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Sede República Dominicana

Entrevista con Carlos Guzmán Cárdenas

Carlos Guzmán Cárdenas estuvo revisando la Encuesta de Consumo Cultura en RD, gracias al apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), en el marco del Proyecto de Apoyo a la Creación de la Cu…

Entre los días 21 y 22 de mayo, el consultor internacional Carlos Guzmán Cárdenas estuvo revisando la Encuesta de Consumo Cultura en RD, gracias al apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), en el marco del Proyecto de Apoyo a la Creación de la Cuenta Satélite de Cultura.
Carlos Guzmán Cárdenas es consultor internacional en industrias creativas e investigación cultural; es autor y co-autor de diversas publicaciones sobre políticas culturales, economía de la cultura y consumo Cultural. En esta entrevista, habla sobre la importancia de las cuentas satélites de cultura y sus aportes en la creación de políticas culturales acordes a las necesidades de la población.

El aporte de OEI a la conformación de la Cuenta Satélite de Cultura en RD parte del reconocimiento de la importancia de valorizar y cuantificar los aportes del arte y la cultura en el desarrollo integral de las personas y las sociedades. Las cuentas satélites subrayan la necesidad de ampliar la capacidad analítica de la contabilidad nacional a determinadas áreas de interés social, y su aplicación al campo de la cultura contribuye a un mayor conocimiento de la relación entre cultura y desarrollo económico y favorecerá la toma de decisiones de los responsables políticos.

La Declaración Final de la XV Conferencia Iberoamericana de Cultura (Salamanca, 2012) planteó la acción cultural como un factor estratégico en el logro de la cohesión e inclusión político-social y el desarrollo económico, y acordó la colaboración entre OEI y CEPAL para que los países de la región implanten los sistemas de cuentas satélites de la cultura con metodologías comunes.

¿Los aportes de económicos de la cultura son tantos como para justificar la creación de una cuenta satélite?

Hay suficientes argumentos de tipo económico por el cual puedes estimar la necesidad de tener una Cuenta Satélite de Cultura. Están los ejemplos de países como Finlandia, España, Argentina, Brasil, México, Colombia, Chile, Uruguay y muy recientemente Costa Rica… Estos países tienen una estructura económica en materia cultural que aportan entre el 2 y el 6% del Producto Interno Bruto, que es superior a sectores económicos tradicionales como el de la construcción, por colocar un ejemplo. Cuando estamos hablando del 6% dentro de la estructura de la cadena de valor del sector cultural, estamos refiriéndonos a un sector que mueve recursos, consolida infraestructura, forma talento humano y genera empleos. Eso justifica plantearse la elaboración de una Cuenta Satélite de Cultura. Resulta interesante también ver cuál es el esfuerzo económico que están realizando los hogares cuando pagan por un servicio o compran un producto cultural. Todo esto fue dando una justificación de por qué se requería en algunos países contar con una Cuenta Satélite en materia cultural, y aun así hay pocos países que cuentan con una, no llegan a doce a nivel mundial; la experiencia acumulada se encuentra básicamente en Sudamérica y ahora en la República Dominicana

¿La creación de cuentas satélites es un fenómeno iberoamericano?

No sé si iberoamericano, pero evidentemente hay una preocupación mucho mayor en el contexto iberoamericano que quizás en otras regiones. También tiene que ver con el hecho de contar con organismos de cooperación cultural internacional, como es el caso de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que recibió en la XV Conferencia Iberoamericana de Cultura celebrada en Salamanca en septiembre de 2012 la tarea de apoyar el proceso para la elaboración de Cuentas Satélites en Cultura o de los propios ministerios cuando asumen que necesitan contar con este tipo de información que le permita definir políticas públicas en materia cultural. La cuenta satélite es un ejercicio económico pero también es un instrumento de gestión para el diseño y formulación de políticas.

¿Cuál es la importancia de las cuentas satélites de cultura?

El tema de la cuenta satélite fundamentalmente forma parte de un área de conocimiento más compleja que es el tema de la economía de la cultura. La economía de la cultura tiene que ver con el estudio de todas aquellas incidencias económicas que puedan estar relacionadas con la dimensión cultural, como por ejemplo, la industria editorial, la industria cinematográfica y audiovisual, la radiodifusión, grabación de sonido y edición de música, artes escénicas, artes visuales, artesanías, arquitectura, fotografía, diseño, publicidad, museos, galerías de arte, archivos, bibliotecas, etc.

La Cuenta Satélite de Cultura es la creación de un sistema de cuentas asociado a todo lo que es la dimensión cultural y que se incorpora al Sistema de Cuentas Nacionales de cualquier país. Generalmente se encuentra en los bancos centrales de cada país, y en el caso de República Dominicana, va a contar con un sistema de indicadores culturales, de datos bien precisos como el gasto total en cultura según objeto, naturaleza y beneficiarios; adquisición de bienes y servicios que benefician directamente a los hogares dominicanos, que van a ser elaborado por el Banco Central con el acompañamiento del Ministerio de Cultura.

Es bastante interesante, novedoso e innovador. Cuando trabajábamos en el mundo de la cultura, nuestro enfoque estaba más ligado al tema de la dimensión política cultural y digamos que ahora tenemos también el acompañamiento de la dimensión económica cultural. Ya de entrada cuando nos planteamos la creación de una cuenta satélite, estamos hablando de un sector que genera recursos, empleos, que tiene un aporte sustancial, casi todos andan por alrededor del 6% del PIB en los grandes países de Iberoamérica, lo cual es un dato significativo y eso te empieza a dar un perfil de la dinámica económica que acompaña a los procesos culturales de cada país. Súmale a eso cuánta gente está trabajando en el sector cultural, cuánto moviliza en términos de empleo, cuánto están gastando los hogares en productos culturales. Toda esa cantidad de información te va definiendo lo que llamamos la Cuenta Satélite de Cultura. Lo interesante es que ya la cultural no aparece como la cenicienta de los demás sectores, sino tiene voz, tiene datos, genera recursos y en consecuencia merece también tener su cuenta satélite.

¿Cómo influyen estos datos económicos que ofrecen las cuentas satélites en las políticas culturales?

Incluyen de manera decisiva y sustancial. Al contar con esta información económica levantada, procesada, permite que las políticas culturales sean más asertivas, que los procesos de gestión institucional sean más inteligentes e innovadores, porque estamos trabajando con datos observables, cuantificables, y en definitiva le permite al que está al frente de las instituciones culturales contar con información de primera mano.

Hoy por hoy, en República Dominicana, gracias al esfuerzo gerencial de su Ministro José Antonio Rodríguez Duvergé y del equipo liderado por el Viceministro de Desarrollo Institucional Carlos Santos Durán, contamos con los perfiles de cómo es la estructura económica dominicana en materia cultural. Por otra parte, el Ministerio de Cultura recientemente aplicó una Encuesta Nacional de Consumo Cultural, en la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT) que realiza el Banco Central para incorporarse a la cuenta satélite y, podemos saber perfectamente cuánto es el esfuerzo de gasto cultural que están haciendo los hogares en relación a su situación en el mercado laboral. Además, conocemos las principales características del consumo cultural de los dominicanos que nos permiten definir políticas culturales por categoría ocupacional, ramas de actividad, por ingreso y pobreza, equipamiento cultural, etc. Entonces tenemos datos muy precisos de lo que están haciendo en materia cultural el que está ocupado, desocupado, si es profesional independiente, si la compra la hizo vía formal o vía informal.

En el caso de República Dominicana, lo interesante es que se comenzó la cuenta satélite desde la demanda y no desde la oferta. La dimensión desde el punto de vista de la demanda es que te permite medir el consumo real de los hogares dominicanos en materia cultural, ese es un valor importantísimo para cualquier gestor, porque no estás formulando políticas culturales desde la oferta, sino desde la demanda.

El que nosotros sepamos qué es lo que el dominicano está consumiendo nos permite plantearnos políticas culturales en términos de desarrollo humano, porque el consumo cultural satisface una necesidad que no es igual a cualquier otro tipo de necesidad; es un tipo de necesidad que está asociado a una dimensión que tiene que ver con tu sentido de vida, con tus valores, con tu apropiación social, y conocer esa dimensión permite comenzar a visualizar cuál es el tipo de dominicano que tenemos en materia cultural y cuáles son los obstáculos que pueden estar presentándose para el acceso a determinados servicios o bienes culturales en el país. o las oportunidades que tenemos frente a determinadas manifestaciones.