RICYT: «El reto de los indicadores en una sociedad que cambia rápidamente»
En su segunda jornada, el XI Congreso Iberoamericano de Indicadores de Ciencia y Tecnología "25 años de RICYT: lecciones aprendidas y desafíos futuros" contó con la presencia de uno de los más reconocidos expertos en medición estadística de la innovación, Fred Gault, profesor de la Universidad de las Naciones Unidas y consultor de varios gobiernos e instituciones internacionales.
Fred Gault habló de la evolución de los indicadores desde la creación del Manual de Oslo en 1992, de la segmentación de los distintos sectores, así como de la evolución de la propia definición de innovación en las últimas décadas. Respondiendo a las preguntas del público, el experto internacional defendió que «es un error introducir algoritmos en la medición de los indicadores».
Fernando Galindo, de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), expuso una visión general de lo que se ha hecho en la organización, el tipo de indicadores más solicitados, sobre todo en el contexto de la pandemia, y la necesidad de racionalizar las metodologías para la elaboración de indicadores. Galindo mencionó como futuras prioridades de la OCDE: trabajar en los datos e indicadores de tecnología e innovación; medir las políticas de innovación y su impacto, y abordar el aspecto humano en la ciencia y la tecnología.
El coordinador de la RICYT, Rodolfo Barrere, dejó planteadas cuestiones sobre los retos metodológicos y técnicos. En un momento en el que la velocidad del cambio tecnológico implica revisar la relación entre usuarios y productores de información estadística, acortar los tiempos de producción de la información y tener en cuenta los constantes cambios en las formas de comunicar, Barrere afirma que «es necesario un consenso sobre qué vamos a medir; qué queremos medir; cómo vamos a medir, dónde y quién va a medir», además de respuestas a las preguntas: ¿Qué datos? ¿Qué fuentes? ¿Con qué métodos?
Indicadores de ciencia y tecnología: los modelos ibéricos
La subdirectora general de la Dirección General de Estadísticas de la Educación y Ciencia (DGEEC), Filomena Oliveira, habló de la maduración del proceso de producción de indicadores de Investigación y Desarrollo (I+D), en Portugal, desde los años 80 del siglo XX y en particular desde 1995, cuando se creó el Observatorio de las Ciencias y las Tecnologías; se refirió a los avances desde principios de la década de 2000 y anunció el nuevo proyecto de Gestión de Datos, Trayectorias de Formación y Educación (GDPEF) que está creando la DGEEC.
Cristina Moneo, directora general de Planificación, Seguimiento y Evaluación del Ministerio de Ciencia e Innovación de España, presentó el sistema que se está creando en el país desde 2017. El SICTI – Sistema de Información de Ciencia, Tecnología e Innovación – «es una herramienta de captación de datos, homogeneización bajo parámetros estandarizados de tratamiento y explotación de información». El sistema ordena la unificación de criterios a nivel nacional, incluidas las comunidades autónomas, y tiene como objetivo proporcionar un mejor conocimiento del sistema tecnológico y de innovación español; mejorar la transparencia y rendir cuentas a los ciudadanos sobre el uso de los datos.
Carlos Coimbra, del Instituto Nacional de Estadística (INE) de Portugal, mencionó que, aunque el instituto no procesa datos sobre ciencia y tecnología, reúne un conjunto de información valiosa sobre 400 mil empresas, a través del sistema de Información Empresarial Certificada (IES), que permite un análisis multidimensional y, en consecuencia, proporciona mucha información sobre la innovación en Portugal. Con este sistema, dice Carlos Coimbra, «se puede comparar, y demostrar, que las empresas innovadoras suelen tener un valor añadido tres veces superior al de las empresas no innovadoras».
Estadísticas sobre la relación género-ciencia
Durante el segundo día del XI Congreso Iberoamericano de Indicadores de Ciencia y Tecnología, las sesiones paralelas abarcaron diferentes temas de importancia para el ámbito: estadísticas sobre la relación género-ciencia; las vocaciones científicas y su nexo con la sistematización de información sobre educación superior; indicadores de ciencia, tecnología e innovación; acceso abierto y nuevas tecnologías; y experiencias en indicadores para la evaluación, entre otros.
“Indicadores de género en ciencia y tecnología”, sesión moderada por Paula Sánchez (OEI), repasó las últimas novedades en materia de indicadores de ciencia, tecnología y género en Iberoamérica en dos niveles: por un lado, con un espíritu generalista, se revisó el estado del arte en Iberoamérica; por el otro, se dio lugar a casos específicos que están imbricados con la temática, como la situación de género en la I+D portuguesa.
A la par, la sesión “Indicadores de educación superior y vocaciones científicas”, moderada por Carlos Pérez Rasetti (UNPA-UNPAZ-UGD, Argentina), trajo a colación uno de los principales ejes de trabajo que fueron desarrollados durante el XI Congreso: la sistematización y puesta en disponibilidad de información confiable y comparable sobre educación superior en nuestra región. La sesión dio voz a la descripción de iniciativas como la Red de Indicadores de Educación Superior (Red INDICES), que ya lleva un lustro aplicando y perfeccionando una batería de instrumentos de medición en instituciones universitarias de gran cantidad de países iberoamericanos, así como también participaciones de representantes de IESALC-UNESCO y CIPES de Portugal.
La sesión “Particularidades de los indicadores de ciencia, tecnología e innovación en Iberoamérica” fue moderada por Gustavo Arber (MINCYT, Argentina) y continuó el esquema de considerar la temática mencionada en el título desde una perspectiva doble, con un ojo puesto en la observación general y el otro en casos individuales. Por un lado, se aprovechó la oportunidad para pasar revista al derrotero de la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT), en esta ocasión como comunidad de práctica. Por el otro, se presentó un informe sobre el impacto de los nuevos incentivos en la investigación académica en Uruguay, se atendió a los desafíos que trajeron para la región los cambios metodológicos impuestos por la edición 2018 del Manual de Oslo y se exhibieron los resultados preliminares de un estudio sobre la sociedad digital iberoamericana y su papel ante crisis globales, más específicamente la actual pandemia de coronavirus.
Con la moderación de Guillermo Anlló (UNESCO), la sesión “Indicadores de producción científica: acceso abierto y nuevas tecnologías” recuperó aspectos ya tratados durante el primer día del XI Congreso en lo relativo al presente de las revistas científicas de alcance nacional e internacional y su relevancia en la evaluación de la producción de los investigadores latinoamericanos. Participaron expertos del Centro Redes argentino, el Programa FOLEC y de LA Referencia.
“Midiendo las brechas de género en Iberoamérica”, sesión conducida por Ana Ribeiro Alves (OEI), comenzó con un reconocimiento a los cuidados, dimensión de enorme relevancia que sin embargo se mantiene ausente en el ámbito científico, y prosiguió con un análisis empírico del empleo de hombres y mujeres en ciertos rubros de la innovación española. Luego se dio paso a un abanico de estudios de género regionales que versan sobre indicadores de producción científica y su repercusión social.
Durante la sesión “Medición de actividades innovadoras en Iberoamérica”, moderada por Ana Martins (DGEEC, Portugal), se describieron proyectos sobre los efectos del desempeño ambiental en la competitividad, la eficiencia de los sistemas nacionales de innovación medida por objetivos, la evaluación de las políticas públicas guatemaltecas mediante indicadores de ciencia y tecnología y un trabajo sobre la relación entre la invención y las redes colaborativas en América Latina a partir de datos verificables de patentes.
Moderada por la brasilera Regina Gusmão, analista senior en ciencia y tecnología, la sesión “Nuevas métricas de la producción científica en Iberoamérica” desentrañó experiencias relacionadas con la ciencia abierta en América Latina, los indicadores del Manual de Cuyo sobre la circulación de la producción científica en las universidades nacionales de Argentina, una caracterización de Dialnet Métricas como portal para la evaluación de las ciencias sociales en Iberoamérica y un despliegue de mapas plurales de ciencia para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La sesión de cierre, “Experiencias en indicadores para la evaluación en Iberoamérica”, a cargo de Paulo Quaresma (FCT, Portugal), destacó iniciativas de distinto alcance y dimensión, entre ellas el direccionamiento estratégico de un centro de investigación de Colombia y el papel de la información estadística en la medición del impacto de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación en la industria del mismo país, así como también los hallazgos que produjo la aplicación de indicadores en la educación superior de Costa Rica y en la evaluación del impacto científico-tecnológico en proyectos agrícolas colombianos.