniciativas gubernamentales en la región, con un claro énfasis en el conocimiento científico abierto, pero con la necesidad de fortalecer otras áreas como la ciencia ciudadana. Esto subraya la necesidad estratégica de consolidar marcos regulatorios nacionales y desarrollar políticas de retención de talento tecnológico para capitalizar su fortaleza colaborativa, construida sobre redes robustas como La Referencia y SciELO.
Las ideas más contundentes de la jornada inaugural se reflejan en las voces de sus protagonistas, quienes delinearon la urgencia y la oportunidad que representa la ciencia abierta para sus respectivas regiones:
«Los desafíos que enfrentamos como humanidad —desde la transición energética hasta el cambio climático— son de tal magnitud que no podemos permitirnos una ciencia cerrada. La Recomendación de la UNESCO sobre la Ciencia Abierta es un llamado a un cambio cultural, a generar conocimiento de manera más colaborativa y rápida para poder formular las soluciones que el planeta necesita con urgencia». Guillermo Anlló, UNESCO
«En Europa, la ciencia abierta ha transitado de ser un ideal a convertirse en una práctica institucionalizada y obligatoria. A través de políticas robustas y el desarrollo de infraestructuras clave como OpenAIRE y EOSC, buscamos no solo la transparencia, sino maximizar el impacto social y económico de la investigación financiada con fondos públicos». Giulia Malaguarnera, OpenAIRE
«América Latina tiene una historia única en ciencia abierta, construida desde un espíritu colaborativo y no comercial impulsado por nuestras comunidades. Nuestra fortaleza radica en redes como La Referencia y SciELO, y aunque enfrentamos retos de infraestructura y regulación, tenemos el potencial de consolidar un modelo de ciencia abierta equitativo y adaptado a nuestras realidades». Andrea Mora Campos, Universidad Nacional de Costa Rica Sobre el Proyecto EnergyTRAN
EnergyTRAN es un proyecto de cooperación científica financiado por el programa Horizon de la Unión Europea. Su objetivo es abordar el desafío de la transición energética promoviendo el intercambio, la generación y la transferencia de conocimientos entre infraestructuras de investigación de la Unión Europea y de América Latina y el Caribe, desde una perspectiva multidisciplinaria que incluye aspectos tecnológicos, ambientales y sociales.