En el marco del Ciclo de Conversatorios sobre educación inclusiva, realizados anualmente desde 2020, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), junto con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), realizamos el III Ciclo de Conversatorios. “Hacia una Educación Inclusiva desde las Aulas: Voces y experiencia del profesorado iberoamericano”, el cual consistió en dos sesiones. Durante la primera, se presentaron experiencias iberoamericanas en la materia y se debatieron, en grupos de trabajo, cada una de estas; en la segunda parte, se presentaron las principales conclusiones generadas en los debates.
El primer día tuvo lugar la sesión de inauguración, la cual estuvo presidida por Patricia Aldana Maldonado, Representante permanente en México de la OEI; Patricia Montes Balderas, Directora de Educación y Programa Editorial del Conapred; Rosa Wolpert, Oficial de Educación de la Oficina de la Unesco en México; Enrique Ku González, Coordinador Sectorial de Movilidad y Cooperación Académica en Educación Superior de la SEP; Uladimir Valdez Pereznuñez, Subsecretario de Educación de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México; Beatriz Elizabeth Cano Félix, Directora Académica de la Secretaría de Educación Pública y Cultura del Estado de Sinaloa; y Martha Velda Hernández Moreno, Subsecretaria de Educación Básica; con la moderación de Yolanda Muñoz, coordinadora del ciclo.
Patricia Aldana resaltó que el objetivo del Ciclo de conversatorios era promover, concientizar y, sobre todo, visibilizar las diversas acciones y estrategias que han desarrollado los centros escolares en la región iberoamericana, para brindar una educación inclusiva.
El III Ciclo de Conversatorios se enfocó en darle el protagonismo a docentes y directores de centros escolares que han ido evolucionando en su práctica y en la forma en cómo hacen del aula un espacio seguro, equitativo e inclusivo para su alumnado. "Serán ellas y ellos quienes nos cuenten de viva voz los retos que han encontrado en el camino y cómo han sabido sobrellevarlos para realmente tener resultados favorables”, señaló la Mtra. Aldana.
Por su parte, Patricia Montes declaró que la pandemia dejó muchos retos educativos, como el aumento en la deserción escolar, dificultades de adaptaciones educativas, rezago tecnológico, así como afectaciones emocionales. Ante ello, sostuvo que se debe dar paso a una educación abierta a la diversidad, pues la inclusión y no discriminación deben construirse desde las aulas, espacios donde docentes, autoridades educativas, familias y, en suma, toda la comunidad educativa pueda encontrar un espacio para crear e inventar diferentes metodologías para que cada alumno pueda aprender desde sus interés y posibilidades.
En su oportunidad, Rosa Wolpert señaló que cuando se habla de educación inclusiva no se tienen visibilizadas todas las formas de exclusión existentes, tanto a nivel físico como de aprendizaje. “Es primordial diseñar estrategias que permitan a todas las personas tener cabida en el sistema educativo, y que impacten de manera positiva en el alumnado, y así cumplir con el derecho a la educación”.
Enrique Ku destacó que se deben entender qué son las barreras de aprendizaje y participación, y desde esa mirada, visualizar el potencial que se debe desarrollar en niñas, niños, adolescentes y adultos a lo largo de la vida.
A su vez, Uladimir Valdez mencionó que el ejercicio del derecho a la educación tiene que darse en el marco de la inclusión, respeto y diversidad. La educación inclusiva rompe con la homogeneidad, y tiene como principio rector el respeto de la diversidad en las formas de entender y de vivir la realidad y de aprender.
Por su lado, Dra. Martha Velda puntualizó que la equidad supone atender de manera diferenciada a quienes formalmente son iguales, pero en la práctica tienen condiciones y puntos de partida muy disímbolos. Bajo este principio, añadió, se busca dar atención a los grupos más vulnerables para brindarles oportunidad en igualdad de condiciones. Asimismo, destacó que la equidad va de la mano de la inclusión, porque esta última permite entender cómo hacer partícipe a todas las personas, sin importar su condición.
Aseguró que actividades como el presente conversatorio, son acciones tangibles, que asumen el reto de darle un espacio a situaciones que en la actualidad se están enfrentando.
En el III Ciclo se presentaron seis experiencias de cuatro regiones distintas: Ciudad de México y Sinaloa (México), Bogotá (Colombia) y Los Vilos (Chile).
Sandra Luz Fierro Sánchez, directora de la Escuela Secundaria General No. 148 Lao Tse del turno vespertino de la Ciudad de México, expuso el proyecto “La escuela como centro comunitario de aprendizaje complementario al modelo híbrido”, un proyecto enfocado en aquellos estudiantes que se encuentran en situación vulnerable para alcanzar los aprendizajes esperados, y con un alto porcentaje de deserción escolar por no contar con los recursos tecnológicos y económicos que se requieren para este tipo de modalidades educativas.
Daniela Villanueva Rubio, profesora en la Escuela secundaria Renacimiento de Sinaloa, presentó el proyecto “Estrategias de reforzamiento ¡Vamos más allá!”, que propone a los docentes herramientas para actualizar sus prácticas, compartir experiencias y mejorar sus habilidades de enseñanza; reforzar los aprendizajes esperados de español y matemáticas de los grados anteriores para apoyar a quienes están en desventaja, y ofrecer estrategias para fortalecer la autoestima, la autoconfianza y la mentalidad de crecimiento entre los estudiantes.
Astrid Reátiga López, profesora en la Escuela primaria 21 de marzo de Sinaloa, compartió en torno a la experiencia “¡Yo no he sido adulto, pero, tú sí adolescente!”, la cual plantea un aula inclusiva desde la etapa evolutiva que atravesarán juntos, indistintamente de las barreras o condiciones individuales, para fortalecer la autoestima del grupo.
Mirna Angelina Valdez Velázquez, profesora en la Escuela Unitaria “Lic. Benito Juárez” de Sinaloa, explicó el proyecto “Educación inclusiva: ajustes razonables”, que atiende a niños de primero a sexto grado de primaria, enfocado en brindar educación inclusiva, a través de la autonomía curricular que permite tomar decisiones sobre la adaptación de los contenidos y qué metodologías utilizar para satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje, sobre todo en alumnos de contextos vulnerables.
Mauricio Molano Mateus, profesor del Colegio República Bolivariana de Venezuela, de Bogotá (Colombia), presentó el proyecto “El Derecho de ir a la Escuela por el hecho de existir”, que destaca los esfuerzos del colegio por flexibilizar la admisión escolar, así como los procesos de enseñanza y comunicación para que todos los niños y niñas puedan estar juntos. Se trabaja junto con el sistema de salud, las familias y los terapeutas acompañantes y se buscan métodos para materializar la política pública nacional e internacional.
Sebastián Henríquez Barraza y Juan Leiva Cataldo del Liceo Nicolás Federico Lohse Vargas de Los Vilos (Chile), compartieron el proyecto “Reforzar la comunicación entre docentes para mejorar los aprendizajes”, que se originó como un espacio de reencuentro para conversar entre docentes, para generar instancias de diálogo y hacer prácticas más diversificadas dentro de la educación, fortaleciendo ese vínculo entre docentes, el trabajo colaborativo y el impacto en la comunidad educativa.
Al finalizar la presentación pública de las experiencias, los representantes de los centros escolares, en conjunto con un grupo de participantes, debatieron en cuatro grupos de trabajo cada una de las experiencias, con el objetivo de identificar los principales obstáculos y oportunidades para replicarlas en sus centros escolares, así como identificar áreas de mejora.
En el segundo día, se llevó a cabo la Mesa redonda: “Desafíos y posibilidades en la puesta en práctica de proyectos inclusivos en el aula”, espacio en el que se expusieron las conclusiones y reflexiones a las que llegaron los grupos de trabajo. Se destacó el enfoque humanista de las experiencias; la creación de puentes de comunicación y vinculación entre docentes y familias para el logro de las estrategias educativas; la importancia de mejorar una política pública que priorice a todas las personas para la flexibilización de procesos en el ingreso a servicios educativos; el bienestar socioemocional del profesorado como punto clave para el aprendizaje de estudiantes; así como la transformación de la escuela en un centro comunitario abierto para todas y todos, que permita la participación del alumnado en su proceso de aprendizaje.
Consulta la grabación de la primera jornada aquí.
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