“Un docente emocionalmente responsable está en condiciones de cuidar su bienestar y el de sus alumnos”: Rocío Chirinos

Como parte del Ciclo de entrevistas: Educación y alfabetización socioemocional, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) en alianza con la Secretaría de Educación Pública, a través de la Subsecretaría de Educación Básica, realizamos la tercera sesión, con la participación de Rocío Chirinos Montalbetti, especialista en Educación Personalizada, con más de 20 años en asesoramiento pedagógico; y la conducción de Astrid Reátiga López, profesora de la Escuela Primaria 21 de marzo, Sinaloa, México.  

Para introducir el tema de la tercera sesión, denominada Principios y técnicas para el trabajo educativo de las emociones en secundaria, Rocío Chirinos destacó que, independientemente de los nuevos modelos educativos, durante la adolescencia se presentan aspectos comunes indistintamente del contexto, zonas y/o nivel de desarrollo de los adolescentes, además de los conocidos cambios físicos y hormonales. “Se debe tener en cuenta que es una etapa de grandes posibilidades y potencialidades para ese grupo etario”, señaló la especialista.

Al ser un momento de la vida en el que se presentan diferentes cambios a nivel de las conexiones cerebrales, Chirinos destacó que es esencial prestar mayor atención a ciertas partes del cerebro, como son la amígdala - encargada de generar emociones -; la corteza prefrontal - relacionada con la toma de decisiones -; y el estriado - zona en la que se dan las sensaciones de recompensa -, partes estrechamente relacionadas con la educación socioemocional.

Chirinos puntualizó que, para llevar a cabo el proceso de educación socioemocional en adolescentes, se deben tomar en cuenta cinco características psicológicas de este grupo etario: 1) interés por conocer y hacerse valer; 2) búsqueda de un sentido en lo que hacen; 3) soñar con el futuro; 4) deseo de libertad; 5) sentido de pertenencia a un grupo.

El rol del docente es fundamental en este acompañamiento, no obstante, se debe estimar que también el cuerpo docente está sufriendo de ansiedad, desgaste, entre otras afectaciones. Por ello, primero hay que brindarles apoyo, ya que un docente emocionalmente responsable está en condiciones de cuidar de su bienestar y el de sus alumnos.

Enfatizó que es necesario establecer vínculo con los adolescentes que están sufriendo las consecuencias de la pandemia. Estudios recientes han mostrado que uno de cada dos adolescentes siente menos motivación para realizar actividades que normalmente disfrutaba. Asimismo, se debe considerar que necesitan ayuda, aunque no la expresen siempre. En efecto, si bien tres de cada cuatro adolescentes han sentido la necesidad de pedir ayuda en relación con su bienestar físico y mental, solo 2 de cada 5 la han solicitado.

Entre las estrategias para brindar un apoyo adecuado ante esta situación podemos señalar el establecer un trabajo colaborativo; contar con el apoyo de psicólogos y psicopedagogos; así como promover una tutoría de alta dedicación. Se compartieron también algunas rutinas de inteligencia emocional que se pueden incorporar en el aula como aquellas dirigidas al autoconocimiento, la autoestima, la compresión emocional y la gestión de uno mismo.

Finalmente, Chirinos destacó que es necesario incorporar a las familias en este proceso. Si se trabaja con los padres y madres la educación socioemocional, estos podrán darse cuenta de que al mejorar ellos pueden mejorar el clima familiar y la educación de sus hijos.

La sesión cerró emplazando a los participantes a asistir a la cuarta entrevista, que se llevará a cabo el 31 de enero de 2023, a las 16:00 (CDMX). Se contará con la asistencia de Cimenna Chao Rebolledo, Doctora en Psicología Educativa y del Desarrollo, quien abordará la temática “Cómo crear un clima emocional favorable para el aprendizaje”. La transmisión en vivo será a través del Facebook Live y del Canal de YouTube de la OEI México.