Educación Técnico Profesional (ETP)
La Agenda 2030 coloca a la educación de calidad y el trabajo decente en el centro de las políticas para un desarrollo y crecimiento sostenible e inclusivo, por lo que promover el desarrollo del capital humano se ha convertido “en el fundamento” para mantener y mejorar la capacidad económica y productiva de los países y, por ende, el bienestar colectivo e individual.
Desde la OEI apostamos por la Educación Técnico Profesional (ETP) por su relevancia en el desarrollo social y económico de los países de nuestra región.
La ETP atiende generalmente a población con un nivel socioeconómico medio-bajo, tradicionalmente excluida del sistema educativo formal o imposibilitada para alcanzar niveles superiores.
En este contexto, desde la OEI entendemos la Educación Técnico Profesional (ETP) como la clave para aumentar los niveles de empleabilidad de la región, ya que ofrece itinerarios de estudios que pueden prolongarse a lo largo de la vida; y favorecer que esta modalidad sea una opción para completar los estudios universitarios.
¿Por qué es importante para nuestra región?
El fortalecimiento de las políticas de empleo, así como el impulso a las políticas de digitalización de la ETP y la consolidación de los programas de educación y formación profesional son claves en el logro de alcanzar el fortalecimiento de sociedades democráticas, más equitativas y paritarias.
Para ello, resulta indispensable aumentar la diversidad de la oferta formativa virtual; diseñar programas educativos más personalizados, acordes a las demandas del mercado laboral; y fortalecer el desarrollo de competencias docentes digitales (que permitan incorporar nuevos enfoques pedagógicos, el uso de la tecnología en las aulas, y actualice los contenidos digitales).
¿Por qué es fundamental apoyar las políticas públicas de ETP?
Una ETP de calidad, pertinente e integrada, que promueva el aprendizaje a lo largo de la vida, es el motor de desarrollo productivo y fundamenta su rol redistributivo que contribuye a la movilidad e inclusión social. Lograr una ETP que alcance dichos objetivos es un reto impostergable para la política pública de cara a construir una sociedad inclusiva, que logre erradicar inequidades, con crecimiento sostenido y desarrollo productivo.
Así, consideramos que el fortalecimiento de políticas públicas de la Educación Técnico Profesional deben estar dirigidas a:
- Desarrollar una institucionalidad que articule a los actores involucrados en la ETP a fin de asegurar la pertinencia, calidad y eficacia.
- Adecuar la oferta de ETP a las necesidades de los sectores productivos por medio del Marco de Cualificaciones Profesionales para garantizar la transparencia del sistema y lograr mayor acceso y pertinencia.
- Fortalecer los mecanismos de aseguramiento de la calidad de la ETP.
- Aumentar la flexibilidad y la modularización de la ETP para que los estudiantes puedan personalizar su programa educativo a través de microcredenciales de ETP.
El aseguramiento de la calidad de los centros de ETP se centra en la consolidación de los sistemas de acreditación, que incorporen de manera explícita una revisión de la trayectoria laboral de los egresados en el mercado laboral y otras dimensiones asociadas a la pertinencia de la formación. Así mismo, la calidad de los programas de educación técnico profesional se debiera evaluar en función de las certificaciones o validaciones de la industria o sector productivo.
Las microcredenciales
Las microcredenciales se están desarrollando rápidamente en todo el mundo, como nuevas formas de ofrecer oportunidades de aprendizaje (vinculados al ODS 4), ofrecen una forma flexible y personalizada de ayudar a las personas a adquirir los conocimientos, las capacidades y las competencias que necesitan para su desarrollo personal y profesional, certificando los resultados del aprendizaje obtenidos en experiencias de aprendizaje y fomentando una cultura del aprendizaje permanente y eficaz.
Además, tienen el potencial de ofrecer oportunidades de educación y formación a una gama más amplia de alumnos, incluidos los grupos desfavorecidos y vulnerables. La adopción de microcredenciales transparentes y de alta calidad, generan confianza a nivel internacional y supone un que hacer común en el ámbito del desarrollo de las políticas públicas de educación y formación y del mercado laboral. En este marco, se pretende contribuir a la implementación de un sistema de Microcredenciales para la construcción de un Sistema Integrado de Formación Profesional que permita la formación de pasarelas y reconocimientos recíprocos entre niveles y modalidades del sistema.
Se contemplan dos líneas de trabajo:
- La alfabetización digital y desarrollo de competencias digitales en docentes de ETP.
- La virtualización de la oferta formativa en ETP.
La transformación digital de la sociedad, la economía y las industrias en todos los sectores tendrá un impacto de gran alcance para todos los países iberoamericanos y sus ciudadanos. Presenta una gran oportunidad, pero también va acompañada de una serie de desafíos. En particular, se debe garantizar que sus ciudadanos y su fuerza de trabajo tengan las competencias digitales adecuadas para vivir y trabajar en la nueva era digital.
Las competencias digitales han sido reconocidas como competencia clave en todos los países de nuestra región.
La formación y alfabetización digital de docentes de ETP es, por tanto, clave para desarrollar nuevas capacidades en los estudiantes alineándose de esta forma con las demandas de la economía, dando acceso a empleos de calidad y generando más oportunidades de formación a lo largo de la vida. Los trabajadores de cada vez más sectores laborales necesitan adquirir competencias TIC generales que les permitan usar esas tecnologías en su trabajo diario, por ejemplo, acceder a información en línea o usar diversos programas informáticos.
Nuestro trabajo
Durante el próximo bienio, se continuará con la ejecución del Programa «ETP como llave estratégica para la empleabilidad» que trabaja el fortalecimiento de las capacidades digitales y habilidades transversales a través de la formación de los docentes de ETP en temas relevantes y actuales; así como de los coordinadores y directores de centros de ETP.
Como parte de sus objetivos se incorpora la planificación de una formación virtual sobre competencias tecnológicas y habilidades transversales. Dicha formación se diseña en colaboración con las empresas en base a criterios de empleabilidad y resiliencia, buscando garantizar su desarrollo e implementación a través de acuerdos y alianzas con el sector privado.
La virtualización de la enseñanza de ETP fue una necesidad durante la pandemia covid-19, como respuesta al cierre total del 77% y 22.8% parcial de las instituciones de ETP en América Latina. La situación ha trastocado los esquemas tradicionales de enseñanza y ha acelerado la transición hacia la digitalización de la educación en todos sus niveles, como también señalan organizaciones como la OCDE.
La ETP no es la excepción, y en este sentido, la oferta formativa de ETP se incorpora como una de nuestras líneas de acción de la mano del Instituto Iberoamericano de Formación y Aprendizaje para la Cooperación; en donde buscamos establecer estrategias de educación virtual y fomentar el uso de recursos abiertos de aprendizaje de ETP.
Durante los últimos años, la OEI ha promovido la Formación Profesional Dual como un instrumento valioso para enfrentar la brecha de habilidades en el mercado laboral. En la región existen distintas propuestas de formación dual que no siempre dialogan entre sí. Por ello, es imprescindible centrarse en la evaluación de experiencias existentes que promuevan nuevas formas de intervención de las políticas públicas en este campo.
La Formación Profesional Dual se confirma como una de las iniciativas más seguras para aumentar el empleo de calidad de los jóvenes, un sector de la población que en Iberoamérica arrastra una de las tasas de desempleo más elevadas siendo mayor al 18%, según la Cepal.
Un informe de OEI y CEPAL señaló que la pandemia acentuó la incertidumbre del contexto, lo que exige que los y las jóvenes desarrollen habilidades y competencias claves para su inclusión laboral.
Esta modalidad de formación se considera un método eficaz para la transferencia del conocimiento entre los centros educativos y las empresas, lo que se traduce en una mejora de la calidad de la formación, del potencial innovador de las empresas y, en definitiva, de la competitividad general de los centros y empresas implicadas. Asimismo, acerca los títulos de ETP a la realidad socioeconómica del mercado laboral, respondiendo así a las necesidades tanto del alumnado como de los diferentes sectores productivos nacionales y regionales, mejorando la inserción laboral de quienes cursan sus estudios por esta modalidad de oferta formativa.
¿Qué hace la OEI en Formación Profesional Dual?
Durante los últimos años, la OEI ha promovido la Formación Profesional Dual como un instrumento valioso para enfrentar la brecha de habilidades en el mercado de trabajo. En la región existen distintas propuestas de formación dual que no siempre dialogan entre sí. Por ello, en esta línea de acción, es imprescindible para la OEI centrarse en el trabajo de evaluación de experiencias existentes que promuevan nuevas formas de intervención de las políticas públicas en este campo.
En seguimiento al proyecto de Formación Dual en Argentina, Bolivia, Costa Rica y Honduras, en donde se ha generado un modelo asociativo contextualizado de Formación Dual para cada país, se continuará el trabajo llevando la implementación de dichos modelos en los cuatro países en colaboración con los gobiernos nacionales.