El conflicto es inherente a las relaciones humanas; aprender a gestionarlo representa una oportunidad para fortalecer los vínculos sociales: Lucas J. J. Malaisi

Reconociendo que la solución pacífica de conflictos es un elemento clave para el bienestar emocional y el desarrollo de un clima favorable dentro y fuera del aula, la Oficina en México de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), y la Secretaría de Educación Pública (SEP), a través de la Subsecretaría de Educación Básica (SEB), celebraron la séptima sesión del Ciclo de entrevistas: Educación y alfabetización socioemocional.

Esta sesión contó con la participación de , Lucas J. J. Malaisi, Licenciado en psicología por la Universidad Católica de Cuyo, Argentina, y presidente de la Fundación Educación Emocional; entrevistado por Maribel Filigrana, Maestra en Educación por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, y enlace estatal de la Estrategia Nacional para Promover Trayectorias, Continuas y Completas.

Desde el inicio de la entrevista, Lucas Malaisi destacó que el conflicto es inherente a las relaciones humanas, por lo que no existe receta o estrategia alguna para evitarlo. No obstante, señaló la importancia de reconocer y aprender a manejar las emociones, a fin de lograr un mejor abordaje de la situación, prevenir lo que denominó como “una escalada simétrica del desacuerdo”, y encontrar así, distintas alternativas de solución.

Asimismo, mencionó que el conflicto no siempre tiene connotaciones negativas, sino que, por el contrario, representa una oportunidad para aprender, ser creativos, desarrollar distintas inteligencias y habilidades emocionales, y fortalecer vínculos, es decir, una situación conflictiva también puede ser positiva y su gestión, en palabras de Malaisi, nutritiva, en lugar de tóxica o mal gestionada.

Con relación a lo anterior, Lucas hizo hincapié en la relación que existe entre las emociones y el conflicto, en el sentido que aquellas emociones displacenteras como lo son el enojo, la angustia, la ansiedad y el miedo, tienen repercusiones fisiológicas que derivan en comportamientos de defensa, huida o parálisis, y que dificultan la capacidad y habilidad para resolver situaciones conflictivas.

Igualmente, mencionó que la solución de conflictos es un comportamiento aprendido y de entrenamiento, por lo que es fundamental que como formadores, se pongan en práctica en un primer momento y en lo individual, algunas herramientas y habilidades de gestión y autorregulación emocional, para posteriormente estar en posibilidad y capacidad de enseñar y compartir con el alumnado en el aula.  

Entre las estrategias para el abordaje sano o nutritivo del conflicto, destacó la importancia de la autoconsciencia emocional y el reconocimiento de los factores que motivan o generan diversas emociones, para estar en posibilidad de autorregularse, empatizar con el otro, y transitar de una emoción o situación displacentera, a un contexto que permita el diálogo, entendimiento y el acuerdo con el otro.

Asimismo, mencionó las ventajas de jugar roles o ensayar situaciones conflictivas, a fin de identificar distintos escenarios y alternativas de solución, entre ellas, el ganar-ganar y acordar en beneficio de todos los involucrados; o bien, llegar a un meta acuerdo, es decir, reconocer que no es posible pactar o convenir, sin embargo, se puede continuar conviviendo. Finalmente, recomendó los beneficios fisiológicos de regular la respiración y practicar el auto diálogo.

La  octava sesión del Ciclo tendrá lugar el martes, 30 de mayo a las 10:00 h (tiempo de la Ciudad de México) , y que contará con la participación de Yolanda Muñoz, doctora en Educación, profesora asociada y profesora titular del Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Alcalá, España, quien abordará el tema: “Aprendiendo juntos, cooperando y con empatía”. La transmisión en vivo será a través del Facebook Live y del canal de YouTube de la OEI México.

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