El Observatorio CTS de la OEI publica un informe que analiza la relación entre la ciencia y las políticas públicas
¿Qué papel tiene la ciencia en el diseño y evaluación de las políticas públicas? ¿Se toma en cuenta el conocimiento científico en la toma de decisiones?
¿Qué papel tiene la ciencia en el diseño y evaluación de las políticas públicas? ¿Se toma en cuenta el conocimiento científico en la toma de decisiones?
En Iberoamérica se conoce poco acerca de los vínculos orgánicos entre las esferas científica y política, tal y como pone de manifiesto el Informe Papeles del Observatorio Nº 17 que acaba de publicar el Observatorio Iberoamericano de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad de la Organización de Estados Iberoamericanos (OCTS-OEI). La publicación es resultado del proyecto “Ciencia para las políticas públicas. Estructuras, procesos y principios del asesoramiento científico” que se propuso abordar este vacío, en sintonía con el interés de la OEI en fortalecer las políticas públicas de Ciencia, Tecnología e Innovación.
El informe aborda aspectos relacionados con la importancia de la comunicación y divulgación científica; las sinergias entre ciencia y política; y expone algunas experiencias concretas de su vinculación en países iberoamericanos como Argentina, Chile, España y México.
“Es necesario que alguien pueda mandar mensajes al mundo político de manera de convencerlos: esa es nuestra motivación” afirma uno de los entrevistados para este estudio. Cuestiones como que la correlación no implica causalidad o que ninguna medida es exacta, son cuestiones que el asesor científico debe abordar yendo más allá del contenido sustantivo de los temas particulares para comunicar. Sin embargo, la relación debe ser recíproca, tal y como se señala en el informe: “al mismo tiempo que los asesores científicos deben hacerse entender por los políticos, ellos mismos deben admitir que no es posible ni deseable adoptar decisiones basadas exclusivamente en sus argumentos”.
El estallido de la pandemia ocasionada por el COVID-19 durante la realización de este estudio, no viene sino a confirmar que la investigación resulta clave para responder adecuadamente a esta crisis u otro tipo de emergencias a las que puede enfrentarse la sociedad en el futuro. Es indispensable poder analizar sus causas, su prevención, su impacto, su mitigación y proveer de evidencias científicas a las instituciones gubernamentales.
Las conclusiones del informe inciden en una de las líneas de trabajo fundamentales de la OEI en el ámbito científico: la necesidad de desarrollar sistemas científicos al servicio de la sociedad que, entre otros fines, puedan contribuir a la toma de decisiones informadas. Objetivos que adquieren aún más importancia en contextos de inestabilidad e interdependencia gubernamental como en el que nos encontramos en la actualidad debido a la emergencia sanitaria originada por la pandemia del COVID-19.
Accede aquí para más información sobre el Informe Papeles del Observatorio Nº 17 – Ciencia para las políticas públicas. Estructuras, procesos y principios del asesoramiento científico