Asimetrías, desigualdad y brecha digital: los principales retos de la educación inclusiva en Centroamérica, según un estudio de la OEI
La Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) ha presentado el informe «Educación inclusiva en Centroamérica y República Dominicana: balance, opciones y recomendaciones de política». El estudio contó con la colaboración del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
La OEI ha presentado hoy el informe Educación inclusiva en Centroamérica y República Dominicana: balance, opciones y recomendaciones de política en su Secretaría General de Madrid. Se trata de un estudio en el que se analizan los principales indicadores educativos de los países centroamericanos, con el objetivo de evaluar aspectos como la inclusión y la equidad en sus sistemas educativos, así como para proponer políticas de mejora.
El estudio ha sido presentado por Mariano Jabonero, secretario general de la OEI; Otto Granados, presidente del Consejo Asesor de la OEI y coordinador de la publicación; y Tamara Díaz, directora de Educación de la OEI. Además, ha contado con la participación de los embajadores y altas autoridades en España de los países pertenecientes al Sistema de Integración Centroamericana (SICA): Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.
Para el secretario general de la OEI, este informe surge de una preocupación manifestada durante la pandemia: “la educación en la región adolece de falta de calidad e inclusión. Estamos trabajando de la mano de aliados como SICA y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en una transformación educativa, porque el futuro tiene que ser distinto”, ha aseverado.
Tamara Díaz, por su parte, ha destacado que este estudio se alinea con un informe sobre educación inclusiva, presentado por la OEI en diciembre pasado, que ofrecía un primer diagnóstico sobre cómo estaban avanzando en inclusión y equidad los sistemas educativos de toda Iberoamérica.
Otto Granados, ha apuntado que este informe toma relevancia cuando “todos los países de nuestra región redujeron el gasto en educación, y en los de renta baja ese recorte se ubicó en torno al 60 %”. El también ex secretario de Educación de México ha advertido que, si bien todos los países incluyen en su legislación el principio de equidad, se quedan cortos y generan cuellos de botella para ser efectivos”. “No en todos los países la desigualdad se reconoce en los programas públicos”, ha puntualizado.
Dos bloques de países
El estudio pone de manifiesto que, en materia de indicadores educativos como tasas de abandono, cobertura neta y tasas de conclusión de estudios esta región se divide en dos bloques que presentan rasgos asimétricos: por un lado, Costa Rica, Panamá y República Dominicana, con datos que reflejan perspectivas favorables; y, por otro lado, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, con indicadores aún por mejorar. Para Granados, este hallazgo es una oportunidad para “tender puentes y cerrar brechas al interior de los países, pero también al interior de las regiones”.
La publicación concluye que en Centroamérica y República Dominicana las desigualdades se asocian en su mayoría al origen de los alumnos: por lugar de nacimiento, residencia, o los niveles de ingreso familiar, con tasas desfavorables a medida que avanza la vida escolar.
En toda la región centroamericana la cobertura escolar se comporta en “U invertida”, es decir, es baja en educación infantil, alta en educación primaria y nuevamente baja en media y secundaria. El informe destaca que la región comparte retos ligados a la desigualdad económica, donde el 20% más rico tiene 5 veces más probabilidades que el 20% más pobre de terminar el bachillerato.
El informe también alude a la necesidad de trabajar para reducir la brecha digital en la región con estrategias más focalizadas en la formación docente.
Recomendaciones en política educativa
El estudio propone la creación de un observatorio de inclusión que sirva como nodo para compartir información entre países a nivel micro. También se recomienda la creación de redes de trabajo regionales, sobre todo para el fortalecimiento de la formación continua de los docentes.
Otra recomendación subraya la urgencia de cambiar los mecanismos de asignación presupuestarios, para que sean más ágiles y focalizados en aspectos más rentables, como la educación a lo largo de la vida, ya que la explosión demográfica de la región así lo va a exigir. Finalmente, se advierte de la necesidad de fortalecer el trabajo con organismos intergubernamentales, así como con organizaciones civiles especializadas en educación con presencia en Centroamérica.
Participaron de esta presentación Mónica Bolaños, embajadora de Guatemala; María Dolores Agüero, embajadora de Honduras; Carlos Antonio Midence, embajador de Nicaragua; Juan Bolívar Díaz Santana, embajador de la República Dominicana; Juan Salas Araya; ministro consejero de Costa Rica; Jorge Alberto Martínez, ministro consejero de El Salvador y Anayansi Rodríguez, encargada de negocios de la Embajada de Panamá en España.