«La transición digital tiene que ser inclusiva» porque la educación es universal
La educación es universal y, como tal, la transición digital debe ser inclusiva. "No dejar a nadie atrás" fue la frase más escuchada en todas las declaraciones de estos dos días de debate en el seminario 'Transformación digital en la educación'.
La inclusión y la igualdad de acceso a la transición digital en la educación fue uno de los principales temas destacados por la mesa de debate de los jóvenes este jueves, el segundo y último día del seminario «Transformación digital en la educación«, celebrado en colaboración con el Instituto Portugués del Deporte y la Juventud, I.P. (IPDJ). Participaron en estas jornadas Max Trejo, del Organismo Internacional de la Juventud para Iberoamérica; Rui Oliveira, del Consejo Nacional de la Juventud; Marcus Barão, del Consejo Nacional de la Juventud de Brasil; Paulo Fontes, de la Conferencia de Ministros de la Juventud y del Deporte de la CPLP; y Aissatu Forbs Djalo, del Foro de la Juventud de la CPLP, y fue moderado por Duarte Lopes, de la Asociación Académica de la Universidad de Minho.
También afirmaron la importancia de participar en el proceso de digitalización y no ser sólo receptores. Destacaron que la transformación digital en la educación debe llevar a un ajuste de los modelos y sistemas de enseñanza, y mencionaron que será fundamental preparar a los jóvenes para navegar por la red y saber utilizarla para acceder a información creíble y así producir conocimiento.
En el panel sobre «Inteligencia artificial y pensamiento computacional en la educación» se habló, por ejemplo, de que el smartphone debe formar parte de la clase, ya que es un elemento que debe integrarse y potenciarse en la enseñanza, que permite enfoques exploratorios y un cambio de paradigma. La inteligencia artificial debe integrarse en la enseñanza para que los alumnos no sean meros receptores de la tecnología, sino agentes del cambio, a través de la programación, por ejemplo. También se subrayó la importancia de la formación de los profesores, para que no sean ellos los que decidan si utilizan o no las nuevas tecnologías para contribuir a la alfabetización digital. Este panel incluyó a Claudia Laura Limón Luna, consultora de Tecnología y Educación para Iberoamérica (CONCIUS); Pedro Tadeu, del Instituto Politécnico de Guarda; Gonçalo Espadeiro, de la Universidad de Évora y fue moderado por Tamara Díaz Fouz, directora de Educación de la OEI.
En la mesa redonda «Respuestas nacionales y regionales y alianzas estratégicas» se reconoció que la pandemia es fundamental en la dinámica de las respuestas sobre el terreno, pero este factor de las alianzas institucionales se suma a otros dos: la creación de políticas públicas ajustadas y la inversión de los Estados y del sector privado en este esfuerzo colectivo por crear más y mejores oportunidades para todos.
También se mencionó que las herramientas que saltaron para responder a una situación inusual y urgente, terminaron, en estos dos últimos años, y en un proceso muy rápido, siendo vistas hoy como obligatorias en la integración de los sistemas educativos, promoviendo una educación híbrida, donde la relación con la tecnología es natural e integra un nuevo paradigma de enseñanza. En este debate participaron Tamara Díaz Fouz, directora de Educación de la OEI; Ricardo Cuenca, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Perú; Anabela Leal, directora de la Escuela Secundaria de Felgueiras; Bernardo Sousa, de la iniciativa gubernamental INCoDe.2030, moderados por Ana Paula Laborinho, directora de la OEI en Portugal.
Otto Granados, presidente del Consejo Asesor de la OEI pronunció la conferencia de clausura «Educación, digitalización y ciudadanía» que aportó una mirada complementaria a esta segunda jornada del seminario, y que ya había sido señalada por el secretario general de la OEI, Mariano Jabonero, profundizando en el tema de la inclusión como eje central del trabajo de esta organización que tiene una visión macro de las asimetrías en los distintos países que la conforman. Una advertencia que no debe ser una intervención aislada, sino que debe tener en cuenta la cooperación interinstitucional y gubernamental.
El seminario se cerró con las notas finales de Ana Paula Laborinho, directora de la OEI en Portugal, quien destacó la importancia de crear alianzas y redes entre Iberoamérica, la CPLP y, en un futuro próximo, Europa, para poder compartir experiencias y enriquecer conocimientos, siendo ésta una de las señas de identidad del trabajo de la OEI. También destacó y agradeció el trabajo del equipo de Portugal. «No dejar a nadie atrás en la sociedad y en la educación fue la frase más escuchada en este seminario», dijo José Augusto Pacheco, de la Universidad de Minho, para concluir.