La OEI cierra su año de mayor proyección y arranca 2025 centrada en la digitalización y el cambio climático en Iberoamérica
El próximo año la OEI liderará eventos de gran trascendencia para Iberoamérica, como la COP30, que se realizará en noviembre en Belém do Pará, Brasil.
La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) concluye el año 2024 como uno de los más simbólicos e importantes de su trayectoria, al consolidarse como el organismo de cooperación del sistema iberoamericano de mayor expansión y reconocimiento internacional con grandes hitos alcanzados como el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional, su 75 aniversario o su destacada participación en la Cumbre de Líderes del G20 en Brasil.
A esto se suma el impacto de su trabajo en terreno, que en el compendio del último bienio benefició a cerca de 20 millones de personas por medio de 770 proyectos ejecutados en la región. Asimismo, por primera vez en su historia, la OEI participó en septiembre en una Asamblea General de las Naciones Unidas en calidad de organismo observador y organizó en Brasil los grupos ministeriales de trabajo del G20 de Educación y Cultura, en Fortaleza y Salvador de Bahía, respectivamente, hechos que contribuyeron al posicionamiento de Iberoamérica y sus necesidades en el centro de las discusiones globales.
En el ámbito educativo, en el último año la OEI ha marcado la ruta para robustecer la digitalización de los sistemas educativos de la región con el foco puesto en la innovación, el impacto de tecnologías como la IA, la formación de los docentes y el desarrollo de la primera infancia.
Destacan así iniciativas de alto nivel como el I Diálogo Regional en Inteligencia Artificial e Inteligencia Emocional, celebrado en marzo en México; el l Seminario Iberoamericano ‘Transformación Digital e Inteligencia Artificial en la Educación’, realizado en mayo junto a la Xunta de Galicia en España; el III Seminario Iberoamericano sobre Calidad en la Educación en Línea, que tuvo lugar en septiembre en Panamá, o el II Congreso Internacional con foco en Buenas Prácticas en Bienestar Docente, este noviembre en Chile.
El trabajo con docentes también se materializó con iniciativas como el lanzamiento de una guía ambiental para docentes de primaria y secundaria en Costa Rica que impactará a más de 1 millón de escolares, así como también de la Escuela de Competencias Digitales y Transformación Digital para profesores universitarios en Cuba.
Este año la educación infantil y básica en la región dio un paso al frente gracias a hitos como el V Seminario Internacional «Políticas Intersectoriales para la Primera Infancia», realizado en junio, o la puesta en marcha en diciembre de iniciativas de formación de docentes de infantil centradas en la calidad en El Salvador. En Guatemala, la OEI puso sobre la mesa la necesidad de potenciar la calidad de las aulas “multigrado”, que en ese país suponen el 60% de las escuelas públicas, e impulsó la Estrategia Nacional de Nivelación de los Aprendizajes.
En Argentina, la OEI volcó sus esfuerzos en promover iniciativas para atajar la deserción escolar, como la exitosa campaña ‘Volver a estudiar’, que contó con la participación de reconocidas figuras del deporte iberoamericano, o el desarrollo de la Mesa de Adicciones y Consumos Problemáticos para centrar la conversación en esta lacra que aqueja a la juventud del país. En Ecuador, por su parte, más de 12 mil estudiantes recibieron el «Álbum ilustrado de Quito», un recurso didáctico para conocer en profundidad la rica historia de la capital del país.
En República Dominicana, la OEI realizó en enero un seminario centrado en la formación y el desarrollo profesional docente en el contexto de la transformación educativa nacional, país en el que también se aunaron esfuerzos junto con el Senado para fomentar la innovación y competitividad tecnológica. En ese sentido, en Paraguay, también se priorizó el trabajo interministerial para conseguir Sistemas Educativos Inteligentes por medio de un encuentro que analizó las estrategias y herramientas innovadoras para la gestión educativa de toda la región.
Impulsar la sostenibilidad, la inclusión y la productividad desde la innovación también fue uno de los objetivos de la OEI en este año. Así lo prueban iniciativas como los seminarios «Innovación e Inteligencia Artificial: Oportunidades para la Productividad en Iberoamérica», que se realizó en junio en México; «Metodologías innovadoras en la promoción de los ODS», llevado a cabo en marzo en España; o «Construyendo puentes hacia el empleo desde la formación profesional y el emprendimiento», que se realizó en junio en Honduras.
En ese mismo país se puso en marcha el proyecto Ágora, que trabaja para contribuir al aumento sustancial de las competencias necesarias para que jóvenes y adultos con discapacidad visual accedan al empleo, trabajo digno y emprendimiento, a la vez que comenzó el proyecto «Apoyo para el fortalecimiento, tecnificación y digitalización de MIPYME y emprendimientos en El Salvador», que incluyó un completo estudio sobre el estado de la digitalización de este sector empresarial en ese país centroamericano.
Mención especial merece el proyecto ‘Impulsando la educación’, que la OEI desarrolló en Paraguay junto a la Unión Europea y que este año ha presentado sus resultados: la iniciativa capacitó a más de 64.000 docentes en áreas clave como Matemática, Lengua Castellana, Guaraní y TIC e impactó a 25 mil estudiantes de todo el país.
Ciencia iberoamericana para un futuro sostenible
Este año vio la luz ‘Energytran’, una iniciativa de la OEI financiada por la Unión Europea, con la que se busca impulsar una transición energética limpia y justa en América Latina y Europa, apoyando la toma de decisiones de los Gobiernos a partir de los resultados que surjan de la generación y transferencia de conocimiento entre los centros de investigación participantes.
Por otra parte, en Colombia, la OEI apoyó en octubre el desarrollo de la COP16, con actividades que incluyeron conversatorios, exposiciones y muestras documentales y artísticas en torno a la conservación de la diversidad biológica. En ese mismo país en julio, se firmó un convenio con el Jardín Botánico de Bogotá para contribuir a la protección del medio ambiente a través de la innovación tecnológica.
El año 2024 también consolidó a la Noche Iberoamericana de l@s Investigador@s, organizada por la OEI, como el evento de divulgación científica más importante de la región. Resalta la apabullante acogida que tuvieron las actividades en Panamá, donde se realizó «Expo ConCiencia», con la participación de cientos de niños y científicos del país. Promover las vocaciones científicas en niñas y jóvenes también fue una prioridad este año. En Perú y en Uruguay, arrancaron los proyectos “Somos Mujeres y Hacemos Ciencia”, y ‘Más Mujer en Ciencia’, respectivamente, programas que pretenden potenciar el rol de las niñas y las mujeres en la ciencia con la participación de destacadas científicas locales.
2024, un año para la cultura iberoamericana
Brasil fue el escenario este año de importantes encuentros para la cultura regional como la 4ª Conferencia Nacional de Cultura, en marzo; el I Encuentro Iberoamericano de Cultura de la OEI, en abril, o el lanzamiento del Programa Iberoamericano de Industrias Culturales y Creativas en agosto, con el que se busca poner en valor y comprender el poder de la cultura en la economía regional. En ese mismo mes, en el marco de las mesas de trabajo del G20, la OEI tuvo un papel relevante gracias a la organización del Seminario Internacional sobre Políticas para la Economía Creativa: G20 + Iberoamérica, en donde se analizó el papel de la creatividad como vector económico para el desarrollo social de los pueblos.
En Portugal, Lisboa se vistió de gala para celebrar en septiembre una exitosa segunda edición de la Noche de la Literatura Iberoamericana, y en ese mismo país arrancó en octubre el proyecto «Ruta de los Tambores del Atlántico», que busca promover el diálogo intercultural entre África e Iberoamérica a partir de la figura del tambor. La música también tuvo un papel destacado en Uruguay con el proyecto «Música en apoyo a los procesos educativos», que tiene como fin apoyar la inclusión social de niños y adolescentes en barrios vulnerables de Montevideo.
En Ecuador, la OEI apoyó la apertura de la primera ludobiblioteca en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo de Guayaquil, y en noviembre, Panamá abrió sus museos a niños y estudiantes para incentivar el arte y la cultura a través de la iniciativa “Mi Experiencia en el Museo”, impulsada por la OEI.
En Costa Rica, se creó un programa curricular de la danza para la prevención de la violencia, mientras que en Cuba se debatió alrededor de las industrias creativas y culturales y su papel en el país por medio de un foro-taller con la presencia de importantes agentes culturales. En Chile, un convenio con el Ministerio de Culturas, Arte y Patrimonio, anunciado en el marco de MICSUR en abril, entregará becas de formación para educación artística y patrimonial.
En materia de multilingüismo, en mayo la Comisión Europea destacó el proyecto ‘Escuelas de frontera’ que la OEI implementa en más de medio centenar de escuelas de la frontera hispano-portuguesa como ejemplo de buenas prácticas, y en noviembre en Paraguay se lanzó la Cátedra Iberoamericana Educación Intercultural Bilingüe, para promover más y mejor bilingüismo en las aulas de la región.
En Perú, por su parte, finalizó la fase piloto de la aplicación móvil «Lenguas», desarrollada junto con el BID, que buscó fomentar la enseñanza y el aprendizaje de la lengua quechua Collao en más de 5 mil estudiantes de ese país. La aplicación estará disponible próximamente para su descarga gratuita para el público general. En esa línea, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México, se lanzó Cuentos y Leyendas de Pueblos Indígenas: México, una publicación que busca rescatar la oralidad como base de la representación cultural de los pueblos indígenas con 28 narraciones orales de lenguas indígenas presentes en 17 estados del país.
Más derechos humanos, más igualdad y más democracia
La OEI apostó este año por impulsar los derechos humanos como elemento clave para una convivencia democrática en la región. Para ello, lanzó en febrero la Red Iberoamericana de Derechos Humanos y para la Ciudadanía Democrática con el objetivo de contribuir a mitigar factores como la polarización y la desafección alrededor de la democracia en Iberoamérica. Por otro lado, en abril, en España se presentó la plataforma «Voces de mujeres iberoamericanas» para visibilizar a más expertas en la agenda pública regional y contribuir así al fomento de una paridad efectiva.
Toda esta actividad da cuenta de una organización comprometida con el desarrollo de una Iberoamérica en constante evolución y que apuesta por la mejora continua de sus procesos por medio de auditorías internas y externas que garanticen su transparencia, así como por la puesta en marcha de estrategias de formación y comunicación de vanguardia que pongan a sus beneficiarios, públicos y colaboradores en el centro.
En 2025, un año que se asoma con acuciantes retos para la región como el rezago digital de algunas zonas o el cambio climático, la OEI continuará promoviendo alianzas y trabajando de manera incasable, para que, en consonancia con su lema, la cooperación realmente siga sucediendo.