«Es momento oportuno para fortalecer el rol de las comunidades y actores educativos para la implementación de un modelo educativo equitativo e inclusivo»
La educación inclusiva implica que todas las personas aprendan juntas donde la condición social, política, cultural, económica, entre otros factores no sean una barrera para el aprendizaje sostuvieron especialistas participantes del tercer conversatorio sobre Educación Inclusiva.
Con el título “Más allá de la escuela: el papel de las familias, Organizaciones, y Universidad en la búsqueda de la equidad en educación”, se llevó a cabo el tercer y último conversatorio del Ciclo coordinado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).
Las especialistas Cecilia Simón y Elena Pérez —Universidad Autónoma de Madrid—; Sofía Barranco —Centro de Atención integral a niños, niñas y adolescentes Vida, vínculos para el Desarrollo, Paraguay—; y Laura Escobar Colmenares —IDEAS Comunitarias— dialogaron sobre el valor y papel fundamental que representan las familias, colectivos, organizaciones e instituciones para la implementación de prácticas educativas inclusivas. Asimismo, y como parte de la clausura del II Ciclo de Conversatorios “Hacia una educación inclusiva: experiencias y estrategias de virtualidad y Semipresencialidad con equidad en Iberoamérica”, Patricia Aldana, Representante permanente de la OEI México e Irasema Zavaleta Villalpando, Coordinadora de Vinculación, Cultura y Educación del CONAPRED brindaron unas palabras de cierre.
Cecilia Simón y Elena Peréz, expresaron la importancia de poner en el foco la atención en una educación central, misma que se desarrolla en tres ejes estratégicos: la importancia de que la comunidad escolar este plenamente comprometida; fortalecer la relación familia-escuela para establecer planes de mejora y abrir camino a un sistema educativo inclusivo; y, ser capaces de mejorar el entorno, es decir, fortalecer la relación escuela-comunidad, y con ello el accionar de diversas redes docentes, asociaciones, universidades, entre otras.
También compartieron la experiencia del proyecto interuniversitario coordinado por la Universidad Autónoma de Madrid: Educamos contigo: una idea compartida, con la cual se ofrece acompañamiento psicoeducativo y escolar de manera telemática a familias y estudiantes en situación de vulnerabilidad educativa y social de todos los niveles preuniversitarios.
Por su parte, Sofía Barranco destacó que, en Paraguay, las organizaciones que apoyaron los centros escolares se convirtieron en acompañantes indispensables para la práctica pedagógica, ya que articularon redes de trabajo, brindaron acompañamiento y elaboraron protocolos de actuación con el objetivo de garantizar la permanencia de los alumnos en el sistema educativo.
De esta manera, el apoyo brindado giró en torno a tres ejes: capacitación en habilidades digitales para las familias y asesoramiento en pautas de crianza positiva; apoyo material mediante la vinculación a servicios y redes de apoyo estatales; y apoyo emocional a través de la comunicación permanente con las familias, para lo que se abrieron espacios de contención y fortalecimiento de vínculos entre la comunidad educativa y las familias. Con ello, se potenció el uso de las artes como un recurso para favorecer los vínculos educativos y familiares.
Durante su intervención, Laura Escobar habló sobre el Programa Educación para el bien común implementado en Oaxaca, con el objetivo de generar un espacio para compartir preocupaciones, aprender juntos desde las experiencias y transformar las prácticas educativas, además de brindar un espacio para el fortalecimiento de educadoras y educadores. Se implementaron talleres con diversas temáticas como atención en las emociones en los procesos de enseñanza-aprendizaje; enfoques de infancias y juventudes en la educación; y perspectiva de género y prevención de la violencia en espacios educativos.
Enfatizó en que para transitar a una educación inclusiva se debe aceptar que la educación no es solo un asunto de la escuela, sino que la educación está presente en cualquier espacio y momento; es así que, desde el rol de educadores, es indispensable que construyan espacios libres de prejuicios, que incentiven la diversidad abriendo un espacio para una educación autónoma y libre.
Como parte de la clausura del II Ciclo de Conversatorios, Irasema Zavaleta manifestó que el Ciclo brindó experiencias válidas y promotoras de una educación inclusiva, así como mecanismos creativos para garantizar que la educación llegue a las comunidades más vulnerables.
Asimismo, señaló que se plantearon soluciones que, en definitiva, van a sumar para el diseño de práctica de un modelo educativo inclusivo, y así lograr que la comunidad educativa pueda enfrentar los desafíos presentes y futuros.
Finalmente, Patricia Aldana expresó las enseñanzas y buenas prácticas educativas que compartieron el grupo de especialistas participantes en el Ciclo, y con ello avanzar hacia la construcción de un espacio educativo asequible para todas y todos sin importar el contexto, siempre con el objetivo de dar respuesta a sus necesidades e inquietudes.
De igual manera, expuso que la educación híbrida llegó para formar parte del modelo educativo, por ello, es indispensable que, “la práctica profesional, formación docente, diseño de políticas educativas y del modelo educativo se reestructure”; también se debe trabajar en la implementación de acciones que puedan contribuir a disminuir las brechas de desigualdad educativa y social aún existentes.
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