Expertos debaten sobre el presente y el futuro de la Carta Cultural Iberoamericana en el segundo día de la Conmemoración de su 15° Aniversario
En el marco del segundo día de las actividades de conmemoración de la Carta Cultural Iberoamericana en Montevideo, expertos y especialistas de toda la región han reflexionado sobre la vigencia de este documento, una década y media después de su aprobación como el primer documento de índole regional que aborda la cultura como valor estratégico para el desarrollo social e integrador de Iberoamérica. Los actos han comenzado ayer con el desarrollo de varios encuentros académicos del Congreso Iberoamericano de Cultura y la ceremonia de inauguración, que tuvo lugar en el Auditorio Nacional del SODRE, así como con el acto de descubrimiento de la obra escultórica Homenaje a la flor del Ceibo, del reconocido artista uruguayo Pablo Atchugarry, en la Plaza Independencia.
Esta mañana, en la conferencia magistral La actualidad y vigencia de la Carta Cultural Iberoamericana, que se ha realizado en el edificio del Mercosur, expertos iberoamericanos en diálogo con Natalia Armijos, directora general de Cultura de la OEI, han reflexionado sobre la pertinencia de este documento y han puesto sobre la mesa el rol decisivo que, tres lustros después, sigue desempeñando la carta. En ese sentido, Hugo Achugar, director de la maestría en Políticas Culturales de la UDELAR de Uruguay, ha expuesto que “las crisis son una oportunidad para el cambio” y quizás sea esta “una oportunidad para el reajuste de la Carta, ya que el escenario hoy es muy distinto a cuando se aprobó”. Achugar también ha reivindicado tanto el valor de la Carta Cultural Iberoamericana —por ampliar el foco de la práctica cultural— como su vigencia.
Juan Luis Mejía, exministro de Cultura de Colombia, ha subrayado que la digitalización que aceleró la pandemia ha sido “el evento que más ha marcado estos tres lustros en materia de cultura”; sin embargo, aun con ello, la carta sigue estando vigente “ya que fue visionaria desde su creación”. Asimismo, Beatriz Barreiro, de la Universidad Rey Juan Carlos de España, ha señalado que la carta tiene un potencial importante porque recoge valores fundamentales y pioneros como la memoria colectiva y el reconocimiento a la diversidad racial, “vínculos imprescindibles con los derechos culturales”, ha remarcado, al tiempo que ha alertado contra la apropiación cultural indígena y de los atropellos que se producen en el ámbito digital. Por último, Jesús Prieto, especialista español en Derecho Cultural, ha destacado que la carta debe ser leía como un eslabón importante, “muy temprano y de calidad para los derechos culturales, ya que no hay un documento en el mundo que hable de los derechos culturales”; asimismo, el experto ha lanzado la pregunta retórica de si la Carta Cultural Iberoamericana tiene futuro, a la que ha respondido afirmando que sí porque el futuro lo hacen los valores y principios que contienen los textos y añadiendo la necesidad de que “Iberoamérica valore más políticamente la Carta”.
Más tarde, la discusión ha estado centrada en la trascendencia de la carta para el logro de los 17 objetivos que plantea la Agenda 2030, y en los que la cultura tiene un rol significativo. Durante el coloquio —moderado por Carolina Ferreira, asesora de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional—, Ernesto Ottone, secretario general de Cultura de la Unesco, ha recordado que recientemente el G-20, es decir, el 80% del PIB mundial, ha incluido por primera vez a la cultura como parte de la agenda del futuro y de la cohesión social, un gesto significativo para el mundo. Por su parte, Adrián Bonilla, director ejecutivo de la Fundación EU-LAC, ha subrayado que la cultura es articuladora, sobre todo en estos momentos en que la cohesión social es más importante que nunca tras los efectos de la pandemia en la región, como el crecimiento de la pobreza extrema. Federico Buyolo, del ministerio de Educación y Formación Profesional de España, ha destacado que “la Agenda 2030 es una agenda de cultura, que nos tiene que permitir construir una ciudadanía global, más creativa, cohesionada, próspera y sostenible. La Agenda 2030 no es una agenda finalista, sino que es un nuevo contrato social global”.
Finalmente, en el conversatorio sobre el futuro de la carta, 15 años después de su aprobación, especialistas de la región han reflexionado sobre los nuevos horizontes del documento, en diálogo con Pilar Sánchez Llorente, directora del Centro Cultural de la AECID en Montevideo. En el coloquio, Joan Álvarez Valencia, codirector de Creatividad y Liderazgo Cultural de la Fundación Ortega – Marañón de España, ha expuesto que “la cultura debe abrirse a las colaboraciones público-privadas y hacer un esfuerzo de integración”. Por su parte, Marta Porto, periodista brasileña especializada en Cultura ha señalado que son cuatro las dimensiones sobre las que debemos reflexionar para la transformación de la cooperación cultural: la crisis de la democracia, la humanitaria, la medioambiental y las demandas de segmentos de la población, como la juventud. Por último, para Enrique Vargas, coordinador del Espacio Cultural Iberoamericano (SEGIB), es preciso que desde el espacio público no se olvide la academia y documentos como la Carta Cultural generan ese diálogo.
Las actividades concluirán esta tarde con dos coloquios que pondrán el foco en ámbitos de importancia para el desarrollo de la industria cultural como la digitalización y la propiedad intelectual, así como el fortalecimiento de la economía creativa en Iberoamérica como motor de desarrollo económico y social.