El 2022, año de educación, ciencia y cultura entre montañas
Este año ha sido proclamado por las Naciones Unidas como el Año Internacional del Desarrollo Sostenible de las Montañas. La OEI, desde su quehacer en terreno en favor de la educación, la ciencia, la cultura, las lenguas y los derechos humanos, contribuye al desarrollo de las comunidades asentadas en zonas de montaña de Iberoamérica.
“De mi comunidad, amo las montañas porque están llenas de árboles y animales. Mi papá tiene una finca, donde siembra frijol, maíz y arroz. A mí me encantan las montañas, porque cuando caminamos por ellas, encontramos cataratas, aves de todos los colores y flores hermosas y de diferentes colores. En las montañas de Cabagra, uno tiene que agarrarse bien de las ramas, porque si no se lo lleva el viento de lo fuerte que sopla a lo alto. La montaña es el mejor lugar para ver el amanecer. Para nosotros, la montaña es nuestra casa”.
Este microcuento es el relato que hace Angélica Yariela, una joven de la comunidad indígena costarricense de Cabagra, publicado en el libro Cabagra: Narraciones de mi comunidad indígena. En el libro aparecen relatos míticos, antiguas costumbres y descripciones de una tierra rica en biodiversidad que es bañada por los ríos Piedra y Cabagra. Así, la montaña es símbolo de esta comunidad de lengua bribri –cuya población alcanza los 3.200 habitantes–, que vive en armonía y respeto con el territorio y su naturaleza.
La montaña es así un espacio natural principal en los ecosistemas de Iberoamérica y a ellas se ha dedicado este año. Desde la OEI, en sus más de 70 años de experiencia en cooperación en la región, se trabaja en terreno para potenciar el desarrollo del territorio de estos ecosistemas únicos de flora y fauna.
La montaña, un santuario de lenguas
En Iberoamérica se hablan más de 420 lenguas, según datos del atlas sociolingüístico de pueblos indígenas en América Latina de Unicef. Pues, además del castellano y el portugués, la región habla centenares de lenguas indígenas de gran riqueza que corren el riesgo de desaparecer. Por ello, desde el áreade Lenguas, no solo trata de fomentar el castellano y el portugués, sino también proteger y poner en valor estas lenguas milenarias, como es el caso de la lengua bribri, hablada por los habitantes de la comunidad de Cabagra, en el corazón de la cordillera de Talamanca.
El libro mencionado anteriormente es producto de una alianza educativa entre Carretica Cuentera, la Embajada de España en San José y la OEI, y se compone de relatos e historias en español con su correspondiente traducción en bribri escritos por niños y maestros de las escuelas de Brazo de Oro, San Rafael y San José de Cabagra. Este proyecto nace también del deseo de potenciar la escritura creativa y la lectura entre los más pequeños, como herramientas poderosas para la libertad y la preservación de la memoria.
En Honduras, la OEI también realiza proyectos en zonas de montaña para la protección y conservación de las lenguas indígenas. El proyecto «Estrategia para la Promoción del Orgullo Lingüístico», implementado junto con la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) en la Montaña de la Flor, a 150 km de la capital Tegucigalpa, tiene por objetivo generar recursos y materiales para potenciar las lenguas autóctonas a través de los medios locales de comunicación.
El proyecto ha adelantado una visita de campo a las aldeas de Lima y San Juan para recoger la lengua Tol (del pueblo Tolupán), y colaborar con la traducción al español de todo el material sonoro y escrito derivado de las entrevistas con los miembros de estas comunidades.
Educación ambiental y artística
También en Costa Rica, la OEI ha puesto en valor el espacio natural de la montaña como baluarte de la educación ambiental, concretamente en el Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco (PNAJCB), también conocida como la «Montaña Sagrada del Agua».
Con la mirada puesta en este objetivo, fueron realizados diversos recursos audiovisuales dirigidos a escuelas de la región, con el fin de reflexionar sobre la importancia de proteger la flora, la fauna y los recursos naturales del parque. Un proyecto en colaboración con el Ministerio de Educación Pública (MEP), la Municipalidad de Sarchí, Alajuela, y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC). El Parque Nacional del Agua, con casi 15.000 hectáreas, cuenta con recursos hídricos de suma importancia para la zona norte del país, dedicados al consumo humano y la generación de energía hidroeléctrica.
A la generación de estas piezas audiovisuales, se ha sumado la creación del concurso de dibujo «Vida a la montaña sagrada del agua», dirigido a niños de 5 a 15 años de las instituciones educativas aledañas, y que se encuentra recogido dentro de las Experiencias de Educación Artística que promueve la OEI en su web para resaltar el acercamiento a las artes y la creatividad en las aulas iberoamericanas.
Ciencia que nace entre las montañas
Cruzando el Atlántico, en las montañas de Europa, se encuentra la alianza UNITA, una unión de seis universidades de lengua romance ubicadas en zonas de montaña y transfronterizas. La OEI, como miembro asociado de esta red con derecho a voto, participa de forma activa en el asesoramiento a sus órganos de gobierno para la creación de puentes hacia las universidades de América Latina.
Esta alianza, compuesta por casi 170.000 estudiantes y más de 13.000 miembros de personal, tiene como uno de sus objetivos prioritarios la intercomprensión lingüística y la promoción de la ciencia plurilingüe, uno de los ámbitos de acción de la OEI. Según un informe de la OEI y el Real Instituto Elcano, el español y el portugués representan una comunidad de más de 850 millones de hablantes, el 11% de la población mundial, pero solo el 1% de la producción científica se publica en estos dos idiomas.
Estas instituciones académicas, ubicadas en lugares montañosos del sur, centro y este de Europa como la Serra da Estrela, los Pirineos, los Alpes y las montañas de Banat, tienen la vocación de fomentar las lenguas romances y hacer del castellano y el portugués unas lenguas de ciencia.
Mujeres emprendedoras en los Andes
La OEI puso en marcha en Colombia el diplomado ‘Empoderamiento personal y económico de las mujeres rurales’, por el cual más de 11.000 mujeres han recibido formación virtual sobre capacidades empresariales, negocio y liderazgo. El pasado miércoles 15, la vicepresidenta y ministra de relaciones exteriores de Colombia, Marta Lucía Ramírez, y el director de la OEI en Colombia, Carlos Zuluaga, dieron entrega de un cheque de $400 millones a 10 mujeres graduadas en el diplomado.
Este capital será un impulso para promover su autonomía económica, la generación de empleo, así como el empoderamiento de otras mujeres. Todas ellas presentaron iniciativas de negocio, algunos ya en ejecución, como es el caso de Yulieth Paola Velásquez Ramos con el proyecto ‘Miel multiflora del Bosque Andino Hanabi’. La empresa, localizada en el municipio de Quetame, produce miel multiflora que es recolectada, envasada y comercializada por mujeres apiculturas en medio de las montañas andinas colombianas.