La OEI participó en el II Festival Huellas Sagradas por el 30 aniversario del Parque Nacional del Agua

El viernes 24 de junio se conmemoró la decisión del 9 de junio de 1992 de decretar a la Montaña Sagrada como Parque Nacional, mediante la Ley 7297, para proteger el bosque primario, la abundante biodiversidad y los recursos hídricos que albergaba. Durante el festival organizado por el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), se puso luz en la trayectoria histórica de su creación exitosa. Sus inicios se encuentran a partir de la década de los años sesenta con acciones ciudadanas que deseaban preservar cuencas hidrográficas que abastecían al cantón. Los recursos minerales que contiene generaron la codicia de empresas transnacionales que no consiguieron desviar el firme compromiso ciudadano y de los poderes públicos.  

Décadas después, el Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco cumple treinta años. La longevidad de las acciones de este tipo convierte a Costa Rica en un país pionero y voluntarista en las temáticas y preocupaciones mundiales. De hecho, el aniversario del Parque ubicado tuvo eco más allá de las fronteras nacionales.

El II Festival Huellas Sagradas que tuvo lugar en Ciudad Quesada contó con actividades a lo largo del día. En efecto, entre exhibiciones fotográficas, donación de árboles, demostraciones para estudiantes y charlas sobre la conservación y la vida silvestre, el objetivo del festival era de convertirse en una tradición y que la población norteña se identificara cada vez más con el Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco.  

OEI fue invitada para en este evento como socio importante del Sistema Nacional de Áreas Conservadas (SINAC) y del Ministerio del Ambiente y Energía (MINAE). La OEI se involucró en la organización de un concurso de dibujo en 2020 para conceptualizar desde la niñez los desafíos de la vida que caracterizan su propio territorio escolar y ambiental. Además, la OEI, bajo el proyecto “Educación en Desarrollo Humano Sostenible” centrado en la educación ambiental y rural, impulsó la creación de un conjunto de materiales audiovisuales para favorecer la cultura educativa del bienestar, la inclusión y la promoción de valor que tienen la historia de los parques nacionales. 

Durante su toma de habla, el representante de la OEI en Costa Rica, Don Roberto Cuéllar, insistió en la importancia de percibir al desarrollo sostenible como eje transversal a la educación como a la cultura y de «ir actuando para que la juventud costarricense disponga de las herramientas necesarias para seguir actuando en favor del pionero compromiso de Costa Rica en el tema». Por eso, «los centros educativos de todo el país tienen que ser protagónicos en favor de una cultura educativa que abarca la importancia del derecho a la naturaleza, los recursos naturales y el cuido de la biodiversidad», apuntó.