Concurso Iberoamericano para Jóvenes Músicos “Música Maestro”
Concurso Iberoamericano para Jóvenes Músicos “Música Maestro”
“Música, maestro”, el sueño iberoamericano
Un 13 de septiembre en Panamá ponen las bases para la conformación de la Orquesta Sinfónica Juvenil Iberoamericana.
Por Cecilia Fonseca. La Prensa
Los integrantes de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Panamá y 19 talentosos jóvenes de 19 países de Iberoamérica, dirigidos por los maestros Luis Cobos (de España) y Jorge Ledezma Bradley y Dino Nugent, de Panamá, hicieron vibrar el Teatro Nacional la noche del jueves 12 de septiembre en la primera –y anhelada– presentación de la naciente Orquesta Sinfónica Juvenil Iberoamericana.
Fueron unos 35 minutos de espectáculo continuo, precedidos por discursos de bienvenida.
Violines, violas, flautas, trompetas, contrabajos, fagots, clarinetes y demás instrumentos fueron ejecutados con destreza para sacar notas de música clásica y entremezclarlas con tonadas típicas y patrióticas.
Carmen Suite No. 1, dirigida por Cobos; Danzón No. 2 y Capricho Típico Panameño, a cargo de Ledezma Bradley; y Ayalada, dirigida por Nugent, fue el repertorio de la noche.
Minutos antes del esperado concierto, fruto de seis meses de prácticas que, a su vez, fueron antecedidas por un proceso de selección de los jóvenes –que ganaron su puesto por un concurso–, Álvaro Marchesi Ullastres, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), explicó cómo hace un año, junto a la directora del Instituto Nacional de Cultura, María Eugenia Herrera, y la ministra de Educación, Lucy Molinar, soñaron con conformar la orquesta y escucharla tocar en 2013 en Panamá, como parte de las XXIII Conferencias Iberoamericanas de Ministros de Educación y las XVI Conferencias Iberoamericanas de Ministros de Cultura, que tuvieron lugar del 9 al 13 de septiembre.
“Hace un año soñábamos con que era posible encontrarnos aquí juntos, sin que nadie faltara”, dijo Marchesi.
Y allí estaban todos: de Uruguay, Paraguay, México, Portugal, España, República Dominicana, Honduras, El Salvador, Chile, Brasil, Cuba, Costa Rica, Colombia, Argentina, Perú, Bolivia, Ecuador, Guatemala y Panamá.
Marchesi, cuyo rostro no escondía la alegría y la satisfacción que sentía, destacó la intensidad que vio en los jóvenes, algo que, dijo, no había visto en otros países; que ensayaban a todas horas, donde se detenían o se encontraban para hacer algo, o antes de ir a dormir sacaban sus instrumentos y empezaban a tocar.
“Hay una exigencia, una firmeza, una capacidad de dedicación, de amor a la música y de visión colectiva de lo que es una orquesta, que es una señal de admiración. Admiro el esfuerzo que hacéis y el trabajo que hacen durante tantos años para ser virtuosos de un instrumento”, agregó.
Y siguió su relato. Narró que hace un año también soñaron con que los maestros panameños Bradley y Nugent pudieran dirigir a los jóvenes, y que sería importante que un maestro de otro país los pudiera acompañar.
Por eso, dijo, durante un café le propuso a Luis Cobos –músico, compositor, director de orquesta y presidente de la Academia Latina de Grabación The Latin Recording Academy– que los acompañara, quien enseguida aceptó.
Cobos no solo dirigió la orquesta, en una presentación de unos 13 minutos, sino que hizo un llamado a que la tarea no se quede allí.
“Ellos [los jóvenes] demandan de ustedes un gran compromiso… un pacto por la cultura, un pacto por la música, en la infancia, en las escuelas, en la vida cotidiana. Esos jóvenes son los guardianes de la excelencia musical. Esto es importante tenerlo en cuenta, porque necesitan herramientas para hacer eso y su apoyo declarado para poder continuar en su vida profesional, y las orquestas son para la música lo que para los libros las bibliotecas y para la pintura las pinacotecas; por lo tanto, no se pueden encoger, estirar, suprimir ni maltratar. Y creo que podemos tener la satisfacción de decir que en Panamá, un 13 de septiembre se puso la primera piedra o el caldo de cultivo de una gran orquesta juvenil iberoamericana que, espero, no solamente sea instrumental, sino que acoja también los instrumentos tradicionales y las voces”.
Al cierre del evento y tras la entrega de reconocimientos a los jóvenes de Iberoamérica, Lucy Molinar señaló que la apuesta por la cultura ya no es un acto de voluntariedad, sino un deber de todos los gobiernos y que ella es parte de un equipo que ha querido invertir en todas las manifestaciones de la cultura, por el bien de los estudiantes.
“En los últimos tres años, hemos invertido más de $10 millones en la compra de instrumentos musicales, y cada instrumento representa una oportunidad de ser mejor persona para nuestros estudiantes. Si hay una satisfacción que me llevo cuando salga de aquí, es haber creído que era posible hacer de nuestros muchachos una mejor persona a través de la cultura, y la música es una de esas manifestaciones que más rentabilidad nos ha dado”, manifestó.
Remarcó que la inversión hecha en cultura vale la pena, porque los valores y las virtudes que hay detrás de esta y de la música no se enseñan en un aula.
Los 19 jóvenes de los diferentes países practicaron durante seis meses con sus respectivas orquestas, y se reunieron para hacerlo con los 80 integrantes de la Sinfónica Juvenil de Panamá esta semana. El grupo solo practicó junto y con los tres maestros de la noche durante cinco días para su presentación como la Orquesta Iberoamericana. Un concierto de lujo que fue dedicado a Enrique Iglesias, por sus años de labor en defensa de la cultura y la música.
En el concierto también estuvieron todos muchos alcaldes de Iberoamérica.
Video disponible en: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=2ZKtbMPGJ5E
Daniel Gàlvez de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Panamà, recibe un reconocimiento en nombre de los 80 integrantes. Le acompańan el secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos, Alvaro Marchessi, y la ministra de Educación, Lucy Molinar.