Día Mundial del Síndrome de Down: #WhatIBringToMyCommunity
El dia 21 de marzo fue el designado por Naciones Unidas para que se reconociesen las importantes aportaciones de las personas con diversidad funcional producida por la alteración conocida como trisomía 21.
El dia 21 de marzo fue el designado por Naciones Unidas para que se reconociesen las importantes aportaciones de las personas con diversidad funcional producida por la alteración conocida como trisomía 21. El síndrome de Down, es una combinación de cromosomas distinta y natural, que ha formado parte de la humanidad en todo el mundo. Además, produce efectos muy diferentes en cada persona, tanto en características físicas como de salud. El Día Internacional del Síndrome de Down nos ayuda a tomar conciencia sobre las necesidades de estas personas, pero sobre todo, sobre sus capacidades, habilidades y derechos, que muchas veces les son negados.
En 2018, el mensaje que se intenta trasmitir se resume en el lema #WhatIBringToMyCommunity. Se trata de enseñar al mundo que las personas con síndrome de Down contribuyen de manera significativa en los entornos en los que se desenvuelven, en especial en el entorno laboral, donde muchas veces se les priva de oportunidades por el mero hecho de tener esta condición. De este modo, este día servirá para animar a todos a llevar un cambio positivo en la percepción, para descubrir las grandes potencialidades que tienen estas personas y de la incomprensión que sufren por parte de la sociedad, que aún hoy en día dudan de sus capacidades.
La OEI se quiere sumar a este día para recordar que la dignidad de los seres humanos es inherente, independientemente de su situación. Se debe reconocer la labor de las personas con discapacidad intelectual para la promoción de nuestro bienestar comunitario. Además, no se puede olvidar que son miembros valiosos y únicos de nuestra sociedad diversa y plural, que pueden trabajar y tener relaciones sentimentales. En definitiva, es preciso conseguir que las personas con síndrome de Down puedan tener una vida autónoma e independiente, con libertad para tomar decisiones, como cualquier otro ser humano. Por esto, es necesario un acceso adecuado a la atención sanitaria, a la estimulación temprana y a una educación inclusiva, que permita el crecimiento y desarrollo personal de las personas con dicha condición como miembros plenos de las comunidades en las que vivan.
La educación ejerce un papel esencial para lograr la igualdad e inclusión de estas personas. El colectivo aún se encuentra con obstáculos para normalizar su incorporación a la formación académica, con bajos niveles de escolarización y de ocupación laboral, que debe hacerse en las primeras etapas para que la inclusión se pueda ejercer de manera natural y se pueda evitar la brecha educativa. En este sentido, la OEI se ha comprometido a lograr una educación de calidad e inclusiva, involucrados con las comunidades para “lograr la igualdad educativa y superar toda forma de discriminación”, como se recoge en la Meta General Segunda de las Metas Educativas 2021. Una de las acciones para lograrlo con personas con síndrome de Down se llevó a cabo en Panamá, que, junto a la Asociación de padres y amigos de personas con síndrome de Down, se promovió la promoción de capacidades actorales en adultos con esta condición. Se realizó una obra de teatro con enfoque de identidad nacional, denominada “Sin tu Cariño”, obra inspirada en una canción del famoso cantautor panameño Rubén Blades. Esta obra de rotundo éxito tuvo un carácter inclusivo, donde la diferencia la marcaba la igualdad de talento escénico de los actores.
Por lo tanto, las reivindicaciones del 21 de marzo deben materializarse en hechos concretos para que por fin las personas con diversidad funcional, en concreto las personas con síndrome de Down, sean personas con los mismos derechos que el resto.
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